jueves, 26 de enero de 2006
martes, 24 de enero de 2006
Cada época, cada fase de la vida, …, se guardan en la memoria de una manera concreta, de forma que al evocarlas sientes un cúmulo de sensaciones, de olores, de imágenes. Me pregunto cuáles serán estas imágenes y recuerdos que yo evocaré en el futuro recordando este año.
Acabo de dejar la pluma sobre la mesa. La pluma es un regalo de mi hermano Pablo. Un hermano muy peculiar, y al que, por esas cosas que tienen los sentimientos, quiero tanto que ni el muy tonto se lo imagina.
Con la pluma he escrito mi particular idea para el coleccionista de deseos. Y el caso es que mientras escribía cada palabra, recordando el placer que nunca disfrute de mojar la pluma en el tintero, de detenerme en cada trazo, de volver a mojar la pluma, …, he recordado el famoso libro La Ciudad de los Niños.
Una de las ideas rescatadas de ese libro, supongo que cada uno rescata lo que buenamente puede, se refiere a la velocidad. A cómo estos tiempos nos han dado grandes máquinas capaces de hacer trayectos muy rápidos, pero que, a la vez, nos han hecho perder el interés por el trayecto. Ahora todo es rápido, o debe serlo, todo es o debe ser un producto final rápido y eficaz. Se acabó el proceso, el disfrute y el aprendizaje durante el mismo, no sirve. Son los viajes, es la escritura, es la comida, es el ritmo de vida, es la vida misma. No entiendo por qué añoro tantas cosas que no he llegado a conocer.
Creo que cada día esta escuela me gusta más porque supone ese pequeño rincón en el que puedo hacer, por arte de magia, que los ritmos sean un poco más parecidos a esos que tanto añoro.
lunes, 23 de enero de 2006
Ahora en Ansó, hay muchos días que estoy en el patio y me acuerdo de Campo. Desaparezco unos segundos de la clase, con el permiso de mis alumnos, y mi mente vuelve a ese patio, a esas montañas, y me vuelvo a quedar pensativo, confuso, sin entender muy bien qué hago allí, qué hacen esos niños alrededor mío, acordándome de esos imaginarios niños de Campo. El viernes pasado nos brindó un día maravilloso, y volví a tener estos sentimientos y emociones. Como las otras veces, mis alumnos acabaron preguntándome por qué tenía esa sonrisa dibujada en la cara.
Él me decía muchas veces que si la gente te ve feliz y contento por los pasillos, por la vida, desconfían de ti, sospechan que algo malo ocultas. Y no me extraña. Cada día que pasa descubro nuevas razones para no sonreír (pero, tranquilos, sigo guardando un buen montón para sí hacerlo).
El próximo reto marcado para ir parcheando lagunas y carencias se refiere a la historia. Ahora que empiezo a saber un poco de lo que pasó el siglo pasado, lo intentaré con el anterior. Para eso recurriré a mi querido Reverte (lo siento Jaime) y comprobaré qué cuenta en Cabo Trafalgar.
En nuestro particular proyecto vamos a empezar aprendiendo sobre el espacio. Ya saben: astronautas, NASA, agujeros negros y Big Ban. Veremos...
miércoles, 18 de enero de 2006
domingo, 15 de enero de 2006
Lo he dedicado casi todo a organizar el intento de proyecto de trabajo para conocimiento del medio en este trimestre. Está siendo toda una aventura de esfuerzo y descubrimiento. Me preguntó por qué apenas conocía estas formas de trabajar.
Es aventura en todos los sentidos: exige gran planificación, aprender muchas cosas nuevas (acabo de enviar un correo consultando acerca de la naturaleza de la luz...), una comunicación y colaboración eficaz con los padres, etc. Ahora sólo queda que todo ello se plasme en un proceso de aprendizaje de los alumnos como tengo previsto: motivación, interés, aprendizaje activo, ...
Esta es la foto actual: conocimiento del medio: comenzando el proyecto; lengua: interés centrado en el fomento de la lectura; educación física: esfuerzos por seguir una programación lo más planificada posible (es difícil cuando hay tantas cosas en marcha), valga la redundancia; matemáticas: seguimos el libro con normalidad.
Por otra parte, el curso que todo funcionario en prácticas debe hacer está ya llegando a su ecuador. Espero que los conocimientos informáticos adquiridos se puedan plasmar pronto en una página donde haya espacio para la escuela, las reflexiones personales, un foro, las fotos robadas a la vida, ...
Ahora en la cabeza rondan dos cosas: la biblioteca, la mesa de ping-pong.
sábado, 14 de enero de 2006
Hoy es el viernes del curso que más cansado estoy. Será porque ha sido la semana que más he trabajado.
El año pasado en La Anunciata llegué a la idea de que los niños volvían de las navidades con un grado de madurez mayor, habiendo asentado muchos de los hábitos de trabajo, comportamiento, etc., desarrollados en el primer trimestre. Esta semana he comprobado que probablemente no estaba en lo cierto. El mantener cierto orden en la clase ha sido complicado.
Para el martes próximo he convocado una reunión de padres. Además de comentar los asuntos propios del trimestre, intentaré comentarles qué vamos a hacer en Conocimiento del Medio a partir de este trimestre. Espero poder dar forma a las ideas que rondan por la cabeza.
Durante el fin de semana, además de hacer este trabajo y corregir algunas cosas, también espero que mi rodilla resucite, ver Ser y Tener, y seguir disfrutando de Pirineo de Boj.