miércoles, 22 de junio de 2011

OTRO AÑO DE ESCUELA.

Desde hoy y hasta dentro de unos días no estará la foto que tanto me gusta poner junto con el escrito, puesto que el equipo fotográfico murió hace cinco días en acto de servicio pedagógico. Se sumará así al escáner, la otra cámara, las decenas de libros, y otros cacharros que dieron su vida en arriesgada misión educativa de terrible final. En este caso un niño, quizá contrario al auge actual de la fotografía o quizá interesado en las pruebas de resistencia a los golpes, optó por dar a la cámara unas cuantas vueltas en el aire y finalmente lanzarla. El equipo describió una sensacional y poética trayectoria curva para finalmente detenerse con cierta brusquedad en el cemento. Con tanto megapixel y chip vanidoso no supo asumir el golpe y allí murió, con la paradoja del estabilizador temblando de puro miedo, en la solitaria frialdad del recreo en que tantas veces enfocó brincos y sonrisas.

Hoy quería contarles brevemente sobre la experiencia que realicé con mi clase y en colaboración con la escuela Jean Piaget de Zaragoza. Les hablaré únicamente de las reflexiones de los niños en clase, considerando qué supuso para ellos ese viaje de tres días. Les diré que llegamos a uno de esos momentos de conexión mística en la que los niños y el maestro sentimos algo especial en el cuerpo, algo que nos une y que nos acerca a una sensación profunda e impactante, que se traduce con palabras que brotan poco a poco cargadas de sentido y de emociones. Vivimos unas circunstancias que recordaremos quizá para siempre. En todo caso, si tienen interés, mejor que lean directamente las impresiones de los protagonistas (aquí la versión zaragozana) Finalmente indiqué a los niños que si el tinglado montado les ha servido para conocer mejor el mundo de la discapacidad y así generar conductas apropiadas (de comunicación, respeto, sensibilidad, ...), damos por muy bien empleado el esfuerzo realizado.

El curso ya ha finalizado. Han pasado diez meses casi sin avisar. Hace muy poco nos presentábamos e indagábamos en las miradas que se cruzaban con la nuestra. Ahora las miradas se cruzan también, pero ya apoyadas en un buen sustento de trabajo, lecturas, descubrimientos y vida compartida. Ya sabemos mucho de cada uno. Ha sido probablemente el mejor curso de mi vida, y lo mejor, como siempre, han sido los niños.

Que tengan un buen final de la penúltima semana de este sorprendente curso.

martes, 14 de junio de 2011

DE AVENTURAS, VUELOS Y OTROS DISPARATES.


Escribiré a trompicones. El pensamiento está revuelto y las ideas salen de ese modo.

Es diez de junio (ya catorce y casi quince), al curso le quedan cuatro ratos, y siento la gran alegría de acabar en buena forma pedagógica. Es decir, que el grupo de niños con el que he compartido un pedazo de vida y yo estamos en la mejor sintonía del curso. Ellos trabajan y aprenden felices y yo estoy encantado de estar con ellos.

Así, esperando ya casi el comienzo del próximo curso, echo un vistazo al calendario para el curso aragonés 2011-2012 y rápidamente se me pone mal cuerpo. Los maestros nos incorporaremos al trabajo el día 1 de septiembre, jueves, y las clases empiezan el día 6, martes. Así, existirán tres días, el 1, 2, 5, para organizar el curso. Puede pensarse que para eso está julio, y así puede ser en muchos casos, pero imaginen el maestro que se incorpora a un nuevo centro el día 1 (no conozco el dato, pero estoy seguro que los maestros que cada año empiezan en un nuevo destino representan un buen porcentaje, especialmente en el ámbito rural). Ese maestro tendrá ese día reunión en la sede de su centro, y ese mismo día le dirán a qué pueblo debe ir a trabajar y con qué cursos. En definitiva, el jueves por la tarde emprenderá viaje para tal pueblo con la tarea de, en muchos casos, buscarse alojamiento, conocer a los compañeros, conocer su clase, organizarla, leer informes de sus alumnos, preparar con cierto decoro las asignaturas, …, y el martes, tras dos días de trabajo en ese nuevo destino, unos cuantos niños se pondrán delante para recibir ideas medianamente lúcidas. Ya saben que es una pequeña lucha personal que se reconozcan el valor del trabajo de los distintos docentes en similar medida, y que se abandone la estúpida idea de que el trabajo tiene más valor cuanto mayor es la edad del alumno; al revés, existe la consideración del maestrico de infantil como un pobre desgraciado que con cuatro juegos y dos canciones pasa los días. Hace poco alguien, creo que el bloguero Animal de Fondo, pedía también este reconocimiento y argumentaba que los mayores efectos en los niños tienen lugar precisamente en su infancia. Al contrario, un profesor universitario podía salir airoso del curso con unos cuantos buenos libros de referencia en su materia. En todo caso, la administración va al revés, y lo demuestra constantemente con medidas como la citada, con la relación entre horas lectivas y de preparación de material , con los sueldos, con la formación inicial exigida a unos y a otros. Hasta donde soy capaz de observar, parece una estupenda forma de empezar la casa por el tejado, o, de otro modo, de construir el edificio concediendo el papel irrelevante a los cimientos.

Al margen de asuntos agrios como el anterior, mañana emprendemos una aventura de cierto riesgo y, en buena medida, pionera. Tras la colaboración mantenida durante el curso con la escuela de educación especial Jean Piaget, vamos a realizar un viaje hasta su centro para pasar juntos tres días. El viaje supone una aventura desde el momento que niños de tercero y cuarto pasarán dos noches a doscientos kilómetros de casa. Por otra parte, la agenda está llena de actividades de aula compartidas en las clases del centro zaragozano, una salida a mi querido (y ya medio muerto ante la llegada del turismo de masas) Galacho de Juslibol, una acampada, …, por lo que el trabajo en torno a la comprensión de la discapacidad cobra un protagonismo que difícilmente se puede aumentar. En definitiva, todos, niños y maestros, estamos expectantes e ilusionados ante los próximos tres días especiales. Espero que algunos comprendan el valor que puede tener una mirada, una sonrisa, o una caricia.

Y me despido compartiendo una sensación que ojalá todos ustedes puedan sentir muchas veces: la cabeza feliz por un gran final de curso y todas las otras cosas en las que uno es afortunado (es decir, todas), la bici baja a cuarenta o cincuenta por hora, el atardecer ofrece las últimas luces y atravieso un bosque de montaña que proporciona un entorno colosal. En ese momento, igual que hace cinco o seis años, el cuerpo pide levantar los brazos, notar el olor del viento que acaricia la piel, incluso cerrar los ojos un segundo, sentir algo parecido a volar y…por unos instantes parece que todo tiene sentido.

Que tengan una estupenda segunda parte de semana.

miércoles, 8 de junio de 2011

SOBRE CORRER CON UN ESCUETO TANGA ANTE EL FERVOR POPULAR.

Ganaderos pioneros: culos y tetas turgentes.

Desde hace unas semanas varias federaciones deportivas están considerando o directamente imponiendo normas sobre la vestimenta de sus deportistas femeninas: esencialmente, ropa más corta y ajustada. Hasta donde sé, las federaciones internacionales de tenis de mesa, bádminton, y baloncesto. Los impulsores aducen razones relacionadas con atraer más público a las competiciones e incluso con el aumento del rendimiento.

A mí me encanta la filosofía, y dentro de ella la rama que se encarga de la lógica. Con unas humildes ideas sobre este campo se pueden desmontar un buen puñado de discursos que tras su apariencia rimbombante esconden una estructura interna absolutamente absurda. Los políticos ofrecen generosos ejemplos para ello.

En este caso creo que se plantea el caso de “qué tiene que ver el tocino con la velocidad”. Conseguir la máxima afluencia de espectadores (a cualquier precio) está reñido con el respeto escrupuloso de la dignidad del deportista. Si se busca el interés del público desde algo externo al propio deporte, como es la exhibición de las carnes de las mozas, quizá sería lo más apropiado que salieran con las tetas al aire directamente y con tangas de sugerentes diseños. Más aún, quizá las jugadoras del banquillo podrían entretener al público con algunas contorsiones y poses obscenas. Otras propuestas me rondan, pero me pondría colorado si las escribiera. Bien es sabido que el sexo representa uno de los negocios más lucrativos del Planeta Tierra.

En resumen, en ocasiones el mundo parece una falsa ilusión de progreso y nos muestra a reyes que siguen manteniendo privilegios medievales por causas ininteligibles, a amantes del dinero que arrasan países y personas por tener un poco más, y a dirigentes que proponen medidas machistas trasnochadas y asquerosas mientras les cae un hilillo de baba por la comisura de los labios. Lo peor de todo, las deportistas no han montado en cólera y les han mandado a freír espárragos.

Mañana comentaremos esto en la escuela. Las chicas deben ir formando la coraza que tendrá que utilizar tantas veces en su vida.

jueves, 2 de junio de 2011

TREINTA EUROS.

Es una foto bien fea, pero un gran símbolo para este día.

Este es otro período de dificultad escritora. En realidad, la dificultad es pensativa, pensante o pensadora. No hay ninguna idea que salga del cuerpo en el que vivo que merezca demasiado la pena. La vida sigue su avance zigzagueante. Estamos vivos y ya está.

Tecleo estas líneas para compartir con ustedes la última página que he visitado: la organización Amigos de Orissa (esta última es una región india), indica en su proyecto de educación la posibilidad de que un particular financie una escuela entera. En principio he imaginado que el particular tendría que ser banquero o político corrupto, o ambas, para poder con el gasto, pero, a continuación, he leído que lo necesario son treinta euros al mes. Indican que con ello se cubre todo el material necesario y el sueldo del maestro.

Treinta euros al mes. La crisis está en nuestras cabezas.