lunes, 10 de febrero de 2014

INCLUSO LOS PERMANENTEMENTE ASOMBRADOS PUEDEN ESTAR CIRCUNSTANCIALMENTE DESCONCERTADOS.

Una niña me manda un escrito que ha preparado para poner en el blog de la escuela, unos padres me piden cita para abordar el curioso caso del comportamiento desatinado de su hijo, otros solicitan tutoría porque están muy preocupados con el desarrollo motriz, social y afectivo de su hija. A otra familia la cito yo para señalarles algunos acontecimientos muy preocupantes en torno a su hija (como era esperable, apenas me prestan atención). Los libros de filosofía para niños que descubrí (que me descubrieron) hace ya tantos años pasan de familia en familia dando lugar a reflexiones más o menos atinadas. Preparo varias unidades de aprendizaje para los distintos cursos. Hoy el viento se llevaba los conos, los cuadernos, y casi hasta a los niños, qué difícil trabajar así. Cada día relaciones con 60 compañeros. Cada día 150 niños con sus sonrisas, fuerza, temores, mil enfados y mil formas de afrontar la solución.

Cinco intensas horas diarias donde afortunadamente es imposible no dejarse arrastrar por el torbellino de energía que desprenden, o absorben, los niños. Luego llega el silencio y eso se debe afrontar de otro modo, supongo.