La pequeña iniciativa para fomentar la escritura, entre otras cosas:
"El presente concurso se desarrollará cada semana a partir del día doce de febrero de 2007, si a los escritores acompañan las ganas, y al jurado las fuerzas. Se dirige a todos los niños de la escuela de Peñarroya de Tastavins, aunque podría extenderse a los otros pueblos.
Cada lunes, el jurado propondrá un tema. A partir de ese momento, habrá justo una semana de tiempo (hasta el siguiente lunes) para desarrollar la historia. Con el tema propuesto cada escritor podrá hacer lo que le parezca oportuno: una historia real, una aventura relacionada con la ciencia (en honor al señor que da nombre a la escuela y al concurso), un relato fantástico, etc.
La historia se entregará en una hoja para que el jurado pueda valorarla con detenimiento y minuciosidad. La extensión máxima será de diez mil hojas, y la mínima de dos palabras. Se podrá escribir con cualquier artilugio que sirva para ello: lápiz, boli, ordenador, etc. El material que no se entregue en los plazos señalados no se considerará.
El jurado, compuesto de ilustres personas de diferentes países representantes de todas las artes y las ciencias, juzgará con justicia y esmero cada escrito, valorando especialmente los siguientes aspectos: Corrección ortográfica (es decir, que no haya demasiadas faltas), corrección sintáctica (o lo que es lo mismo, que las frases estén redactadas con sentido y coherencia), limpieza y presentación (piensen en los ojos del jurado), imaginación que el escritor demuestre, empleo de un vocabulario adecuado (palabras cultas, bonitas, …), y, sobre todo, que la obra sea capaz de mover en el jurado algún tipo de sentimiento: que nos haga reír, que nos emocione, que consiga alegrarnos ese día, …
Los escritores seleccionados cada semana recibirán distintas recompensas, siendo todas ellas magníficas, y que, sin duda, harán del escritor una persona millonaria y conocida en cada rincón del planeta. A estas recompensas hay que añadir un libro que recopilará a final de curso las historias seleccionadas, además de lo fundamental y más importante: la satisfacción personal de cada uno por participar en tan distinguido e importante concurso.
Si todo marcha bien, el jurado prevé ampliar las formas de concurso: dibujo, poesía, fotografía, etc., para lo cual se informará debidamente.
Así que… anímense, que escribir colabora en el desarrollo del cerebro, ayuda a la formación de la sonrisa, y previene el reuma en los dedos de las manos.
Peñarroya de Tastavins, 7 de febrero de 2007.
El Ilustrísimo jurado."
"El presente concurso se desarrollará cada semana a partir del día doce de febrero de 2007, si a los escritores acompañan las ganas, y al jurado las fuerzas. Se dirige a todos los niños de la escuela de Peñarroya de Tastavins, aunque podría extenderse a los otros pueblos.
Cada lunes, el jurado propondrá un tema. A partir de ese momento, habrá justo una semana de tiempo (hasta el siguiente lunes) para desarrollar la historia. Con el tema propuesto cada escritor podrá hacer lo que le parezca oportuno: una historia real, una aventura relacionada con la ciencia (en honor al señor que da nombre a la escuela y al concurso), un relato fantástico, etc.
La historia se entregará en una hoja para que el jurado pueda valorarla con detenimiento y minuciosidad. La extensión máxima será de diez mil hojas, y la mínima de dos palabras. Se podrá escribir con cualquier artilugio que sirva para ello: lápiz, boli, ordenador, etc. El material que no se entregue en los plazos señalados no se considerará.
El jurado, compuesto de ilustres personas de diferentes países representantes de todas las artes y las ciencias, juzgará con justicia y esmero cada escrito, valorando especialmente los siguientes aspectos: Corrección ortográfica (es decir, que no haya demasiadas faltas), corrección sintáctica (o lo que es lo mismo, que las frases estén redactadas con sentido y coherencia), limpieza y presentación (piensen en los ojos del jurado), imaginación que el escritor demuestre, empleo de un vocabulario adecuado (palabras cultas, bonitas, …), y, sobre todo, que la obra sea capaz de mover en el jurado algún tipo de sentimiento: que nos haga reír, que nos emocione, que consiga alegrarnos ese día, …
Los escritores seleccionados cada semana recibirán distintas recompensas, siendo todas ellas magníficas, y que, sin duda, harán del escritor una persona millonaria y conocida en cada rincón del planeta. A estas recompensas hay que añadir un libro que recopilará a final de curso las historias seleccionadas, además de lo fundamental y más importante: la satisfacción personal de cada uno por participar en tan distinguido e importante concurso.
Si todo marcha bien, el jurado prevé ampliar las formas de concurso: dibujo, poesía, fotografía, etc., para lo cual se informará debidamente.
Así que… anímense, que escribir colabora en el desarrollo del cerebro, ayuda a la formación de la sonrisa, y previene el reuma en los dedos de las manos.
Peñarroya de Tastavins, 7 de febrero de 2007.
El Ilustrísimo jurado."
Algunos padres ya lo han tildado de "tonterías".