Reunión de Pintacoda el lunes en Jaca. Aproveché la fiesta turolense para acudir a la cita. Una gozada poder compartir el trabajo con los compañeros. Y las ilusiones. Una reunión de maestros en la que no se hacen listas y listas de objetivos, contenidos, metodologías, criterios, ..., sino que representa un tiempo productivo que significa gran aprendizaje, me resulta cada día más llamativa y sorprendente.
Charla amigable entre niño de tercero y monja en catequesis pre-comunión:
- Oiga, pero si dice que este Dios es el único, ¿qué pasa con las otras religiones que también dicen que su Dios es único, o que tienen otro profeta como Mahoma...?.
- Niño, lo que pasa es que Mahoma es el enviado de Dios a África.
- Bien, pero... ¿qué pasa con las pruebas de muchos científicos sobre el universo, el Big Bang, etc., y Dios, sobre el que no hay ninguna prueba?.
- Oye, déjate ya de esas cosas de ciencia, que aquí estamos en religión.
Hay que acabar con la religión en las escuelas. Una sociedad atea sería mejor, y lo que sí tengo bien claro es que el lugar de la religión no es la escuela, y que supone una auténtica contra educación que dificulta la labor de un maestro que intenta basarse en la ciencia y en la razón.
La religión exige un respeto que legítimamente no merece en base a ningún argumento lógico y coherente. No existen razones para otorgarle espacios y tiempos tan importantes dentro del sistema educativo.
- ¿Y qué piensas sobre las respuestas de la monja?
- Pues que no sabía qué contestar y me dijo lo primero que se le ocurrió.
Las ideas del demonio, el pecado, el Dios vigilante y castigador, las parábolas entendidas literalmente por los niños (Adam y Eva, la creación, ...), etc., construyen sigilosamente todo un código moral retorcido en las mentes de los niños, y generan cientos de pensamientos equivocados, dudas, confusiones, que chocan estrepitosamente con los contenidos pedagógicos atribuibles a una sociedad desarrollada (como así nos creemos).
Charla amigable entre niño de tercero y monja en catequesis pre-comunión:
- Oiga, pero si dice que este Dios es el único, ¿qué pasa con las otras religiones que también dicen que su Dios es único, o que tienen otro profeta como Mahoma...?.
- Niño, lo que pasa es que Mahoma es el enviado de Dios a África.
- Bien, pero... ¿qué pasa con las pruebas de muchos científicos sobre el universo, el Big Bang, etc., y Dios, sobre el que no hay ninguna prueba?.
- Oye, déjate ya de esas cosas de ciencia, que aquí estamos en religión.
Hay que acabar con la religión en las escuelas. Una sociedad atea sería mejor, y lo que sí tengo bien claro es que el lugar de la religión no es la escuela, y que supone una auténtica contra educación que dificulta la labor de un maestro que intenta basarse en la ciencia y en la razón.
La religión exige un respeto que legítimamente no merece en base a ningún argumento lógico y coherente. No existen razones para otorgarle espacios y tiempos tan importantes dentro del sistema educativo.
- ¿Y qué piensas sobre las respuestas de la monja?
- Pues que no sabía qué contestar y me dijo lo primero que se le ocurrió.
Las ideas del demonio, el pecado, el Dios vigilante y castigador, las parábolas entendidas literalmente por los niños (Adam y Eva, la creación, ...), etc., construyen sigilosamente todo un código moral retorcido en las mentes de los niños, y generan cientos de pensamientos equivocados, dudas, confusiones, que chocan estrepitosamente con los contenidos pedagógicos atribuibles a una sociedad desarrollada (como así nos creemos).