Ojalá firmara yo las siguientes líneas. Qué atino.
Así, no sabiendo creer en Dios, y no pudiendo creer en una suma de animales (la humanidad), me quedé, como otros de la orla de las gentes, en aquella distancia de todo a la que comúnmente se llama Decadencia. La decadencia es la pérdida total de la inconsciencia; porque la inconsciencia es el fundamento de la vida. El corazón, si pudiera pensar, se pararía.
El dolor ante la incomprensión de la vida. Vivir entre las grietas del desasosiego punzante. Fernando Pessoa.