En este caso, es el sapo corredor el que se muestra preocupado. Motivos tiene el anfibio.
Enronado, es decir, lleno de mierda, es la palabra que, como ya dije en su día, apadriné en esa preciosa iniciativa de ROLDE. Estos días de oposición surgen cada momento aplicaciones precisas de esta palabra de la lengua aragonesa, humilde, clara y directa, y que probablemente no merece a las personas que habitan su territorio, tan turbios, oscuros, y poco dignos en situaciones como ésta.
En todo caso, dada la envergadura de los consejos recibidos (quedo en deuda permanente), no me queda otra opción que actuar con el mayor esmero, inteligencia, e integridad.
Espero estar a la altura. Y si hay que reclamar por la devolución de una peseta, mientras sea justo, se reclamará (era de la tierra de mi querida abuela, así que algo me habrá tocado).
Mientras, en el mundo real, al Rainbow Warrior le impiden el paso en Valencia los que juegan con los barquitos. Cuestión de prioridades.