Considero que un elemento fundamental para que la Educación Física funcione tiene que ver con los docentes que la imparten. Espero que en esto haya consenso, y no sea una idea carente de sentido.
Y esos docentes, en la escuela pública, salen de un proceso de oposición. Este proceso de oposición me parece una muestra evidentísima de la falta de principios y de ética profesional por parte de sus responsables (y en buena parte, mía también, por ser partícipe de la misma). Después de todo, me acabará pareciendo más justo y cabal el proceso seguido en los colegios privados o concertados. Al menos aquí acaba siendo un conocido, un familiar, y algo es algo. O, en el mejor de los casos, como a mí me ocurrió, tras una o dos entrevistas, saben mucha más información sobre tu vida, sentimientos, aficiones, que la que permite obtener el proceso selectivo folclórico que está en marcha.
Y menos mal que recibo palabras amigas de cautela, de calma, de sensatez. En caso contrario, a saber.