viernes, 30 de marzo de 2007

LA ALEGRÍA, EN UNA PELÍCULA Y EN UN SALUDO. LA TRISTEZA, EN LA ESPECIE HUMANA.

El miércoles vimos en la escuela La Historia Interminable. Esta película, además, incluye el estímulo de girar en torno a las aventuras que se desencadenan a partir de la lectura de un libro, por lo que el mensaje implícito también tiene su interés. Tuve ciertas dudas sobre la capacidad de los pequeños de seis y siete años para verla sin aburrirse o sin entenderla, pero no hubo ningún problema y todos salieron de la escuela esperando encontrarse con su dragón blanco de la suerte. Comprobar la ilusión y sentimientos que se desataron en sus mentes tras una historia fantástica como ésta devolvió un poco de color al deslucido maestro gris en que andaba convertido estos días. Aprovechamos para realizar unas cuantas actividades de escritura con el pretexto de la película, describiendo en ellas a los personajes, los momentos que más les gustaron, o inventando una historia que partiera de una situación similar.

A mí me encanta la película, la he visto muchas veces, y su banda sonora me traslada en un instante a mi feliz infancia. Me gusta especialmente un recurso utilizado en otros libros y películas, consistente en establecer cierto juego comunicativo entre el lector o espectador, un personaje lector, y lo leído. Por ejemplo, me maravilló la ingeniosa relación que el autor establece en El Mundo de Sofía (Sofía, Hilde, el Mayor…).

Hoy he pasado por Beceite. Con este pueblo ya me une la relación de conocer a muchos de sus niños, puesto que estuve con ellos en el CRIET en el primer trimestre. También a sus maestros, como Abel, que alguna vez se asoma a este rincón. He llegado hasta el pueblo únicamente por la ilusión de ver a alguno de esos niños. Tras las primeras casas ya sonaban algunas voces gritonas y alegres. Al volver la esquina he visto a dos niñas, y, cuando he pasado por su lado (iba de incógnito) les he gastado una broma (un concierto en el CRIET que dio para muchas risas y comentarios…). En un momento han caído y han gritado ¡José Luis!. Así que he hablado un poco con ellas, me han preguntado si acudiría en el tercer trimestre y les he dado recuerdos para sus compañeros. En definitiva, he salido de este precioso pueblo con una sonrisa.

Hace tiempo que intento ceñirme a los temas escolares, puesto que es de lo poco sobre lo que tengo algo que contar y para lo que aún tengo fuerzas e ilusión por escribir. De cualquier modo, por la gravedad del asunto, hoy citaré un titular (aunque escondido en esas páginas finales que parecen de relleno y cuya sección tiene el curioso apelativo de Galería, antes también conocida como Cultura) de Heraldo de Aragón: “Carbonell augura la extinción de la mitad de la especie humana en el siglo XXI; basa su pesimismo en el comportamiento de la humanidad”. El señor en cuestión es el codirector del yacimiento de Atapuerca, así que algo de criterio se le puede suponer. Me llama la atención que una frase de este calibre pase desapercibida entre las páginas de variedades. Si se le atribuye rigor y valor, merece la portada, y si se toman como las palabras de un agorero, pesado, y alarmista…, sí, entonces quizá estén en el sitio oportuno.

Esta semana otro par de pajaritos y algunos mamíferos me siguen provocando complicados pensamientos. Cada vez contemplo con mayor confusión los límites entre la vida y la muerte. Ya apenas puedo distinguir lo uno de lo otro. No entiendo qué significan ambas, ni los motivos de su existencia.

miércoles, 28 de marzo de 2007

ENTRE EL GRIS Y EL NEGRO.

Hoy me han confirmado que caminé varias horas por el barrio de la ilegalidad. No pasa nada. Fue por exceso, no por defecto, lo que puede considerarse en el juicio de la conciencia como un atenuante. Además, cada uno busca estímulos donde puede. Ya saben donde encuentro los míos.

Ya son varias las semanas en las que me siento un maestro gris, apático, y atolondrado. Falta chispa, orden, alegría. De todos modos, como casi ciclista que he sido, sé que el trabajo en los días grises es precisamente el que te permite, al final, llegar un poco más alto. Por esto, cada día trato de dar un pequeño paso, algo que sumar, en espera de que los días vuelvan a sonreír.

Estos días los niños tienen un comportamiento que me preocupa. Son continuos los enfados y las quejas entre ellos. Esto tiene que ver con el ámbito familiar y extraescolar, por lo que atenderlo es complicado. Un par de comentarios hoy me han enfadado especialmente, y he tratado el asunto durante un buen rato. Al menos, me consuela que los niños han sido capaces de captar que mis palabras se referían a algo grave y preocupante.

Por otra parte esta lo del compañerismo. Hoy, mientras comía, meditaba el asunto. Hasta qué punto eran justificables las quejas de algunos niños ante el grupo en que se incluían. Poco me tenían que explicar sobre compañeros en régimen parasitario, que les estropean los trabajos o les retrasan. Finalmente, he concluido que mis alumnos no tienen como objetivo básico el rendimiento, por lo que ayudar a un compañero puede entenderse como un fin tan necesario como el anterior.

Hoy hemos tenido la reunión de evaluación. Fulanito lee bien, escribe regular, aprendió mal la lista de los verbos, falló en las tablas del siete y del ocho, y tal y tal. Me queda la sensación de siempre, que hemos analizado una parcela minúscula, ridícula, de lo que supone, o podría suponer, la escuela para los niños. Quizá estas reuniones respondan a la necesidad de justificar con unos cuantos papeles el trabajo que hacemos cada día.

Tal vez un bote con una serpiente de escalera y un poco de formol sea suficiente para constatar la distancia entre un maestro y los alumnos.

sábado, 24 de marzo de 2007

Ri-CO-TIII, RI-CO-TIII, RI-CO-TIII, ….; UN MILAGRO ARAGONÉS, OTRO, EN PROCESO DE DERRIBO Y VENTA.

Tras una operación de apendicitis, visitamos a la joven alumna para interesarnos por su salud y dejarle un par de libros que le hagan más llevadera su reposo.

Ayer tuve la suerte, o lo contrario, de asistir en la sede de ANSAR a la proyección de un vídeo sobre las estepas aragonesas creado por el ornitólogo y fotógrafo Miguel Ángel Bielsa. En primer lugar, ese espacio popularmente conocido como “secarral” se nos mostró como un biotopo de incalculable riqueza geológica, paisajística, botánica y faunística. Incalculable, digo. Un precioso documental de cuarenta y cinco minutos fruto de cinco años de trabajo. Tierras salinas, increíbles adaptaciones al medio, alondra de dupont, alcaraván, endemismos florales aragoneses en peligro de extinción, soledad, silencio, tierras vírgenes. Un lugar que impresionaría si lo pusieran en la maldita TV y dijeran que estábamos viendo Arizona, o algo por el estilo.

Sí, y la cruz. La miseria humana. Las promesas preelectorales, el donde dije digo…, el no recuerdo bien…; aclarando: vertederos, urbanizaciones, polígonos industriales, son los elementos que nuestros guías políticos, visionarios del mundo mejor que todos anhelamos, están eligiendo para adornar ese biotopo que hace de Aragón un lugar único en Europa.

Hay cosas que me parecen tan obvias que no comprendo cómo algunos piensan de manera tan diferente. No comprendo cómo el interés económico puede ser el motor principal de nuestra sociedad, de la política, de nuestras vidas; cómo algo tan volátil, tan efímero, puede ser lo más importante; cómo puede ser que nuestra vida, un imperceptible e incomprensible destello dentro del desconcertante universo, y que se apaga, quizá en breves instantes, con el suspiro de la mínima brisa, pueda estar irremisiblemente cegada por el progreso desaforado, por la ostentación, por la posesión de grandes riquezas. Cómo somos tan necios, tan incapaces, de no subir un escalón más, de no llevar la mirada un metro más lejos, de no escuchar otros sonidos, de no sentir un pequeño cosquilleo allí donde dicen que las personas tenemos los sentimientos, o la inteligencia.

Es por esto que tengo serias dudas sobre si merece la pena conocer, o resulta de mayor provecho permanecer ajeno a todo y vivir en el feliz desconocimiento. O no, quizá ya no tengo dudas.

(foto D. Trujillo).

viernes, 23 de marzo de 2007

LOS TOCINOS NOS MUESTRAN SUS ENCANTOS.

El miércoles visitamos el secadero de Jamones Peñarroya. Ya señalé hace unas semanas que pretendía acercar a los alumnos a diversos aspectos de su pueblo, como son algunas de sus empresas e instituciones. También indiqué la necesidad de planificar mejor la actividad, puesto que la persona que nos atiende no tiene la obligación de conocer nuestras necesidades, o simplemente le puede resultar complicado adecuarse al nivel de los niños.

En este caso, la satisfacción ha sido grande: comenzamos con un paseo de casi tres cuartos de hora hasta la empresa. Por el camino (una tranquila pista forestal), y con las fuerzas intactas, saltos, gritos, y carreras. Ya en el secadero nos mostraron el proceso de salado, los posteriores procesos de lavado y ventilación a diferentes temperaturas, el momento de cubrir con la manteca, y la sala final donde algunos miles de jamones aguardaban su momento idóneo.
Aprendimos que los jamones son de hembras o de machos castrados (de paso, nombramos a Farinelli), que con sal sólo están diez días, que transcurren dieciocho meses desde la entrada del jamón hasta que alcanza su punto para la venta, que los cerdos viven escasos seis meses hasta que se les sacrifica, o que, estando las granjas a escasos metros del secadero, los cerdos viajan a morir a Barcelona, para volver después sus patas casi al mismo lugar de donde partieron. Aprendimos también que un secadero de jamones sea probablemente el sitio donde uno mayor placer puede dar a su olfato (menuda opción de negocio para los perfumistas).

Por otra parte, nos habíamos propuesto mejorar nuestro comportamiento respecto a visitas anteriores, y fue bonito comprobar como los niños esperaban pacientemente su turno para hablar, como escuchaban con mayor atención las explicaciones, y como realizaban algunas curiosas y oportunas preguntas. Algunos escribieron breves notas en sus cuadernos, y con todo lo recogido, tangible o mentalmente, hemos realizado algunas actividades en clase para sacar mayor provecho a la actividad: procesos tradicionales para conservar los alimentos, efectos y diferentes usos de la sal, diferentes trabajadores en torno al jamón (criadores, transportistas, carniceros, trabajadores del secadero, etc.), etc.

En la vuelta, ya cansados los traidores, seguimos el rastro de unos cerdos, pero salvajes, comprobamos el autor de unas cuantas huellas, observamos el vuelo majestuoso del buitre, y recolectamos algunas muestras para nuestro herbario, además de robar unas cuantas imágenes a la madre naturaleza.

Cambiando de asunto, hoy hemos reunido a los padres (madres 100%, claro) para informarles que en el día de la familia del día treinta de este mes deberán realizar unos talleres de cocina en el aula con los niños. Entre madres que trabajan y madres ocupadas la participación no será excesiva. Algunos no creen en estas actividades, piensan que el papel de la familia poco tiene que ver con hacer un taller de cocina, y que los esfuerzos deberían dirigirse en otras direcciones.

El trimestre ya se acaba. Y me acuerdo lo que hacía y lo que pensaba hace un año. Me acuerdo bien. Y casi sé qué pensaré el año próximo, si aún estoy por aquí.

lunes, 19 de marzo de 2007

OFICIALMENTE, LA LEY NO OBLIGA A ESCRIBIR EN UN BLOG.

No sé qué debo decir. Ayer, la mujer de un ciclista al que veo de ciento a viento, me decía: “Serafín dice que este año no debes estar tan contento, que te ve casi todos los sábados, cuando el año pasado apenas te alejabas de Ansó”. Y, claro, si este buen hombre percibe estas cosas, qué no sucederá realmente.

Mis sentimientos van de la felicidad absoluta con mi trabajo, con mi familia, con mis aficiones, a la desolación completa cuando se cruza un tipo como este, al que tengo que ver y escuchar cada día. Un tipo que me hace sentir triste, fuera de lugar, desgraciado, y con ganas de marchar y no volver.

Hace años tuve un jefe en las piscinas municipales que era la representación absoluta de la falta de educación y respeto hacia los empleados. Gritos, broncas, siempre con actitud vigilante, atento para pillar a alguien y lanzar sus reproches autoritarios. Pues algo así vuelvo a sentir. Cuando alguien habla en nombre de la ley, con la soberbia que ningún cargo otorga, no atiende a situaciones concretas y excepcionales, …, me deja hecho polvo. Necesito la libertad ansotana, no tener unos ojos siempre dispuestos a examinarme. Más o menos, ya sé en que consiste mi trabajo, lo que debo hacer, y creo sinceramente que hago un poco más de lo legalmente establecido. Me siento amargado, sólo, y con ganas de marchar mañana a otra escuela.

Por lo demás, aparte de la actividad que comenzó a gestarse el sábado (algo realmente bonito en la cabeza), he puesto a los zagales unos cuantos vídeos: un trocito del documental sobre la escuela rural francesa Ser y Tener, que les ha hecho mucha gracia dado que encontraban muchas similitudes con nuestro día a día, con su propio comportamiento; en el Vientre Materno, el documental de Nacional Geographic donde se explican los diferentes momentos del embarazo, para resolver algunas dudas que habían surgido los días anteriores sobre el tema; y hemos hecho unos intentos de videoconferencia con los niños de otra escuela. Han podido comprobar qué demonios era una webcam y para lo que servía. Lógicamente, no es para menos, han quedado perplejos. Supongo que la ley no obliga a que traiga a clase mi ordenador, mi webcam, mi cámara de fotos, mi escáner, mis libros, …y los aporte sin pensarlo para tratar de enriquecer al máximo mis días con estos alumnos. La madre que parió a lo oficial y a sus secuaces.

Y ahora esperaré el rato largo que falta para que se graben las películas y canciones entregadas como agradecimiento a los escritores que cada semana nos regalan sus historias.

Ya ves Jaime, ya vuelvo a ser un pobre maestro cabizbajo. Cosas del péndulo.

sábado, 17 de marzo de 2007

UN AZUL QUE DIFÍCILMENTE SE OLVIDA.

Siguiendo con el empeño de encontrar cosas bonitas por el mundo, y disfrutar mirándolas, que quizá sea lo único que importe, hoy me apetece traer aquí unas cuantas palabras que le he robado a un tipo en un foro. Da la casualidad de ser mi hermano, pero da igual. El asunto tiene que ver con tener la sensibilidad suficiente como para sufrir e ir a casa triste por la muerte de un precioso animalito.

Habiendo tantas personas, en ocasiones nombradas en el blog, cegadas por el egoísmo, el dinero, el poder, ajenas al mundo, a su pasado y su futuro, parece justo acercar aquí un relato que representa todo lo contrario: una mirada limpia, sencilla, emocionada, que contempla algunos detalles del milagro y regalo que supone estar vivo cada día. Espero que alguna vez disfrutéis del vuelo del martín pescador, el bólido azul de los Galachos de Juslibol.

“Bueno os cuento la tarde.
Bici, pedaleos, por fin llego, un cernícalo sale espantado a mi paso por debajo del cortado, mochuelos no, búho a medias (lo veo pero se esconde después de unos segundos).
Me meto por el soto, no sé dónde ir, he leído que en ocasiones los picos van a comer a comederos, así que me voy a uno que conozco un poco escondido donde los del centro van a echar comida, por ilusión que no sea, el comedero está seco y ni rastro de nada; lo peor es que allí habían puesto una especie de hide con una tabla de conglomerado donde escondido detrás de ella podías ver el comedero perfectamente, pues bien, el balance de la primera semana de mayor afluencia de visitantes: tabla reventada, rota, chafada, tendrá arreglo, pero...
Marcho de allí y me meto por el camino donde la semana pasada bimbé a los agateadores, un pito real me grita casi en la oreja y sale volando (es la segunda vez que lo veo), allí currucas capirotadas, un cormorán me sale de los pies, ruiseñores bastardos, y un pajarito me llama la atención en un chopo,... ese antifaz...PÁJARO MOSCÓN¡¡¡¡¡¡¡¡por fin¡¡¡ me parece que un macho por lo que pone en mi guía, saltando de rama en rama por el chopo.
Salgo al camino principal, hay dos pescadores en el puente de los martines así que no quiero dar la nota con el telescopio. No por nada sino para que no sean descubiertos; me meto por otro camino, carboneros cantando, mosquiteros comunes cantando ("chip, chap, chip, chap..." si no me he informado mal.)...
Al salir de unos chopos detrás mío salen pajaritos volando como asustados, un poco mosqueado sigo mirando y una figura me pasa justo por encima volando bajo...TOMA, GAVILÁN¡¡¡ Alas anchas cola larga, el dibujo... No era muy grande algo más robusto que un cernícalo.
Acudo al punto exacto donde veo a los martines, al pasar por el puente y mirar hacía allí, un azul inconfundible contrasta con el color del agua...
Al llegar allí miro la zona, tiene muy buena pinta muchos agujeros, el sitio está un poco escondido, aunque la marca de los "cerdos" (y que me perdonen los pobres cochinos...) está presente, latas, botellas, plásticos...
De repente me da un vuelco el corazón... veo esa figurita, azul increíble, tirada en el agua, un martín pescador yace en el agua sin vida, tristeza, lo que he sentido después se resume en eso...tristeza.
Después muchas golondrinas sobrevolando la laguna del Plano, fotos al gran duque, un comportamiento extraño de un cernícalo haciendo lo que parecía atacar al un colirrojo tizón, los mochuelos que no aparecen...Ya no es lo mismo...
Ya no hay marchas atrás, el día era muy bueno, pito real, moscón, gavilán,... vuelvo a casa sin ganas, había una pareja, lo más lógico es que ese martín sea uno de los miembros de esa pareja que yo veía y que casi seguro este año hubiera agraciado al galacho de más color, un azul que difícilmente se olvida...”

(Pablo).

jueves, 15 de marzo de 2007

SEGUIMOS EL CAMINO. ESPERAMOS UN AVITUALLAMIENTO (no por falta de fuerzas, más bien por lo contrario).

Hoy, lo que faltaba, hasta se han enfadado conmigo. Obligado a cometer un gran despropósito y, además, con estas bromas. Debería computarme como méritos para los concursos de traslados.

Esta semana, en conocimiento del medio me propuse tratar algunos aspectos sobre las ciudades. Por ello, en primer lugar, comenzamos a conocer algunas de las más representativas. Durante casi tres sesiones hemos realizado unas actividades muy majas, que supongo sorprenderían a algunos. Con mi ordenador y con el cañón proyectando he ido realizando búsquedas de las ciudades previstas (Huesca, Teruel, Zaragoza, Lisboa, Dakar, Roma, Japón, Moscú, París, etc.). De cada ciudad buscábamos los datos más relevantes (habitantes, principales monumentos, historia, etc.) y algunas fotos representativas. En un instante conseguíamos la información y las imágenes, que yo iba guardando y los alumnos anotando en su cuaderno. Además, cualquier duda (como la de Fernando, que consultaba por el motivo de construcción de la Estatua de la Libertad) la resolvíamos en un segundo en Wikipedia, y con Google earth volábamos hasta el lugar de nuestro estudio, apreciando su ubicación en el mundo, su orografía, su tamaño relativo, e incluso pudiendo observar imágenes en directo de Tokio desde algunas de sus cámaras web. Por si el milagro tecnológico no fuera suficiente, mirábamos de reojo la ventana que teníamos minimizada con imágenes en directo del nido de águilas perdiceras (de las pocas que aún subsisten en España) del Parc del Garraf, atentos por si los padres llegaban con comida para el pollo, o por si éste se decidía a emprender su primer vuelo. El único inconveniente estaba representado por la lamentable conexión con la que contamos, desesperantemente lenta e inestable.

Desde la dirección general de ajustes y recortes económicos del departamento de Educación se nos ha informado hoy que los armarios solicitados para poder llevar a cabo nuestra soñada y pensada exposición naturalista no se ajustan al presupuesto. Que volvamos a rellenar la solicitud y la enviemos nuevamente por si en el nuevo ejercicio económico tenemos mayor fortuna. Rellene y juegue de nuevo, como la Bonoloto o el Rasca y Gana de la ONCE. Y en el Juslibol de Tundra seguirán jugando a los soldados, con la cara muy pintada, y con granadas de mil euros la unidad.

lunes, 12 de marzo de 2007

PALABRAS SENCILLAS.

María es una niña de infantil. Apenas he entrado en su aula tres veces en todo el curso. Hoy por la mañana nos sorprendía su aparición en clase junto a su madre. Nos han dicho que venían a dejarnos unas cosas que Maria había encontrado en el monte el domingo y que había cogido pensando en nosotros, en dárnoslas el lunes. Venía acompañada porque le daba vergüenza entrar sola. Le hemos dado las gracias y me he sorprendido de que una señora tan joven haya tenido ese interés y ese gesto tan bonito y desinteresado.

El blog se llama como se llama por culpa del libro de José, por la introducción de Severino Pallaruelo, como ya constaté en el escrito con el que nacimos cibernéticamente (octubre de 2005, qué curioso y desagradable leer pensamientos tan lejanos). La semana pasada pensé mucho en las palabras sencillas. Ya rondaban por mi cabeza, pero tras la visita de los forestales lo constaté. En primer lugar, no me gusta que las actividades que aquí se hacen sean para todo el CRA, sin apenas libertad organizativa por mi parte, como la que disfrutaba el año pasado. Cuando se informó de su visita, consulté sobre el tema que iban a tratar, lo que no se me pudo contestar (“traerán algún cepo, y hablarán de… no lo han aclarado bien”). La cuestión es que la actividad me pareció un desastre, puesto que dentro del inagotable e incomparable baúl con el que cuenta, o podría contar, una persona que trabaja en plena naturaleza, se limitaron a traer cepos para atrapar diversos animales (explicando, eso sí, que estaban prohibidos), y a poner cuatro diapositivas de paisajes. El lenguaje durante la charla fue inaccesible para el auditorio (3-7 años), y los niños, que aún no cuentan con recursos para solicitar aclaraciones, pasaron ese rato cual vaca que contempla el paso del tren (en el mejor de los casos). Así que me planteo muy seriamente ejercer el mayor control posible en torno a las personas que se acercan a mis alumnos para contarles asuntos de la vida (aunque no dependa de mí…). Qué les vais a contar, y cómo lo vais a contar. Palabras sencillas y asuntos de nuestro interés, por favor. Y puestos a pedir, un poco de alegría y pasión por lo que se cuenta.

Para la historia de esta semana me he permitido una pequeña licencia, un pequeño experimento, una mínima trampa. Hemos decidido que “La Ciudad de los Niños” será el título de la historia, y tras explicarles algo de ese libro , de A. Tonucci, y de cómo podrían tejer sus historias, he planteado que quizá sería bonito que alguna persona mayor de su entorno (familiares, vecinos, amigos, …) participará también y nos brindaran su relato para ser leído en clase. Algunos se han sorprendido, pero seguro que más se sorprenden algunos adultos al ser requeridos como improvisados escritores. El asunto no es una mera probatina, tiene su sentido. Veremos el resultado.

Sigo recibiendo regalos, y los agradezco. A él, por su generosísima cita, ya le di las gracias, y las reitero; a la madre que acaba de marchar, por su amabilidad, y por hacer mi trabajo tan fácil; a mi hermano, porque, aunque le hubiera matado (y no descarto hacerlo),…da igual, aún no entiendes; a ellas, por ser eso mismo; al otro, por veintisiete años de estar siempre. A Ignacio, Abel, por sus palabras y amistad. En fin, gracias a todos. El barco sigue con buena tripulación (mantenemos a raya a las ratas que aparecen), con clima y rumbo favorable. Viajamos en busca no de una tierra, sino de un olor, de un sonido, y de una sensación.

jueves, 8 de marzo de 2007

TARABILLA COMÚN, EL TIEMPO, LA POESÍA.

Ayer me disponía a comenzar el puerto cuando vi un pajarillo muerto en la carretera. Al volver, estaba en el mismo lugar, pero, aún inmóvil, parecía tener un mínimo hilo de vida. Lo cogí y lo llevé a casa. Se trata de una Tarabilla común, un pequeño pajarillo de menor tamaño que un gorrión. Pudo herirse con el impacto de un coche, o por la fuerte tormenta de viento, el caso es que apenas se mueve, no se tiene en pie, y mantiene casi todo el tiempo los ojos cerrados. Cuando sostienes un ser vivo entre las propias manos, sientes sus latidos, su respiración, su mirada asustada, el asunto de vivir penetra en extraños callejones. Espero, en todo caso, que la pobrecita tarabilla no tenga la mala suerte de que un ser humano sea lo último que sus ojos vean.

Esta semana me propuse enseñar a los pequeños hombrecillos lo que era una encuesta. Evidentemente, nos pusimos manos a la obra. Diseñamos unas sencillas preguntas, le dimos la forma adecuada, y hoy han asaltado a toda persona que se movía por las calles del pueblo con el fin de que respondieran a las cinco cuestiones planteadas. Han trabajado por parejas, y para que volvieran a la escuela a la hora necesaria, les indiqué que todos trajeran un reloj. Para muchos, llevar reloj era una novedad, y han pasado el día preguntando a qué hora teníamos una clase, a qué hora empezábamos otra, etc., con el fin de poder contrastar y poder seguir la información en su reloj. Mientras subía las escaleras al lado de Cristian, él iba a clase de catalán, me ha preguntado: “José Luis, ¿hasta qué hora dura catalán?”, indicándole yo que hasta las diez y media. Entonces ha mirado su reloj y, con gran espanto, ha vuelto a preguntar: ¿hasta aquí!!!?, mientras señalaba el correspondiente espacio en la esfera. A continuación, ha lanzado uno de los suspiros más significativos que yo recuerdo. Creo que ha comprendido justo en ese instante lo lentas que transcurrirán para él muchas clases hasta dentro de unos cuantos años. A pesar de todo, Pablo, Paula, ya sabéis, disfrutad cada instante (aunque sea lunes, Pablo).

Y de nuevo, he sido premiado con dos regalos. Una niña de segundo ciclo, no demasiado trabajadora, ha bajado y me ha entregado unas hojas que han resultado ser… ¡poesías!. Me ha contado que le gustaban, y que había escrito ella unas cuantas, además de haber copiado otras que le gustaban especialmente. Las bajaba para que las viera. Lo hemos agradecido, y las ha leído para todos nosotros. Ahora pienso que debería haber aprovechado para mostrarle algún libro de poesía que tenemos en clase. A ver si mañana aún llego a tiempo. Por otra parte, un segundo niño nos ha traído otro par de animalillos disecados. Tener una colección de seres vivos muertos no me parece la mejor opción, pero con las oportunas precauciones nos sirven para algunas cosas. Y lo importante, lo de siempre, el interés de un niño que no es de mi clase por acercarse, prometernos su ayuda, negociar con su familia, y finalmente colaborar y poner su granito de arena para que nos vaya mejor. Gracias a ambos.

martes, 6 de marzo de 2007

LA CARA OCULTA DE LA LUNA.

Anoche salimos a las 18h30' de la plaza como estaba previsto. Resultó que la convocatoria inicialmente hecha a mi clase se extendió a toda la escuela, y finalmente acudieron veintitrés de los veintiocho niños disponibles, lo que me parece un gran éxito y una enorme alegría.

Los niños esperaban la salida mirando con los prismáticos, pasándolos de unos a otros, buscando pájaros u objetos lejanos para intentar afinar la vista y observarlos, etc. La plaza del pueblo era un espectáculo. De camino al lugar de la observación el pretendido silencio se convirtió en un bullicio quizá excesivo, y cerca del destino tuvimos la enorme suerte de contemplar un grupo de cabras con varios machos luchando entre sí, a cabezazo limpio, en busca del liderazgo y de las mejores hembras. Un espectáculo que muchos niños contemplaron por primera vez, con el añadido de tener un montón de prismáticos disponibles para analizar mejor los detalles. Después más carreras, gritos, y a esperar.

Esperamos a la luna. Y la Luna no llegó. La semana pasada perdí mi librito de Mariano Castillo, y no sabía la hora exacta de salida del astro hermano. El caso es que tras esperar mucho tiempo tuvimos que irnos sin verla (salía a las 21h15'). Una tremenda pena. A pesar de todo, los niños se lo pasaron muy bien, puesto que no tienen muchas ocasiones para jugar en el campo durante la noche, con linternas, mil estrellas, y una hoguera dando un poquito de luz y calor (un abuelo pastor nos acompañó, y ...). Falta de previsión por mi parte. Un fallo que no debí cometer.

La maestra de educación especial se ha casado con otro maestro del CRA. Éste último ha sido sustituido inmediatamente, pero la maestra de educación especial no. No sé qué demonios de perfil de plaza, de terminología, de plaza singular o…; el caso es que la administración saca la plaza sin que sea obligatorio aceptarla, y ningún interino ha estimado oportuno trabajar más de un mes (1600 euros, la experiencia, los puntos…). Consecuencia: las ocho o diez horas semanales en las que mi alumno discapacitado contaba con una persona que le atendía adecuadamente se diluyen entre papeles y burocracias. El alumno estará este tiempo desatendido, un poco más, y controlar su comportamiento, atención, aburrimiento, interferencias en las clases, etc., será un poco más complicado. Brillantes ideas educativas.

Nuestra colección naturalista sigue creciendo. Hoy con lo que parece ser un cráneo de gato, así como con dos viejas piezas disecadas de oropéndola y cárabo (el ulular del cárabo…). Tenemos la costumbre de enseñar en el resto de clases algunas de las cosas que van circulando por la nuestra. Básicamente porque a los otros niños les gusta, aprenden, y a mis alumnos les sirve para hacer un esfuerzo comunicativo y explicar los aspectos que rodean lo enseñado. Hoy en una clase, a la expectación y curiosidad de los niños le ha acompañado la cara de asco del adulto-a que en ese momento les hacía compañía. Hay un dato que tiñe a la cuestión de mayor dramatismo, pero da igual. ¿Quién hace dejar de fumar con un puro en la boca?, ¿Puede enseñar hábitos alimenticios saludables una persona enferma de anorexia?, ¿Puede enseñar a mirar el mundo una persona que hace ascos a buena parte de ese mundo?, ¿por qué no hacen algún examen de esto en magisterio, o en alguna parte?.

Nuestra historia de esta semana se apoya en otra de esas pequeñas joyas de Aula Libre (gracias otra vez). He leído a los niños siete comienzos de historias, han elegido la que más les gustaba, y les he propuesto escribir esas cinco o seis líneas iniciales para luego dirigir la historia por el camino que eligiesen. Han elegido “El Canto de las Ballenas”, de Sheldon y Blythe: “La abuela de Lili comenzó así su […] eran las más extraordinarias criaturas que jamás podrías imaginar”. Intentaré conseguir el librito, leerlo, traducirlo al idioma de los duendes, y el lunes veremos en qué consiste realmente esta historia y en qué consisten sus relatos. Veremos qué diferentes son unos y otros y hablaremos sobre ello.

También hemos aprovechado unos minutos de proyector que conseguimos robar a los de tercer ciclo para enviar unas preguntas a un foro de internet (http://www.elornitólogo.com/) sobre naturaleza. Espero contar con la generosidad de sus usuarios, y mañana mostraré a estos pequeños hombres las respuestas que nos han ofrecido.

viernes, 2 de marzo de 2007

E PUR SI MUOVE (gracias por lo enseñado Inde). Vaya si se mueve.

Hemos visitado el ayuntamiento de Peñarroya. Ha sido interesante, pero he acabado convencido de que para próximas visitas debo tratar previamente y con detenimiento algunas cuestiones con las personas que se dirigen a los alumnos: contenido de la charla, tiempo, espacios en los que estar, etc. Ni mucho menos deseo criticar a nuestros anfitriones, pero he percibido que, dadas las condiciones peculiares de un público tan menudo, es obligación mía controlar mejor algunos factores, como los citados, en beneficio de la actividad.

Aproveché la visita a Alcañiz ayer para comprar unos paneles de madera. Los emplearemos en conocimiento del medio haciendo unas maquetas. Cuando iba a pagar me fijé en unos cuadernos de dibujo y compré uno. Entre ayer y hoy he pasado varias horas dibujando el contenido de unas fotos que hice días atrás a unos gorriones sobre el tejado. A su vez, esta mañana, mientras acudía a realizarme análisis de sangre, los somnolientos caminantes se sorprendían ante un tipo que hacía fotos a unos pajarracos y algunos edificios a semejantes horas. Para el lunes Pablo me dejará el telescopio para observar la luna con mis alumnos. He acabado ahora mismo de regar, ya con vistas al tema sobre flora del tercer trimestre, los geranios, los cactus y las siembras personales (ajos, pipas, garbanzos, …). Miro el calendario con ansiedad ante la primera carrera. Mañana me levanto temprano y…si supieran qué haré…, pensarían que ando un poco turuleto, que decía mi abuelo. El sábado me esperan mis padres, siempre los padres, Pablo para despertar a los pájaros en Juslibol, Paula para hablar todas las palabras guardadas durante dos semanas; y tantas otras cosas. Muchas noches, quizá todas, pienso en la muerte, en mi muerte, y me duermo por no echarme a llorar. Soy tan feliz, y deseo hacer tantas cosas.

Esta semana (hoy tres niños) me han traído a clase algunos libros. Estos niños no son de mi clase, lo que aumenta mi emoción. Un libro de manualidades que utilizaba su madre cuando iba a la escuela y “quizá te gustaría verlo”, decía Ainoa; una enciclopedia de animales dado que “tanto te gustan los animales”, indicaba Jorge; y un libro de viajes por espacios naturales de Aragón (José María Cereza, cómprenlo y la naturaleza aragonesa hará el resto), que simplemente “te enseño porque es un libro bonito, con magníficas fotos, y que el autor ha dedicado a mi padre”, comentaba el alegre Nacho. Ojalá algún día alguien me vea y también me diga: “mira, por ahí viene el de los libros”. Igual ese día seré buen maestro.