Siempre he sentido que puedo
mantener dignamente en marcha un par de asuntos. Cuando se presenta un tercero
o un cuarto tengo la certeza de que debo establecer prioridades o algunos de
ellos va a sufrir escasa atención. Es lo ocurrido con la escritura durante este
curso.
Trabajo y vivo en uno de los
lugares más asombrosos y deslumbrantes de todos los posibles. La persona que
mejor me conoce dice siempre que tengo mucha suerte, bien sea para aparcar,
bien para asuntos menos mundanos. Y seguramente tendrá razón. Tras un tiempo de
otras cosas, vuelvo a sentir cada día los ritmos naturales: la luz menguante,
el frío que gana espacio, las noches estrelladas y silenciosas, el agua que
corre cada día ajena a Bankia y otros productos de la marca España.