miércoles, 24 de diciembre de 2008

CUATRO MESES, LA TIERRA CONTINÚA GIRANDO.

Pajarico de cola color colorado sueña.

Siento cierta alegría de haber superado cuatro meses de curso dificilísimos. Estoy feliz por ello, por sentirme cada día más contento y compenetrado con los niños, y por tener el privilegio de trabajar al lado de maestros luminosos para los que los alumnos son la prioridad y todo lo demás va por detrás. Digo esto pensando en aquellos que critican mi pesimismo vital. Aquí hay un gran ejemplo de fortuna y alegría.

Palabras Sencillas sigue siendo un instrumento privilegiado para compartir ideas, libros, esperanzas, angustias,…, con los que ahora estáis leyendo estas líneas. Por ello, y por las perspectivas de la realidad que automáticamente se amplían al escribir sobre ella, esperamos seguir rellenando este cuaderno de viaje durante el dos mil nueve.

Supongo que cuando uno camina desorientado, aturdido, es normal buscar nuevas referencias, encrucijadas que descubran direcciones favorables. Imagino que llegado a un inhóspito y lúgubre lugar estará permitido, justificado al menos, adentrarse en vías no exploradas. Que el asunto carezca de sentido no significa que uno no pueda entretenerse en buscarlo.

Me retiro durante unos días. Alimentaremos el cuerpo de sueños. Las últimas palabras serán dedicadas a unas fotos del lugar en el que finalizan las huidas desde hace unos catorce años.

domingo, 21 de diciembre de 2008

SOBRE UN PEQUEÑO MILAGRO.

Monte Oscuro, pensamiento claro.

Los festivales navideños suponen un gran alboroto en la escuela durante muchos días y mi opinión hace un tiempo no era demasiado favorable, pero he ido conociendo distintos modelos y enfoques que me han hecho cambiar sustancialmente la opinión. En concreto, nadie que haya visto las producciones realizadas por los grupos de alumnos de Alfredo Larraz en Jaca en torno a la expresión corporal puede considerar negativamente este acto. El problema auténtico lo he observado cuando el acto se considera una obligación impuesta por los padres, por la tradición, por el pueblo, y se preparan actividades repetitivas que no aportan nada a los niños e incluso hacen perder tiempo de trabajo en otras parcelas. La opción opuesta significa entenderlo como una oportunidad para trabajar contenidos variadísimos con el añadido que supone el festival en cuanto a motivación, alegría, presión, o responsabilidad. Así, contenidos de expresión corporal, de dramatización, de trabajo internivelar (trabajo en equipo entre diferentes clases de distintas edades), encuentran un momento óptimo para su desarrollo.

Han pasado unos pocos minutos desde que ha concluido el de este año, y creo que en educación especial las consideraciones anteriores aún tienen mayor sentido: trabajo de autonomía, superación de miedos, aceptación de responsabilidades, acompañamiento y ayuda de compañeros más jóvenes o afectados, gestión del tiempo y el espacio, control de las emociones, aceptación de espectadores y comportamiento ajustado a los mismos, son unos pocos ejemplos de los muchos elementos que durante unas decenas de minutos los niños ponen en juego. Y, por supuesto, la alegría que se vive durante ese tiempo es magnífica. La alegría es probablemente lo único importante en la vida, y si se refleja en la cara de los niños supone un motivo suficiente para hacer casi cualquier cosa.

Durante el ensayo de la mañana ha ocurrido algo fascinante para un maestro de pedagogía terapéutica, así que directamente milagroso para un despistado y novato maestro de EF. En un momento dado, he acercado el micro hasta una niña a la que nunca he oído emitir palabras, sólo algunos sonidos, y ha dicho un claro y nítido “hola”. Su maestra se ha acercado y ha comenzado a nombrarle diferentes palabras que la niña ha ido repitiendo con asombrosa claridad: hola, adiós, quiero chocolate, feliz navidad, etc. Así durante diez o quince minutos. Escuchar esta especie de milagro comunicativo espontáneo y repentino ha ido provocando caras de emoción y asombro en los que estábamos en la sala y en el resto de personas que han ido acudiendo corriendo. Imagino que acontecimientos como éste serán los que me acompañarán en forma de recuerdos maravillosos mientras el latido constante del corazón nos permita formar parte del público en este desconcertante espectáculo que es la vida.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

DOS ILEGALIDADES Y OTRAS ZARANDAJAS.

Buscando el norte, que es el sur.

Acabaré el dos mil ocho con la sensación de fatiga y agotamiento mayor desde que intento ser maestro. El recuerdo de otros cursos tiene que ver con meses de mayo y junio llenos de sorpresas, alegría, y energía. Sin embargo, esta vez experimento, sin llegar a los cuatro meses de trabajo, una necesidad de descanso y desconexión nunca antes sentida. Me disgusta esa necesidad vacacional; me parece una evidencia indeseable.

Tras este tiempo, y con el primer trimestre ya finalizado, percibo nítidamente algunos progresos experimentados (desde la simple adaptación a un entorno tan diferente y especial hasta el planteamiento de sesiones con cierta coherencia y adecuación a los alumnos), pero sigo haciendo sesiones tan ridículas e improcedentes como la primera semana de curso.

Quizá el año finalice la semana próxima con un encuentro internacional e ilegal de EF, con dos asistentes apuntados por el momento. Otro pero que añadir al curso: el alejamiento de compañeros de EF con los que aprender. Igual que escribimos (…) aquí sin saber bien por qué, simplemente porque existe un impulso y una necesidad de hacerlo, o, quizá, porque la vida se ve de otra manera cuando es contada, también sentimos la necesidad de avanzar, de ofrecer algo mejor en el trabajo. Con la duda de hasta qué punto tiene sentido subordinar otras tareas importantes, sin comprender por qué pasa por la cabeza quedar una vez al mes en Lérida para compartir y avanzar, …pero haciéndolo porque así se siente. Ni siquiera lo hemos soñado antes, como el arquitecto o Víctor Juan, porque hay noches en las que más vale dormir.

Y cada noche unas líneas antes de cerrar los ojos. Que los versos sean los últimos chispazos del día para un aturullado espíritu, o sistema nervioso, o lo que demonios sea:

Ya duermen en su tumba las pasiones
el sueño de la nada;
¿es, pues, locura del doliente espíritu
o gusano que llevo en mis entrañas?

Yo sólo sé que es un placer que duele,
que es un dolor que atormentando halaga,
llama que de la vida se alimenta
mas sin la cual la vida se apagará.

Creyó que era eterno tu reino en el alma,
Creyó tu esencia esencia inmortal,
Mas si sólo eres nube que pasa,
ilusiones que vienen y van,
rumores del onda que rueda y que muere
y nace de nuevo y vuelve a rodar,
todo es sueño y mentira en la tierra,
¡no existes, verdad!

(Rosalía de Castro, En las orillas del Sar).

Ayer, el amigo islandés, nos contó lo de los delfines. Por supuesto, me ofrecí voluntario para la próxima. Estoy casi seguro que llegado el caso acabaré en el calabozo, pero la vida está penetrando en parajes donde cierto riesgo comienza a ser una imperiosa necesidad.

domingo, 14 de diciembre de 2008

BREVE NOTA SOBRE LOS SENTIMIENTOS DE UN MAESTRO DESORIENTADO.

Nómadas del Viento, la eterna promesa del regreso.

Escrito desde la remota hipótesis de que los sentimientos sean algo más que una entelequia.

Desde hace unas semanas, cada jueves se desarrollan reuniones entre los tutores de cada aula y el resto de personas que entran en su clase: fisios, logopedas, EF, etc. Durante las mismas, el tutor expone información detallada de sus alumnos, mientras que el especialista explica su trabajo con cada niño y los objetivos que plantea en cada caso.

En la última reunión celebrada, un tutor me recomendó la película “El aceite de la vida”. La acabo de ver y creo ofrece una visión útil para los que deseen conocer algunas características de una enfermedad rara denominada Adrenoleucodistrofia, que forma parte de las crueles enfermedades que conducen a la degeneración progresiva del sistema nervioso. Información adicional sobre la película, la enfermedad y la terapia aquí y aquí.

Tengo algo que escribir pero no encuentro las palabras. Ser maestro de niños que tienen algunas enfermedades o discapacidades está suponiendo un reto profesional de cuyo éxito tengo enormes dudas, pero, además, supone vivir experiencias muy intensas y especiales en el plano personal. Toda esta intensidad, las novedades en todos los sentidos, etc, están haciendo que estos primeros meses de curso constituyan un tiempo extrañísimo, de sensaciones difíciles de interpretar, de nervios como nunca antes (y lo escribe un nervioso), de desorientación.

jueves, 11 de diciembre de 2008

SOBRE POESÍA Y LOS QUE TIENEN ARTE PARA ALUMBRARLA.

Hoy se presentará "Ocho islas y un invierno", el libro de poesía de Marta Navarro. Como entrenómadas es un lugar lleno de sensibilidad, de sentido crítico, de belleza, y de conciencia social, seguro que el libro será una gran obra.

Tendrá lugar en Los Portadores de los Sueños, a las 20:30.

Deseamos que el viaje emprendido por el librico esté lleno de alegrías y satisfacciones.

martes, 9 de diciembre de 2008

ESTAR AQUÍ O ALLÍ.

Dos hermosos cúmulos sobre pueblo misterioso de España. Si con ésto no te ataca la nostalgia...

Después de tres años tengo bien claro que la pertenencia del maestro al lugar donde trabaja es fundamental, o, si se prefiere, valiosísima. Llegar a clase sintiéndote del mismo lugar que los niños, conocer las tradiciones en las que los alumnos participan, ser consciente de las preocupaciones y dificultades de los habitantes del pueblo, poder compartir una tarde de juego, conversar por la mañana de camino a la escuela con los niños y sus familias,… y otros mil argumentos apuntan hacia las favorables opciones que se generan. La ampliación de las posibilidades pedagógicas (el simple hecho de conocer un camino para hacer una excursión, o poder incidir en la flora y fauna local, por ejemplo), o el aumento de la confianza y la complicidad con el maestro, justifican sobradamente, creo, el valor añadido de esta vida del maestro integrada en el lugar de su escuela.

Esta vida es hoy cada vez más complicada: las escuelas rurales sufren la despoblación de los pueblos, el aumento del número de maestros por centro (tutores, especialistas, …) dificulta el alojamiento en poblaciones pequeñas (las casas del maestro son lujos ya casi desaparecidos), el sistema de traslados supone un continuo movimiento de maestros que difícilmente echan raíces en los pueblos más alejados de las ciudades, y el estilo de vida, que frecuentemente significa en algunos maestros buscar un alojamiento en núcleos grandes distanciados de su lugar de trabajo para encontrar una vida más…¿sofisticada?.

En todo caso, los perjudicados son los niños, que crecen sin disfrutar de un proyecto pedagógico de medio o largo plazo, y con maestros muy alejados de sus vidas.

Esta reflexión ha surgido tras un encuentro con un maestro que me ha señalado lo terrible que resulta vivir en un lugar donde los niños te conocen y frecuentemente te cruzas por la calle con alumnos y sus familias. De cualquier modo, todo es escribir por escribir, ya que en mi ciudad impersonal no caben este tipo de disquisiciones.

Se ha atascado en mi cabeza una imagen: es invierno, hace frío y anochece, el suelo empedrado de la calle está húmedo y refleja la luz tenue y amarillenta de las farolas; un maestro trabaja silenciosamente en su habitación y, al oír unos gritos y el ruido de carreras atropelladas, mira por la ventana y observa los últimos niños que corren hacia sus casas.

domingo, 7 de diciembre de 2008

SOBRE LA MALDITA Y MARAVILLOSA BROMA QUE ES LA VIDA.

Un lugar de serenidad, regalo de Pablo.

Lo he escrito ya muchas veces, cada minuto aumenta mi obsesión por otra vida que sólo veo representada en el mundo rural, en un lugar alejado y ajeno de la vida actual, un sitio donde, como dice Joselu de los africanos, ser feliz por ser y no por tener. Cada película, cada libro, cada lectura, cada situación, aún la más insignificante, la acabo interpretando bajo este pensamiento y siempre llego a las mismas conclusiones: el sentido de mi vida se diluye, se pierde por completo, si soy miembro de una forma de vivir tan injusta e irracional. Vivo rodeado de imágenes que me entristecen, que me desorientan; necesito únicamente un lugar que me permita pensar, leer, mirar, o caminar con serenidad, que me devuelva un reflejo transparente y tranquilo de la vida.

Y es lo mismo cruzar la calle sin ver atisbo alguno de montañas; o volver a disfrutar de Ser y Tener y recordar que ya fui en alguna medida un maestro que pasa tardes deslizándose en trineo con los niños, que trabaja en el silencio y soledad de la noche, y que siente la fortuna de compartir cada día con sus variados y felices niños rurales; o encontrar el pequeño video sobre la historia de las cosas; o sorprenderse viendo Baraka, la recomendación del amigo islandés, con sus imágenes bellas, los preciosos contrastes y texturas del mundo, y también los hipnotizados, impuestos y acelerados ritmos urbanos e industriales que tan evidente sensación de plaga sugieren; o leer las palabras del Dalai Lama, o las del cardiólogo Valentín Fuster, o las del psiquiatra Luis Rojas, o prácticamente las de cualquier libro que pasa por mis manos; o, sencillamente, mirar por la ventana y observar la infinita sucesión de carreteras, coches, fábricas, edificios enormes. Da igual, es todo lo mismo, llego sin remedio al mismo punto. Por alguna parte, en el alma, en las tripas, en el espíritu, o donde sea, siento la necesidad de que llegado el momento de dejar de existir los recuerdos que se amontonen atropellada y confusamente en la memoria tengan una consistencia y unas propiedades muy especiales.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

EL MEDIO POLLICO.

Matarraña a la vista, con Jaime y Dália, claro.

La realidad es difusa, ambigua, subjetiva, sorprendente. Un simple espejo puede demostrarlo. Es absolutamente extraño que estemos acostumbrados a ella.

Hace ya unos cuantos años nació mi abuelo en Villarroya de los Pinares, Teruel. Con él y con mi abuela pasé muchos días de mi infancia en su casa situada en el campo, en las afueras de una ciudad aún habitable: el paraíso para perseguir lagartijas, buscar renacuajos, coger los huevos de las gallinas recién puestos, comer higos subido en el árbol, observar el sigilo de los gatos cazando ratones, descubrir los nidos de los abejarucos, o jugar con el maravilloso barro; la lista es interminable (qué lástima de placeres olvidados hoy por los niños…). La ciudad que todavía no había perdido el juicio por el crecimiento irracional y aberrante. Una de mis actividades preferidas consistía en escuchar los cuentos que él sabía. Cuentos que alimentaban cálidamente no sé qué parte de las entrañas y que tejían en mi memoria imágenes, pensamientos, e ilusiones llenas de una fantasía sugerida por la cadenciosa voz que entregaba un regalo inolvidable a su nieto. Cuentos repetidos una y un millón de veces, cuentos conocidos letra por letra, pero que conseguían sorprender, mantener en vilo, o hacer sonreír cada vez que eran contados.

Pasados los años, me ilusionaba la idea de grabar la voz de mi abuelo recitando estas historias. No recuerdo si por culpa del olvido o por qué razón, tuve dificultades para conseguirlo, pero afortunadamente Víctor Juan se me había adelantado recogiendo algunos de estos cuentos en 1985 (veintitrés años…, ay), por lo que pude recibirlos en papel unos cuantos años después, en 1998.

El primero se titula El Medio Pollico, y supongo será un cuento popular de amplia difusión puesto que también es conocido en lugares como el Matarraña (El Mig Pollet). De un cuento con profundas raíces rurales hasta las teclas de un tonto que sueña con poder echarlas. Estas son algunas de las palabras que sonaron en esa infancia:

“Esto era medio pollico que iba a confesarse a Roma. Se encuentra con un aguilica y le dijo:

- Medio Pollico, que…¿Adónde vas?.

- A confesarme a Roma.

- Yo voy contigo.

- No, no que te cansarás.

- No me cansaré, no.

- ¡Hala pues!, ven, ven.

Y al poquico rato…

- Medio Pollico, que yo me canso.

- Pues hazte un agujero en el mellizo y métete dentro.

Siguen andando y andando y se encuentran con un gatico (...)”.

Pronto seran contados en la escuela.

(Si alguien tiene interés en conocerlos íntegramente, hágase saber).

lunes, 1 de diciembre de 2008

DE PERTENECER A UN LUGAR.

Cabrita feliz y libre del Matarraña.

El sábado visité Peñarroya de Tastavins, mi anterior destino como maestro. Fue una tarde maravillosa. En las calles del pueblo se mezclaron los encuentros donde los niños mostraban sensaciones de indiferencia, de vergüenza, o de cálida bienvenida. La hospitalidad y amabilidad de algunas personas me hicieron sentir vivamente parte de ese lugar; a menudo, cuando recorro lugares que han pasado por mi vida, me siento como un extraño, como un turista estúpido que pasea por donde ya no le corresponde y que, desde la calle, mira atontado a través de las ventanas de una casa en la que un día vivió. Odio esa sensación, y por eso siempre me debato entre las ganas eternas de volver y la vergüenza de ya no pertenecer al lugar. Y el eterno alimento de la nostalgia: recorrer un espacio que encierra anécdotas, aventuras, sentimientos y emociones en cada uno de los milímetros que lo componen: una excursión con los niños, un recorrido con la bici, la emoción de un amanecer, una charla con un compañero, la soledad y el silencio de las tardes de invierno, las lecturas que me acompañaron,...

Me encantó leer en la entrada de Profesor en la Secundaria sobre África la cita del eminente economista Manfred Max Neef: "A partir de cierto umbral, el crecimiento económico genera un deterioro de la calidad de vida". La pena es que haya que ser eminente para darse cuenta. O, mejor dicho, que justamente las personas que deberían considerarlo miren para otro lado. Sensacional la entrada, y magnífica la entrevista enlazada en la cita. Por cierto, me pregunto continuamente qué pensará cualquier persona de los maltratados países pobres cuando oiga que en Occidente estamos en crisis. Qué injusticia, qué indecencia, y qué poco hacemos para no ser cómplices de semejante barbaridad.

El Azor Tundra ha recibido un premio del Ayuntamiento de Zaragoza por un trabajo realizado sobre el Galacho de Juslibol. Espero no me recrimine por la exclusiva. Le felicitamos con admiración por su dedicación y sensibilidad hacia los valores sencillos y auténticos que representa el mundo natural, en un momento en el que precisamente tantas influencias llevan nuestras vidas hacia necesidades banales artificialmente creadas.

(La entrada de “especial cariño” para otro día).

viernes, 28 de noviembre de 2008

SOBRE EL ALCANCE TEMPORAL DE MI INCOMPETENCIA.

Peñarroya y sus revistas llenas de Palabras.

Los centros de educación especial suelen tener algún centro de educación ordinaria de referencia en el que realizar distintas actividades conjuntas. Incluso, como en el caso de la escuela en la que trabajo, directamente son instalaciones contiguas para facilitar tales actividades. Así, hay alumnos en situación de educación combinada, que realizan asignaturas en ambos centros, niños que realizan actividades extraescolares en la escuela ordinaria, recreos compartidos en ambos lugares, o clases que colaboran en diferentes actividades de integración, por un lado, y sensibilización, por otro. O que, simple y llanamente, juegan juntas.

Ayer precisamente pasaba una clase del otro centro para compartir el tiempo de recreo. Era primera vez que pasaban: niños de infantil, una cantidad ingente de ellos hasta el punto de parecer una especie de invasión de alienígenas bajitos y silenciosos, expectantes y curiosos. Cuando los vi, me planté delante de su fila, les cerré la puerta del pasillo que debían atravesar y les indiqué fingiendo enfado que por allí estaba prohibido pasar. Rápidamente mostraron una cara a medio camino entre la sorpresa y el susto, mientras sus cincuenta o cien ojos miraban alternativamente a su profesora y a mí. Hecha la broma, les pregunté si querían ver la sala de Educación Física que teníamos y me respondieron que sí, lógicamente. Al entrar, se sorprendieron de nuevo ante algunos materiales y, aquí el motivo de esta entrada y de la cavilación, cuando les dije que jugaran un rato si les apetecía, comenzaron a correr como posesos, a saltar sobre las colchonetas, o a moverse compulsivamente dentro de la piscina de bolas. Todo en medio de un griterío fantástico y de un desbarajuste general. En el momento preciso, la maestra les indicó que hicieran una fila para marchar, la formaron y desaparecieron en busca de otro espacio que colonizar.

Y allí me quedé pensando, en medio de la sala vacía, con el aullido lastimero de un par de pelotas que habían sido retorcidas hasta la luxación, tras semejante espectáculo de movimiento y sonido. Después de tres meses en este colegio, la educación física no es la asignatura en la que de distintas maneras los niños plasman ese movimiento por el que aún siente tantísimo placer y que surge de un modo espontáneo, sino que muchos niños, por distintas razones (escasas experiencias previas, nivel motriz precario, relaciones con los compañeros poco funcionales,…), no manifiestan un impulso natural hacia el juego y el movimiento, lo que condiciona, dificulta, y cambia absolutamente el sentido de las clases y del trabajo del maestro de EF.

También, tras tres meses de fallos, errores, e inquietudes, uno ya acaba perdiendo la conciencia de lo que sabe hacer y, especialmente, de lo que sabía hacer. Se cuestiona si realmente en el pasado hizo en realidad algo provechoso o la incompetencia presente es trasladable a los cursos precedentes. Los recuerdos son muy puñeteros y la ciencia evidencia que están absolutamente modelados por la mente, quién sabe. La cuestión es que observar a esos niños en tal punto de ebullición me recordó con viveza que los años pasados trabajaba en algo distinto, y me tranquilizó pensar que quizá algún día sí pude hacer, quizá, algo con sentido.

En pocas horas saludaré a los niños con los que he compartido los últimos dos años de vida. Los niños de Peñarroya que me hacen feliz aún con sus cartas. Y el lunes escribiré una entrada muy especial que será realizada con todo el cariño que sea capaz de reunir.

(Pablo, escribe, buen hombre; Jaime, cuando quieras).

miércoles, 26 de noviembre de 2008

UN PAR DE PAISAJES.

Tierras castellanas al amanecer y el precioso Galacho de Juslibol. De nuevo imágenes por palabras.

lunes, 24 de noviembre de 2008

¿HAN VISTO USTEDES UNA GRIETA?

Quizá los caminos inciertos partan de este tipo de puertas.

Suelo sentirme excluido de la mayor parte de afirmaciones políticas que comienzan o terminan afirmando algo relativo a “la mayor parte de los ciudadanos (o españoles, o aragoneses, o cualquier otro grupo del que formo parte)”. Por eso, siempre que detecto esta coletilla siento la curiosidad de comprobar de qué nuevo asunto tendré que desmarcarme. En este caso, varios políticos se lanzan a afirmar que “a nadie ofende…” o que “es así para el 100% de los ciudadanos”. Me refiero a la salida de los crucifijos de las escuelas. ¿En qué momento adquirirán la potestad para hablar en mi nombre?. Que hagan y digan lo que les dicte su conciencia, su jefe, o su chequera, pero que me dejen vivir tranquilo. En mi corta trayectoria profesional, ya han sido varias las veces en que el acto inaugural del curso ha consistido en descolgar al pobre crucificado y dejarlo en un lugar más acorde con su naturaleza. Por varias razones, pero la principal es que no, que no pega tal símbolo en el sagrado lugar del conocimiento. Las razones esgrimidas por unos y otros, con especial atención a los cardenales, obispos, y resto de trabajadores del ramo (que igualmente analizan la crisis económica bajo los sorprendentes parámetros religiosos), las dejamos para los humoristas gráficos, a los que, supongo, se les acumula el trabajo. Pero eso, que a mí, en mi clase, sí me estorba.

En cuanto a los asuntos mundanos, de nuevo estoy enfermo. Es la enésima vez en lo que va de curso que dejo de acudir al trabajo por enfermedad, lo que aumenta mi sensación de falta de control del trabajo que tengo entre manos, y, de la misma manera, mi sensación de incompetencia. De hecho, creo que ya he faltado más días durante el presente curso que durante los tres años anteriores juntos. Pensando las causas, se puede considerar la perspectiva budista de la salud, o su carencia, relacionada con el equilibrio vital, o su ausencia (difícil equilibrio urbano...), y también se puede observar, en sentido más tradicional, las horas diarias que paso a remojo en la piscina de la escuela.

Aprovechando los lúcidos momentos de fiebre, sigo indagando y creo estar ya casi convencido de que la conciencia, nuestro hipotético concepto de uno mismo y del mundo, es una pura quimera, una mentira, una ilusión. De hecho, espero el momento en que aparezca una pequeña grieta, un insignificante fallo, algún agujero diminuto que demuestre el engaño. Un resquicio del que tirar, como si de una pared empapelada se tratase, que acabe mostrando algo con sentido al otro lado; no sé qué tipo de realidad, pero otra, pues estoy seguro que ésta no puede ser la buena, es demasiado extraña, hay demasiadas partes que no encajan, y dudas infinitas. Una grieta, cualquier resquicio para el sentido. No puede ser la buena.

jueves, 20 de noviembre de 2008

VISITA A LA GRANJA.


La semana pasada los niños del colegio viajaron hasta la granja-escuela de Movera donde tuvieron contacto cercano con muchos animales y con diferentes cultivos de verduras y otras plantas. Puede que uno de los aspectos que más añoro sea precisamente el de la cercanía y el contacto de los niños y la escuela en cada momento con los animales y con la naturaleza en su sentido más amplio. Ver pasar una majestuosa águila culebrera sobre el recreo, comprobar la colosal reunión de aviones comunes previa a su viaje migratorio, las cabras en las inmediaciones, las ardillas, la participación de los niños en las faenas agrícolas de los abuelos, la colección naturalista, las colaboraciones de muchos amigos de la clase, poder tratar esa cantidad ingente de información y de motivación en las clases,...

En todo caso, la excursión comentada ahora significó una mañana estupenda de conocer, descubrir, sorprender y, también, sonreír.

lunes, 17 de noviembre de 2008

DE INICIOS DIFÍCILES, FINALES FELICES, Y TRAYECTOS INCIERTOS.


En algunos de los distintos trabajos que he tenido durante la comedia a la que llamamos vida he sentido duramente el peso de la inexperiencia, el sabor amargo de los primeros lances en los que la falta de conocimientos, las dudas, los nervios, … te juegan malas pasadas y te hacen sentir profundamente incapacitado para ese trabajo, además de provocar una gran preocupación e inquietud durante una temporada que acaba tiñendo y afectando al resto de parcelas de la citada comedia.

En todos los casos, poco a poco, no sé si por el esfuerzo, por mejoras personales, o por el simple paso del tiempo, la situación se ha reconducido y he logrado sentirme cómodo en mi labor. He disfrutado con mi trabajo (alguien me recordaba hace poco que ésto representa un buen indicador de que el proceso marcha bien, si no la clave) y las personas con las que he trabajado han acabado, en general, satisfechas (considerando que siempre hay personas con las que no se logra conectar). Este tiempo me ha mostrado que no soy una persona de inicios espectaculares (especialmente con adultos, que suelen interpretar de variopintas formas mi talante inicial tímido, serio y expectante), sino que las alegrías, satisfacciones, y demás aspectos positivos suelen llegar poco a poco, conforme va aumentando el conocimiento y la compenetración con el grupo, conforme el trabajo va dando lentos, pero duces, frutos.

Recuerdo, como ejemplo significativo, a Alicia, una señora mayor que pertenecía a un grupo de gerontogimnasia de Huesca y que me hizo pasar unas de las peores temporadas de ese tiempo. Para mí, todo eran dudas sobre qué hacer en las clases, qué objetivos plantear, qué no debía hacer, cómo manejar al grupo, etc. Y en tales circunstancias esta alumna acabó una de las clases criticándome a voces y expresando su disgusto con poca educación o cortesía. Entonces, y probablemente ahora ocurriría lo mismo, esta querida señora me dejó echo trizas, sintiendo que no servía para aquello, para nada quizá, y con una terrible presión e inquietud durante cada sesión posterior. Con el paso de las semanas Alicia acabó convirtiéndose en una estupenda alumna encantada de estar allí y que finalmente sintió, así me dijo, mi marcha al cabo de dos años.

Hasta aquí, el presente año sigue este proceso personal señalado para los trabajos extraordinariamente nuevos y difíciles: el del arduo comenzar, de momento. Y habiendo vivido otros inicios similares, quizá la calma sería la emoción más ajustada a la realidad, pero ocurre todo lo contrario: siento tal falta de recursos que dudo profundamente sobre el trayecto que se acerca. Ya han transcurrido más de dos meses de curso y sigo sintiendo a los diez minutos de muchas clases ese pensamiento resumible en “la cagaste, ésto que has planteado no tiene ningún sentido aquí; quedan 50’ de clase, tú dirás que hacemos coherente y digno ahora”.

Y para poner una especie de guinda pastelera, los otros inicios difíciles, las otras incertidumbres desconcertantes, los otros problemas, los he vivido en entornos naturales maravillosos con una evidente potencia para dispersar torbellinos mentales y provocar paz espiritual. Ahora, pido auxilio al entorno y éste me devuelve un chorro de humo negro, una vista enladrillada, un pitido estridente, y un cielo triste.

(Jaime, a éste la etiqueta de aypenapenitapena).

ÁTOMOS FUGACES AL ATARDECER.


Hace unos meses me encandiló la idea de que cada átomo de nuestro cuerpo formó parte de una estrella hace unos cuantos millones de años. Según otras ideas, el aire que respiramos o el agua que bebemos contienen átomos y moléculas que ya han sido bebidas y respiradas por seres vivos en el pasado; dinosaurios, por ejemplo, indicaba el autor del libro.

En el atardecer, contemplo el Moncayo y siento que algunas de estas formas de ordenación de la materia que por allí deben de pulular explican una buena parte de lo que soy.

viernes, 14 de noviembre de 2008

QUERIDOS NIÑOS DE PEÑARROYA.

El cansancio y la falta de tiempo no dejan demasiado hueco a la creatividad, así que me repetiré: las penurias del maestro se compensan desmesuradamente cuando una semana, cinco meses después de haber marchado, llegan tres cartas de Peñarroya con las voces de niños que envían palabras dulces y llenas de cariño. Todas significan una enorme ilusión cuando las descubro en el buzón, pero reconoceré que me tocan especialmente los sentimientos las de los niños de primero: palabras sencillas y especiales como sólo un niño de seis años puede escribir:

Hola José Luis ¿cómo estás?. Laura y María bien. ¿Nos haces un favor?: ¿puedes volver al cole al otro año?.

Por favor, ¿nos puedes dar tu número de teléfono?.

El de Laura es: 978…; el de María es: 978…

Te queremos mucho, María, Laura y María.

martes, 11 de noviembre de 2008

DE CUANDO LAMENTABLEMENTE EL TIEMPO AVANZA RÁPIDO POR AFORTUNADAS RAZONES.

No es Islandia, pero buscaba un paisaje bonito para ofreceros y éste me gusta.


Las circunstancias para escribir son desastrosas, o quizá optimas, a saber.

Esta semana han comenzado en la escuela las actividades extraescolares gestionadas por el P.I.E.E: actividades deportivas, ludoteca, danzaterapia, etc, por lo que existe un trasiego constante de niños cada momento del día hasta que llega la hora de ir a merendar. Curiosamente para los maestros de pueblo como yo, todos los niños comen en la escuela, lo que favorece su inclusión en diferentes actividades. Repasando los distintos modelos de gestión de estas actividades que he conocido, el que estos días observo representa un modelo ejemplar y supone un importante apoyo de las actividades curriculares lectivas.

Por otra parte, mañana acudo con mi clase a una exposición de insectos de la sala Joaquín Roncal. Aprovechamos para salir a comer por la ciudad en transporte urbano y así incidir en aspectos de la autonomía muy importantes para los niños. Esta salida es muy diferente a todas las que he hecho otros años, e implica buena cantidad de inquietudes y nerviosismo para que todo salga, aproximadamente, según lo previsto y no haya problemas (médicos, para empezar). También es difícil ajustar la idoneidad de los contenidos de la salida al nivel de los niños, lo cual supone otra preocupación.

Por fin pudimos volver a poner rostro a las voces que suenan casi diariamente en el teléfono. El fin de semana estuve con Dália, su amante Jaime, José Luis el Sorprendente, mi propia amante, y yo mismo. Compartimos un rato de travesía vital en Montblanc, donde ha habido muchos buenos ratos en muy poco tiempo. Dos días que han pasado muy rápido y donde he sentido la profunda sensación de la fortuna por coincidir en tantas aficiones, ideas, proyectos e ilusiones. La extraña fortuna de la amistad, que finalmente se traduce en gran pena al marchar y dejar a merced de las semanas o los meses un nuevo encuentro para compartir, una vez más, unos instantes felices.

jueves, 6 de noviembre de 2008

UN PAR DE IDEAS Y UNA ATROCIDAD.

Sobre costumbres y culturas, a mí me hace pensar un rato:

Me acaban de recordar una idea del libro de Sampedro y Fuster "La ciencia y la vida" y, como me parece tan tremenda, la comparto: al hablar de prejuicios, valoración del civismo y el desarrollo de distintas culturas, ..., Sampedro indica que los occidentales nos escandalizamos ante muchas prácticas sociales de otros países y las utilizamos para autoconsiderarnos la referencia mundial, el modelo ético de comportamiento: por ejemplo, en relación a la poligamia extendida y aceptada en buena parte de África, que entendemos como una humillación flagrante de la mujer, como una inequívoca muestra de retraso social, etc. Al respecto, añade, quizá nos sonrojaría pensar qué opinan los africanos del trato que por aquí damos a los mayores, de cómo los apartamos cuando dejan de ser productivos económicamente, llegando a casos de auténtico abandono. Y así en tantas otras prácticas.

Ahora una de noticias. Ayer leí algo que me puso los pelos de punta y apenas ocupaba un rincón de una misera sección de "Breves": una niña visita a su abuela en Kismayu, Somalia. La violan, presuntamente, tres hombres. Busca protección en las autoridades tras el ataque. La declaran adúltera y la condenan a la lapidación. Así, la ejecución se comete ante cientos de espectadores que contemplan la muerte de la niña. ¿?.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

HABLAR CON LOS OJOS.

Aligerar equipaje para afrontar el frío produce, paradójicamente, belleza


Con el paso de los días he ido aprendiendo y adaptándome a las nuevas exigencias del trabajo. Encuentro ya recursos suficientes para avanzar con muchos grupos, pero aún quedan parcelas importantes en las que no sé qué puedo hacer, me siento profundamente inútil, y la falta de recursos me crea una inquietud difícil de digerir.

Esta semana he mantenido una reunión con el responsable de las actividades extraescolares, puesto que existe interés en la mayor coordinación posible entre la EF del centro y las extraescolares relacionadas. Esta coordinación representa un objetivo que siempre se plantea en mil documentos para quedar bien, pero nunca hasta ahora había constatado su existencia real. Como todos los demás aspectos organizativos del centro, parece funcionar a la perfección. Los monitores que impartirán las actividades son personas con experiencia en la actividad física con discapacitados y con una gran formación. Además, han mostrado interés por integrarse en esta forma de trabajo coordinada y por compartir las ideas que surgen de los distintos profesionales implicados.

Una maestra me dejó la pasada semana “Kathrin habla con sus ojos”, un libro que explica la vida, las ilusiones, y problemas de una niña con dificultades motrices y comunicativas que emplea sistemas de comunicación alternativos y que está escrito con la colaboración de la propia niña. Al entregármelo me dijo: “para que entiendas mejor cómo es la vida de algunos de estos niños”. Añadiré una frase expresada por la niña y que ocupó ayer mis últimos pensamientos antes de abandonarme a la cada día más necesaria oscuridad de los sueños: “No ser capaz de reírse sería peor que no ser capaz de hablar”.

Ayer recibí dos nuevas cartas de los niños de Peñarroya, en una nueva evidencia de que las muescas que cada grupo de niños imprime en la vida del maestro van mucho más allá del veintiuno de junio. Vaya si van.

El fin de semana abrazaré a Jaime y a su amante, anteriormente conocido, el primero, como Jaimecompañerodeblog. Nos jugó una faena, pero aún le queremos. Seguro serán dos días de compartir y hablar que se harán cortos: recordaremos las tontadas de siempre, lo del hatillo, el tractor, los viajes en bici, las idealizaciones, las latas de garbanzos, los lunes al sol, la casa de los horrores de María Moliner, el pescado de la noche y sus desvelos, y también, claro, el huerto, el Matarraña, la EF, la praxiología, los libros, la escuela, y la vida.

lunes, 3 de noviembre de 2008

CIELO Y CARRASCA DE CASTILLA.

Anochece: dejamos el escondite y nos ponemos el disfraz.

Será el tiempo de la doble vida: una gris y otra azul.

De nuevo un fin de semana lleno de sentido: confirmé mi gen pastor y, en resumen, disfruté de la vida que surge alrededor de una estufa de leña cuando afuera llueve, hace mucho frío, y la compañía es perfecta. El fuego marca un ritmo perfectamente acompasado con mis movimientos.

jueves, 30 de octubre de 2008

SISTEMAS DE COMUNICACIÓN ALTERNATIVOS Y AUMENTATIVOS (I).

A grandes rasgos, ésta es mi vida...

Esta semana ha ocurrido un hecho que me hace sentir profundamente avergonzado de mí mismo. Ha sido un comportamiento inesperado, sorprendente, impensable, que no ha provocado el mínimo efecto negativo en nada ni nadie, pero que me deja una profunda marca en la conciencia.

Sigo avanzando en la escuela, sintiéndome cada día un poco más cómodo, pero igual de inútil e incompetente. Es el tema de la comunicación el que genera la mayor parte de mis problemas y errores. Al existir problemas en el lenguaje ordinario en la mayor parte de los grupos, cada tutor emplea distintos sistemas de comunicación alternativos o aumentativos: signos, pictogramas, pulsadores, sistemas informáticos. Mi inexperiencia, el poco tiempo que paso con cada grupo y el desconocimiento de estos sistemas hacen que los utilice de forma poco ajustada a las necesidades en la mayor parte de los casos.

Probablemente, a una persona ajena a la educación especial que entrara en un centro específico le llamaría la atención la gran cantidad de pictogramas que acompañan muchos elementos del centro: relacionados con el calendario, con el menú diario, con distintas rutinas, con normas de clase, etc. Estos pictogramas constituyen uno de los más utilizados sistemas de comunicación aumentativa que se utilizan en los centros y ayudan a los niños a comprender multitud de aspectos sobre contenidos, normas, hábitos, …, y a relacionarlos con su grafía. El programa Boardmaker es el editor de paneles de comunicación que conozco para realizar este tipo de materiales y constituye una herramienta de imprescindible conocimiento. Su manejo es muy sencillo, y me extraña que no tenga una mayor difusión en otros ámbitos como educación infantil, alumnos con dificultades de aprendizaje, o alumnos inmigrantes desconocedores del idioma.

lunes, 27 de octubre de 2008

CAPÍTULO EN EL QUE SE EXPLICAN LAS RAZONES DE LA ALEGRÍA OBSERVADA ÚLTIMAMENTE Y SE DESCRIBE LA MARCHA DE LA ESCUELA EN LOS ÚLTIMOS DÍAS.

Tonalidades y matices dirigidas directamente al alma, o al quimio-receptor oportuno.


Hoy ha sido el mejor día de escuela en lo que va de curso. Me refiero a las clases, que van mejorando conforme aclaro mis ideas: qué puedo hacer con cada grupo, qué ritmos seguir, como mantener o captar la atención, etc. En lo que concierne a educación física he planteado una división entre los grupos que pueden participar en actividades regladas o dirigidas y los que no. De este modo, con los primeros puedo plantear una programación cercana a mi trabajo pasado, aún considerando las abundantes limitaciones motrices, y con los segundos, la mayoría, he decidido comenzar a plantear actividades relacionadas con el acondicionamiento del espacio. Esta última vía busca un determinado tipo de manifestaciones motrices como efecto del establecimiento previo de distintos materiales en la sala. No me resulta fácil de encajar con la idea de educación física que tengo en la cabeza, pero, de momento, me parece la opción más realista, funcional y beneficiosa desde la perspectiva pedagógica. De todos modos, el optimismo del día se ha de entender dentro de un marco en el que aún no sé qué hacer con muchos niños, la actividad y el dinamismo de las clases son mínimos y tengo pendientes decenas de tareas importantes para mejorar las sesiones (mejoras comunicativas, fundamentalmente)

El fin de semana dio para observar el espectáculo de los quebrantahuesos zampando patas de cordero con si fueran golosinas y volando a dos metros de mi cabeza con su imponente silueta y profunda mirada roja (fueron unos minutos mágicos), para recorrer las comarcas de la Jacetania, Alto Gállego y Sobrarbe (Jaca, Villanúa, Jasa, Aratorés, Borau, Aísa, Castiello, Biescas, Yésero, Torla, Broto, Boltaña, Labuerda, Campodarbe, Laguarta, Aineto, Aínsa, Fiscal, Labuerda, etc.), para quedarme helado al comprobar que el pueblo observado desde lo alto era Jánovas, para sentir de nuevo el eco de la Tarazona de mi infancia, de Torre de Arcas, de Ansó y Peñarroya, y del resto de lugares donde el cadencioso sonido de cada paso al atardecer me producen una extraña sensación en el estómago emparentada con la del miedo, el amor, o la nostalgia, y, por último, para volver a Ansó y encontrarme con los niños que me ayudaron a empezar a ser maestro.

A Sergio le dije que deberían obligar a los extranjeros a dejar el coche en el aparcamiento de la entrada, donde estaba el mío, para evitar ese caos de coches en calles estrechas llenos de gente que pretenden meterlo dentro de la panadería, la iglesia, la plaza o el destino al que se dirijan. Me contestó que sí, pero que yo no era extranjero, así que no había razón para dejarlo allí. No sé si fue consciente del halago que me dedicó.

Anduve por la mañana con ellos, comí a su lado mientras me lanzaban migas, agua, y restos de chorizo (a alguno lancé algún objeto e intenté ahogar, en honor a la verdad), y pasé buena parte de la tarde escuchando sus noticias sobre la escuela, el pueblo y sus juegos, conociendo y jugando con sus perros, o respondiendo sobre mi vida; también alguno preguntaba cuándo iba a volver a trabajar allí. Quedé muy sorprendido de su rápido crecimiento, de la madurez ganada, del mantenimiento de sus formas de reír, de hacer bromas, de hablar, y de cómo van cambiando su comportamiento y su mirada (y digo esto último no buscando cierto efecto poético, sino de forma literal).

También me acerqué a escuchar a Lucas, cuya afición musical creía se limitaba a la audición y me sorprendió desde la batería, tras superar la vergüenza inicial y acompañado de un amigo con el guitarrico eléctrico, con una magnífica interpretación de Metallica.

Antes de marchar, visité la panadería y cargué el coche mientras los niños aprovechaban el polvo de la carrocería para pintar sus cosas y me miraban atónitos preguntando para qué demonios quería tal cantidad de panes. Yo les decía que en Zaragoza ya casi nadie hace pan de verdad, y menos como ése, pero siguieron mirándome con cierta perplejidad. Varias despedidas, unas últimas risas y bromas, y hasta la próxima.

viernes, 24 de octubre de 2008

DÍAS GLORIOSOS. EL TRENCAHUESOS.

Huesca, en toda su provincia, me provoca felicidad. No hay mucho más que pensar. El fin de semana ha sido memorable.

Estas fotos tienen una dedicatoria clara: para aquellos que no encuentran el momento de acompañar a sus hermanos. Espero que la envidia y el arrepentimiento hagan su efecto.





LO QUE LAS PALABRAS NO PUEDEN...

...que lo digan las imágenes. Voy profundizando en una nueva afición, que consiste en aprender a mirar. Por eso creo que también me servirá para lo demás. Este sistema aún no me permite una comunicación fluida, pero sí expresarme, que ya es bastante:







Mañana una nueva inspiración, en su doble acepción. Buen fin de semana.

martes, 21 de octubre de 2008

DE CONTRASTES QUE MAREAN. LOS ÚLTIMOS SE VAN MARCHANDO.

Un hombre valiente.

Juan Garcés es el último habitante de Querencia, un pueblo de la provincia de Guadalajara cercano a Sigüenza. Juan es pastor y lleva treinta años allí, estando solo durante los últimos veinte, con la única compañía de sus dos perros pastores y del rebaño de trescientas ovejas castellanas. Su vida transcurre entre el pasto de los montes y la casa que tres colosales álamos sujetan.

El sábado pudimos pasar un rato de la tarde en su compañía: le ayudamos a descargar unos fardos de paja y nos contó algunas cosas de su vida. Explicaba que quizá una mujer sea lo que más en falta echa, y que tantos años sin nadie se hacen duros. Nos dijo que algunos familiares lo consideraban un pobre hombre ("ha nacido pronto y tonto"), pero ya no le importaba demasiado. También nos enseñó orgulloso un libro sobre folclore y tradiciones en el que aparecía su historia y su foto, fruto de una visita de la escritora hace unos años. Al despedirnos, rechazó la invitación para cenar y nos obsequió con un saco lleno de nueces.

Cuando él ya no esté, Querencia se añadirá a la lista de los pueblos abandonados y la casa de Juan resistirá unos años en pie hasta seguir el camino de todas las circundantes, las cuales apenas sostienen algunas paredes que hace no demasiado tiempo dieron cobijo a cientos de vidas y miles de historias.

Ya en Alboreca, Emilio siguió contando encantado sus impresiones sobre José, el último habitante de la aldea de La Mula, y protagonista del libro de Severino Pallaruelo (José, un hombre del Pirineo). Los Josés de cada pueblo van cumpliendo las últimas etapas de sus vidas, si aún están aquí; su marcha será una enorme tragedia, y su legado lo despreciamos.

Al volver a Zaragoza, acudimos a la obra “La lluvia amarilla”, que recrea la famosa obra literaria de Julio Llamazares sobre Ainielle. El monólogo de Andrés, protagonista único, fue espectacular, y en muchos momentos su actuación alcanzó un nivel de sensibilidad, intensidad, y emotividad que mantuvo en vilo la atención de los espectadores.

Así, resulta muy difícil dejar de pensar en la vida rural, en sus, a veces, últimos habitantes, en la despoblación, en el panorama rural dentro de quince años, o en los distintos tipos de vida que implican unos u otros lugares.

El lunes, obviando la claustrofobia y otros males que me gobiernan, deambulé por el centro urbano buscando información sobre material fotográfico. Fue muy confuso vivir unas situaciones tan radicalmente distintas en un tiempo tan breve. Conforme paraba en semáforos, esquivaba oleadas humanas, observaba edificios gigantes, …, no dejaba de establecer comparaciones con las situaciones del día anterior, con sus casas derrotadas, con la sencillez del tiempo, con la dureza de la vida, con la soledad absoluta. Hay en todo ésto algunas reflexiones obligadas.

Y también la vuelta a la escuela, a recuperar el ritmo frenético, la sensación de total descontrol. Hoy contaba a un compañero que jamás había sentido tal sensación de incompetencia, de no saber hacer apenas nada, y de hacer mal u olvidar hacer lo poco que, supuestamente, sí sé hacer. Por otra parte, el ejemplo y la enseñanza ofrecida por unos compañeros entregados por completo a la escuela, con una vocación e implicación absolutas, me exigen cada día seguir trabajando con ánimo y mayor dedicación.

domingo, 19 de octubre de 2008

BOSQUE DE ROBLES Y PAZ.

jueves, 16 de octubre de 2008

DE LO QUE EL JUEVES A LAS 23:36 RONDÓ POR LA CABEZA.

Si la vida era otra cosa, ¿estará por allí la auténtica?

Hoy de nuevo estoy en blanco. Mi facilidad escritora depende completamente de mi cansancio. Sigo haciendo unas clases demasiado improvisadas, puesto que el tiempo de trabajo no lectivo lo dedico a otros menesteres, y todos imprescindibles, que es lo desconcertante. Hoy me he iniciado en el teatro de luz negra. Hacía tiempo que lo deseaba, desde que lo conocí en la escuela, ay, de Hecho. El resultado no ha sido espectacular, pero creo que encierra muchas posibilidades artísticas y creativas, y, además, con relativa sencillez organizativa y económica.

Ayer pensé comentar las declaraciones del Papa sobre los ateos y el nazismo, que parecen guardar una evidente conexión (lo cual añade un nuevo misterio, el de su juventud hitleriana). En cualquier caso, sí aprovecho hoy para enlazar con un artículo relacionado de Javier Ortiz, y así muestro aquí el blog de este periodista que me encanta leer.

Tres breves perlas de Millás sobre libros que intento conservar frescas en la memoria:

- La primera para Joselu, por razones obvias: “La lectura constituye uno de los pocos modos que van quedando de rebeldía eficaz frente a un mundo cada vez más mortificado (…) Hay en el mercado de la rebeldía multitud de productos que no hacen sino afianzar el sistema establecido (…) La lectura no está entre esos productos porque es verdaderamente peligrosa (…) Por eso, quizá, las humanidades, en general, están cada día menos presentes en los programas escolares, porque quienes mandan saben que leer es la forma de rebelión más eficaz en los tiempos que corren”.

- Para Jaime y sus acelgas, por razones igualmente evidentes: “…quizá continuaría creciendo ese tapiz asociativo entre los libros y la vida: entre la existencia y el sueño. Los libros valiosos se distinguen por su capacidad para integrarse, a modo de hebra, en la biografía onírica del sueño (…) La escritura es un tejido que intenta aproximar los bordes de una herida que no tiene sutura”.

- Y ésta, para todos los libros que nos han desestabilizado las certezas y han provocado un torbellino de cambios y nuevas ideas, para los que han permitido el “cambio en el pensamiento” que acuñó, deseó, y peleó Sagan: “Pero también sus páginas han dejado en mí profundas cicatrices (…) Tengo detrás de mi mesa de trabajo, como un muro siempre dispuesto a desplomarse, cientos de libros a los que debo, más que lo que soy, lo que he dejado de ser. Podría contar hasta en qué postura los leí, porque han marcado mi existencia con la precisión con la que aquellos látigos de las películas penetraban en la carne de los rebeldes”.

Y mañana ponemos rumbo a uno de los dos o tres paraísos que me quedan: porque allí la vida es otra cosa, esa otra cosa del cartel, porque allí vive una de las personas más buenas que conozco e inventor del “ahora todo es mentira”, y porque allí vuelvo a sentir intensas campanadas capaces de guiar a los desorientados. Capaces de cualquier cosa.

martes, 14 de octubre de 2008

DE ARTISTAS E INSPIRACIONES. UNA POESÍA CADA ATARDECER.

La vida es otra cosa...

“Fue uno de tantos jóvenes que buscan una manera de reaccionar contra una sociedad uniformadora. Cultivó la diferencia entre él y sus semejantes excavando un vacío cultural. No quiso la fama vulgar de una buena persona”.

Feliz consuelo. Nos acabamos de conocer y creo que resultará una amistad arrebatadora. Las Flores del Mal nos unirán para siempre:

“Mi juventud tan sólo fue una negra tormenta,
Cruzada aquí y allá por soles luminosos;
Tal estrago en mí han hecho los rayos y la lluvia,
que en mi jardín ya quedan muy pocos frutos rojos.

Y heme que ya el otoño toqué de las ideas,
Y es menester usar la pala y los rastrillos
para igualar de nuevo las tierras inundadas,
donde el agua ha cavado grandes hoyos cual tumbas.

¿Encontrarán las nuevas flores con las que sueño,
en este suelo igual que una playa empapado,
el alimento místico que ha de darles vigor?

- ¡Oh dolor! ¡Oh dolor! ¡Come el Tiempo a la vida,
y el oscuro Enemigo que el corazón nos roe
se fortifica y crece robándonos la sangre!”

La magnífica edición de Cátedra me permite también disfrutar de la versión original, en el francés que desconozco absolutamente, pero que es a través del cual surgen y escapan de mi cabeza algunos sueños y fantasías. Y varios colores y aromas. Con él se escribe parte de mi vida con Ella, el idioma del rojo Café Aragón, en Pau.

Las campanas de Peñarroya marcaron el pulso de mi vida durante dos años. Ahora el corazón busca desorientado un nuevo guía para sus latidos. Hoy me pareció acercarme, pero no, sonaban huecos y lejanos. Más adelante, la melodía de su violín me llevó hasta pensamientos sobre inexplicables recovecos, curvas infinitas, caminos sin aparente destino, que algunos recorren manteniendo siempre un gesto de dignidad y humildad en el rostro. Lecciones de vida.


domingo, 12 de octubre de 2008

UN MENSAJE DE AUXILIO.


Coloco hoy lo que sigue porque ayer cené con unas personas que estaban implicadas en el problema y conocían a los directa y trágicamente afectados. Es decir, dad crédito al escrito. Se busca la colaboración económica y la difusión del mensaje.

”Queridos amig@s:

Os escribo este mail para pedir AYUDA.
El de la foto es mi sobrino, se llama José Carlos y padece una enfermedad degenerativa llamada 'Adrenoleucodistrofia', consistente en la destrucción de la mielina del cerebro. El avance normal de esta enfermedad es muy rápido, por lo que en un plazo máximo de 2 años, la vida de José Carlos podría encontrar su fin, tras un agonizante proceso de pérdida de vista, oido, movilidad... El único tratamiento eficaz hasta el momento es el trasplante de médula ósea, pero aquí en España ningún médico especializado se atreve a realizarlo con garantías. En EEUU, concretamente el Hospital Universitario de Minnesota, aceptarían llevar a cabo la intervención aplicando un tratamiento específico, con una cierta garantía de éxito. El hándicap: el coste de la operación: 700.000 euros.

Para ello la familia estamos obligados a llevar a cabo esta campaña para recaudar el dinero, y por mi parte, OS PIDO VUESTRA COLABORACION.
Una pequeña aportación económica y la difusión de este mensaje a vuestros contactos con una breve referencia, puede ser vital para José Carlos.

Pensad que la suma de pequeñas aportaciones logrará el éxito de este reto solidario.
Banco Santander: 0049-1613-51-2790094106
C.A.I: 2086-0079-45-0000403992

Gracias de todo corazón.
Dedicad dos minutos a su página web http://www.unavidaparacarlos.es/ y si queréis conocer la historia entrad en Youtube (búsqueda José Carlos Galera; http://es.youtube.com/watch?v=xI85qGFHYh8).
Toño Martí”

Hasta ahora llevan recaudada aproximadamente la séptima parte del importe total.

viernes, 10 de octubre de 2008

DE ELUCUBRACIONES SOBRE LA CRISIS…. DE VALORES.

Buscando refugio en los pequeños detalles.

Los últimos meses de vida he desarrollado una gran preocupación por el rumbo que lleva la sociedad, por otros caminos hipotéticamente posibles, por el sentido de todos ellos. No hay nada mejor que pensar insistentemente en algo para encontrarse continuamente referencias, lecturas, ideas, que inciden precisamente sobre ese tema; por eso, los últimos libros, charlas, discusiones, me suelen conducir irremediablemente a ello. Hace un tiempo, Inde me llamaba cutre por colocar hojas de periódico como mantel, y así aprovechar para releerlas (y ahorrar en mantel). Ayer, leyendo en circunstancias no mucho más elevadas (cuya descripción no contribuiría al embellecimiento del texto) el libro de economía de BUP, encontré en su primera página el concepto de economía: “se encarga de organizar unos recursos limitados y escasos para satisfacer unas necesidades humanas infinitas”. Que cada uno analice a su gusto; a mí me parece una frase terrible capaz de explicar muchísimos hechos actuales (vean un buen ejemplo de necesidad infinita con las lolas; o en las cuatrocientas mil, pocas me parecen si se aprietan bien, que aún se pueden incrustar)

Escribiendo las anteriores palabras y pensando en economía acude a la mente instantáneamente la famosa crisis. Al respecto, quería escribir desde hace unos días sobre una atrocidad: el tratamiento de las noticias por parte de los medios de comunicación: cada día encuentro en Internet, radio, o prensa escrita, en cualquier medio sin distinción de color, la cabecera dedicada a la caída de la bolsa, la desconfianza de Perico de los Palotes en los índices de referencia económica, etc, y, escondida más abajo, en letra pequeña, la matanza de cada día. Siempre en lugares lejanos a nuestro mundo feliz, claro: quince nuevos narcomuertos en Tijuana, treinta al cementerio tras el coche bomba en Afganistán, dieciocho familias rotas por el ataque suicida en Irak, diez muertos en Pakistán, ciento veinte inmigrantes pobres y sucios que naufragan y mueren en el mar, manchándolo todo, y un largísimo etcétera. Aquí tranquilos, que la liga va bien, Fernando Alonso medita sobre la cuarta curva, y el Ibex se autoinmola, mira qué pobre. Que quede bien claro: aquí no nos acostumbramos a tales acontecimientos y pensamos que son las que cada día deberían abrir las noticias y hacernos reflexionar a todos hasta amargarnos el desayuno.

Hace unos días leía algo que sugería la idea de considerar cómo sería el mundo si todas las personas pensarán, a grandes rasgos, de manera similar a uno. Es curioso imaginar los distintos modelos de vida, de sociedad, a los que darían lugar cada uno de los modos de entender la vida de las personas. Mundos tan diferentes…

miércoles, 8 de octubre de 2008

DE ANSÓ, LA ESCUELA, Y LOS TONTOS O FARSANTES.

Foto homenaje a la pura belleza


"Os damos la bienvenida con ista copleta ansotana i os animamos a que nos mandez todas as coplas o ditos que seplaz:

Sale o sol por a Reclusa
respandece en Maidoguí
y da guelta por Alano
i s'esconde en Zordoquí.

Que el año benidero esté pleno de salú i felicidad."

Ayer fue un día de plenitud ansotana. Recibí un correo con un precioso texto que me llenó de alegría y nostalgia, y que me hizo gran ilusión. También, al abrir el buzón, encontré la Fuella Nº 4, la revista de la Asociación Cultural A Gorgocha de Ansó, que nos da la bienvenida con las palabras que he colocado al principio.

En la escuela: al margen de la desbordante cantidad de trabajo, reuniones, coordinaciones, etc, por hacer, voy asentándome a buen ritmo, y las clases de esta semana ya se han parecido a lo que entiendo por una clase decorosa. Las posibilidades de trabajo son mayores que las intuidas al principio y la clave parece encontrarse en la capacidad de probar, adaptar, pensar y trabajar del maestro. Nada nuevo, pero en mayor medida.

Esta semana he tenido dos encuentros con sendos maestros que me han sido tremendamente provechosos. Especialmente, una maestra espectacular en su trabajo diario me indicó que quizá la vía por la que estaba leyendo y avanzando no era la mejor, que ella entendía su clase como la de unos niños de infantil (por la edad que tienen) que requerían algunas adaptaciones en el proceso educativo. Nada más. Se parte desde la educación. Al contrario, la perspectiva que me estaba devorando partía (en mi opinión, claro) de la patología, la discapacidad, y desde allí se desplegaba un programa de psicomotricidad muy cercano a lo terapéutico y rehabilitador, cuyos principios y teoría desconozco totalmente. Quizá ambos enfoques compartan muchas actividades, pero desde perspectivas muy diferentes. Como maestro, o aprendiz de ello, que me siento, esta vía que la maestra me mostró y me animó a seguir allanó buena parte de las dificultades en las que estaba tropezando. “tú, ¿qué has hecho estos años? (…); pues haz eso y adelante”. Por eso, ya llevamos unos días con clases en las que se aprende, se disfruta, y en las que siento que puedo aportar algo a los niños.

Si ayer fue el santísimo padre, hoy no me puedo resistir a citar lo de Gran Scala. He seguido con atención la noticia estos meses, pero me exigí que los pensamientos no salieran de mi cabeza. Por salud. Parece que el asunto avanza y Ontiñena se afianza como sede. En el periódico de Aragón, Marcelino Iglesias:

(…) total cooperación e interés que han demostrado los vecinos de esta localidad para acoger Gran Scala, "como visión de futuro esperanzador que aportará beneficios, sostenibilidad y empleo a la zona”.

Lo leo, lo releo, lo vuelvo a leer y releer… y una de tres: o el presidente de Aragón es tonto (con todos mis respetos), o perdió la vergüenza al salir de Bonansa, o cree que los aragoneses son estúpidos. Cinco parques temáticos (espías y otras zarandajas), decenas de hoteles, treinta y dos casinos, decenas de restaurantes, y varios campos de golf (incluido el más grande de Europa): ¿sostenibilidad?, anda majo, ¿cuál de las tres?.

lunes, 6 de octubre de 2008

DE DIOS Y SUS CASTIGOS, SIENDO LA BUROCRACIA UNO DE ELLOS.

Castejón, tras el incendio. Monte negro y mudo.

He estado largo rato escribiendo, pero no me gusta lo que ha salido, así que lo dejamos para el fin de semana, que nos visita menos gente.

No puedo resistirme a difundir la santa voz del santo padre, quien hoy ha indicado que “los pueblos ateos serán castigados por Dios”. Mejor que no lo diga muy alto, pues ya se sabe que esos ateos acostumbran a pecar en distintas facetas del ser, y quién sabe si no van a coger gustillo al castigo, los muy viciosos.

El Servicio Provincial de Zaragoza ha estimado oportuno no pagarme septiembre hasta el mes próximo, así que durante octubre me alimentaré por medio de fotosíntesis, y no gastaré ni en pensamientos. Autótrofo, la soledad ya incluso alimenticia. La burocracia todo lo puede.

Una agradable sorpresa para acabar. Cuando las teclas de Jaime están en huelga indefinida, el inicio de curso es costoso, la ciudad horrible, …, mantener vivo este cacharro resulta complicado muchos días. A pesar de todo, y no sé por qué, siento la necesidad de seguir escribiendo. Y con estas dificultades a cuestas, llega hoy un comentario de Pilar, una señora a la que di clase de gerontogimnasia hace cinco años en Huesca, que dice que me ha encontrado buscando información sobre Pirineo de Boj, de Enrique Satué, que se alegra de haber llegado hasta aquí, y que le gustaría saber de mi vida. Me pregunta también si me acuerdo de esas clases…; cómo no me voy a acordar de esas clases, de ellas, y de Huesca.

sábado, 4 de octubre de 2008

DE MI TRABAJO Y SU NATURALEZA.

Colosal visión de la Hoya de Huesca. Buscando lugares para alumbrar ideas.

El viernes me indicó un compañero que una madre había solicitado a través del cuaderno de comunicación entre la familia y la escuela le explicáramos cuál es la diferencia entre la fisioterapia y la educación física que recibe su hijo.

No pudo ser esta señora más certera en su pregunta, en tanto constituye una de mis principales interrogantes en este inicio de curso. En los niños con mayores problemas motrices, en algunos casos con una limitación casi absoluta, me surgieron desde el primer día importantes dudas sobre mi labor. En la bibliografía que he podido leer hasta el momento, la educación física, en un extraño giro epistemológico que no consigo aclarar (ésto es harina de otro costal), pasa a denominarse psicomotricidad y, en ese instante, comienzo a leer sobre contenidos y conocimientos que se me hacen no sólo desconocidos (lo cual tiene rápido remedio), sino profundamente ajenos. Me refiero a que llega un punto en el que lo leído se refiere a rehabilitación, terapia, y parcelas similares en las que desconozco absolutamente todo y, además, no me gustan.

Ésto apunta a una especie de debate que ya he escuchado en distintos ámbitos en este primer mes de trabajo: en educación especial, ¿los especialistas de educación física, música, o cualesquiera, no deberían estar formados, en primer lugar, en educación especial?. Mi falta de experiencia haría que responder fuera una osadía, pero, en todo caso, es un hecho que la duda se plantea.

A la familia en cuestión le respondí con la mayor sinceridad posible indicando los campos que me son propios y que intento desarrollar en mis clases: mi formación apunta, en resumen, a abordar la educación de los niños a través de las prácticas motrices (aspectos cognitivos, sociales, puramente motrices, etc.) y que éste era mi planteamiento de partida, bien lejano de la terapia rehabilitadora fisioterápica. Evidentemente, al encontrarnos con limitaciones de movimiento, las posibilidades de la educación física se van reduciendo y se necesitan mayores adaptaciones en las tareas propuestas, acercándonos mucho, para mi confusión, a lo terapéutico (propiocepción, estimulación sensorial, etc.), pero pudiendo plantear aún algunos objetivos que nos son propios: por ejemplo, los relacionados con el desarrollo de la conciencia y el esquema corporal, o los relativos a las relaciones sociales.

Un buen lío de tremendas repercusiones profesionales y personales.

jueves, 2 de octubre de 2008

QUISIERA ESTAR SOLO EN EL SUR.

Desde la Sierra de Alcubierre. Cuando la soledad permite escucharnos con calma.

Quizá mis lentos ojos no verán más el sur
de ligeros paisajes dormidos en el aire,
con cuerpos a la sombra de ramas como flores
o huyendo en un galope de caballos furiosos.

El sur es un desierto que llora mientras canta,
y esa voz no se extingue como pájaro muerto;
hacia el mar encamina sus deseos amargos
abriendo un eco débil que vive lentamente.

En el sur tan distante quiero estar confundido.
La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta;
su niebla misma ríe, risa blanca en el viento.
Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.

Luis Cernuda.

Luis Cernuda colaboró en las Misiones Pedagógicas, el proyecto republicado creado en 1931 para hacer una sociedad mejor. Ana María Pelegrín, en la antología Huerto del Limonar, afirma que "es el poeta de la soledad". Así pues, bienvenido.

martes, 30 de septiembre de 2008

CERRADO POR OBRAS.

Apuntalando las paredes que quedan en pie y temiendo que el tejado caiga sobre la cabeza.

Tres vocales aún en la memoria.

domingo, 28 de septiembre de 2008

DE LOS OLVIDOS Y LOS SUEÑOS, Y DE CUANDO JUZGA EL QUE NI SABE NI TIENE RESPETO.


La noche del jueves, en el instante previo a introducirme en el mundo de los sueños, justo en los últimos segundos de consciencia, apareció en la cabeza un tema magnífico sobre el que escribir, un tema importante e interesante del que quedaría un escrito que me dejaría muy satisfecho en mis humildes pretensiones escritoras. Hice un esfuerzo por fijar los límites difusos de la idea, pero no tuve fuerza para coger de la mesilla la Libreta de Apuntar la Vida. Y ahí el gran error, puesto que ya van tres días en los que intento recordarla: esa idea ya escapó y se quedó atrapada para siempre en los sueños y las fantasías de esa noche. Quién sabe qué idea no escrita sería, qué otras ideas habrán no nacido de ella, y qué magníficos libros no escritos se completaron en esa noche de olvidos y de ausencias.

Al dedicarme a la educación, he atravesado varias etapas sobre la consideración de mi profesión que creo pueden generalizarse. A grandes rasgos, puedo decir que la consideración de los estudios de magisterio cuando uno está en la universidad es lamentable, paupérrima. La concepción de los estudiantes de otras carreras e incluso de muchos de la propia se refiere a unos estudios menores, muy asequibles, para personas con no demasiadas expectativas de éxito en la vida. Algo de andar por casa, para esforzarse lo justico, en definitiva.

Poco a poco, uno va estudiando, progresando, formándose, conociendo, leyendo; llega un día en que entra en una escuela, comparte la vida con los niños, con las familias, …, y comienza a pensar que no, que quizá ésto sea más importante de lo que parecía en principio. Luego conoce a algunas personas que dedican SU VIDA a la escuela, a la educación, a los niños, lee a grandes sabios que confían sus esperanzas de un mundo mejor a los maestros y a la escuela, y finalmente se convence de que, como he dicho otras veces, está dedicado a uno de los dos oficios más bellos e importantes que existen.

Hecho este preámbulo, únicamente quiero expresar una petición, y es la de exigir, en la pequeña escala de este blog, respeto máximo y escrupuloso por parte de esas otras profesiones que se creen con el derecho de menospreciarme, juzgarme, y exigirme las responsabilidades que les parecen oportunas. Esta mañana escuchaba “No es un día cualquiera”, en Radio Nacional, cuando han entrevistado al pediatra Ignacio de Arana (aquí, en torno a la sexta raya de la primera hora). Hablaban sobre obesidad infantil, hábitos saludables, etc. Cuando la periodista le ha indicado si no es suficiente con el ejercicio que hacen en gimnasia en la escuela, el entrevistado ha contestado que “muchas veces en gimnasia se limitan a cubrir el expediente para que los padres queden tranquilos”, entre otras palabras.

Quizá debieran aprender en primer lugar, tanto una como otro, que gimnasia no existe, que supone un desprecio por las connotaciones que arrastra del pasado (ya saben, lo militares, brazos en cruz y esas cosas), y que la denominación desde hace más de quince años es educación física. Además, el segundo podría tener la humildad de no juzgar con semejante desprecio a todo un colectivo en el que hay muchas personas que, como acabo de escribir, dedican SU VIDA a educar niños, a hacerlos mejores, a ayudarles en su descubrimiento del mundo, a acompañarles con dedicación en un tramo fundamental de sus vidas. Y ya en materia, quizá pudiera interesarse por las funciones de la asignatura a la que se refiere con tal ligereza, que poco tiene que ver con ese hacer niños flacos; al contrario, y más que nunca, nuestra preciosa asignatura no tiene otro objeto que el de contribuir a la educación de los niños. Y al que le suene raro, pues que lea o que pregunte y, además, yo le presentaré el ejemplo de unos cuantos maestros (que, en primer lugar, son tremendamente cautos y respetuosos). Quizá sea la obesidad más bien un problema suyo, de la todopoderosa y omnipotente profesión médica que todo lo puede, puesto que entre sus funciones de pediatra entra, creo, la prevención. Y si el problema se le apodera, quizá sea por su complejidad, no por la supuesta irresponsabilidad de otros que poco tienen que ver y menos que hacer.

Es obvio que escribo hastiado y harto del desprecio que frecuentemente manifiestan hacia la educación otros profesionales que se consideran en la cima absoluta del éxito social y personal. Tampoco les culparé en exceso. Seguramente la escuela, la versión a la que yo me refiero (no la del currículum actual inspirado en las leyes europeas que pretenden fabricar trabajadores eficientes y rentables, simples engranajes para que gire y se sostenga el entramado económico; lo dice la propia ley, no yo), simboliza unos valores absolutamente desprestigiados en la sociedad, donde lo que no se puede traducir al lenguaje del euro, simplemente no vale nada.

Para acabar, Lamima también busca dignidad y respeto.

jueves, 25 de septiembre de 2008

OTRA VEZ LOS PLATOS CHINOS.

Creo que la riqueza de mi vida bien podría medirse según las fotos que tengo disponibles. En este caso, ni una mediocre puede acompañar al texto.

Últimamente intento cultivar el sentido del humor al escribir, con dudosos resultados quizá. Hoy no es necesario, puesto que los profesionales de la risa adquieren el protagonismo estelar: no me digan que no se parte uno (incluso Pío es un nombre con un toque de humor).

He acudido a la tienda ciclista habitual a cambiar la cadena de la bici. Todo normal hasta que al salir me dice el dueño: “y ánimo hombre, alegra la cara que se te ve hecho polvo”. Ha sido la confirmación: mi cuerpo ha adquirido una configuración externa de la que no tengo conciencia. El problema es que tantos ánimos me han dado últimamente para mi aparente melancolía y decaimiento que lo mejor será, he pensado, adquirir realmente la condición melancólica y triste. Puede resultar muy peligroso contradecir a tu propia apariencia.

En la escuela sigo interpretando el número circense de los platos chinos. Ya lo he representado otras muchas veces, y podría decirse que soy especialista, pero ahora tengo la mitad ya por el suelo. Tras un mes rebosante de información y novedades, espero poder comenzar la semana próxima a orientar el trabajo a realizar con cada grupo. La principal dificultad está representada por las necesidades tan específicas que tiene cada niño, que exigen una gran individualización de las actividades y, por tanto, una programación cuya complejidad se multiplica por mil. Además, algunos requieren una atención constante, por lo que las sesiones de grupo en las que hay trabajar con seis niños también me generan inquietud.

Y luego está la psicomotricidad, de la cual yo no sé nada.

martes, 23 de septiembre de 2008

QUE ESTOY TRANQUILO, MAÑO.

Dicen que la cuarta parte de animales del mundo son escarabajos. Él, tan tranquilo (vive en la Jacetania).

Comienzo el cuarto año como aprendiz de maestro y me encuentro con un cansancio sorprendente. Otros cursos me cargaba de ideas e intenciones voluntariamente y, pasadas unas semanas, comenzaba a dudar si podría desarrollar todo decorosamente durante el curso. En este caso, la carga viene impuesta por las nuevas circunstancias y he observado algunos síntomas de fatiga (en mi cuerpo, claro) que me preocupan.

Por otra parte, no dejan de repetirme el “tú tranquilo, no te preocupes, que tienes cara de susto”. Será la impresión de mi cara, pero el sentimiento real no es el de miedo o similar; al contrario, tiene que ver con sentirme poco o nada formado y preparado ante las nuevas situaciones que se presentan, y con la autoexigencia de realizar dignamente mi trabajo. Una cara seria de serie es agotadora por la cantidad de aclaraciones que implica. Quizá busque otra en la chatarra.

Esta semana he comenzado con las clases de educación física, y me resulta muy desalentador no tener apenas nada organizado, no saber en muchos casos qué hacer. Hasta un determinado nivel de desarrollo en los niños, adaptar las ideas que tengo en la cabeza y que he consolidado los cursos pasados no resulta excesivamente difícil, pero hay otros casos en los que las adaptaciones ya no son posibles, y exigen un planteamiento totalmente diferente que actualmente me desborda.

Añádase a ésto que la bibliografía sobre educación física en educación especial es poco abundante. Apenas “el juego y los alumnos con discapacidad” y los títulos del maestro Alfonso Lázaro del CPEE Gloria Fuertes de Andorra son los que he podido utilizar de momento.

Lo más lógico, dicho lo anterior, parece dejar de teclear y ponerme a intentar aclarar mínimamente el entuerto.

Por cierto, me gusta citar los libros que me ayudan a ser mejor persona (por tanto, mejor maestro): ya han acabado (¿nos acaban ellos o los acabamos nosotros?) La Ciencia y la Vida y Articuentos, de Sampedro, Fuster, y Lucas el primero y Millás el segundo. He disfrutado infinitamente con su lectura. En el próximo escrito intentaré extraer algunos de los fragmentos gloriosos de estos libros, simplemente para plasmar una pequeña porción de las ideas que mi inútil memoria no me permite retener.

sábado, 20 de septiembre de 2008

ANA PELEGRÍN.


El documento donde escribo las entradas del blog suele ser un desastre desordenado donde voy añadiendo ideas, enlaces por visitar, libros, fragmentos llamativos, temas que desearía tratar, citas, etc.

Acabo de hacer una pequeña limpieza y he comprobado que, entre otros, dejé sin abordar dos importantes cuestiones el curso pasado: la primera consistía en haber realizado un artículo en catalán, como dedicatoria a la tierra en la que viví y trabajé durante dos años, y también para Jaime, por ser su lengua materna y, por tanto, a través de la que entiende el mundo; la segunda se refería a Ana Pelegrín, una maestra de la que me habían hablado algunos grandes compañeros como una persona especialísima, sabia, sensible, entregada a asuntos como la poesía y la expresión corporal. Lamentablemente, sobre esta señora voy a hablar fuera de tiempo, puesto que falleció hace unos pocos días. En todo caso, no quería dejar de nombrarla y de citar algunos de sus libros:

- Poesía española para jóvenes.
- Poesía española para niños.
- Huerto del Limonar. Poetas del 27.
- Raíz de amor.
- Cada cual atienda su juego.

Algunas de sus palabras: “La poesía es un modo de escribir la vida, de retenerla en la palabra, de inscribirla, frágil y permanente, como si por un instante consintieras -diría García Montero- que a veces se vive en un libro de poemas” (Raíz de amor).

Y uno sus poemas seleccionados. Un poema muy especial para recitar a la persona que amas o para crear un momento mágico en una escuela de primaria:

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

Octavio Paz (Libertad bajo palabra).