De nuevo es navidad, en el Corte Inglés y también en la escuela. De nuevo nos afanamos en la preparación del festival. De nuevo siento que he de hacer un esfuerzo importante que no se traduce necesariamente en beneficios pedagógicos. Complejidad organizativa, grandes tiempos perdidos, contenidos importantes que quedan relegados, etc. Un nuevo año cumple su ciclo y nos planta ante las mismas situaciones.
Además, el desbarajuste final del trimestre, con las evaluaciones, alcanzar los puntos programados en cada área, concluir los procesos y unidades iniciadas.
El año pasado, por estas fechas, se gestaban los alborotos de las escuelas (en Aragón una, y en Murcia otra, creo) que no pretendían celebrar el festival o que no pensaban adornar navideñamente las aulas. Yo me extrañaba de la gran presencia religiosa de esta celebración en la escuela, que incluso llevaba a los maestros a participar en villancicos y otros ritos en el propio festival. Este año se plantea similar situación, por lo que probablemente habré de explicar que yo no puedo cantar el “beben y beben” por cuestiones ideológicas.
Han llegado a clase dos ordenadores como respuesta a la solicitud que realicé hace unas semanas. Uno lo cede la comarca del Matarraña y el otro el Servicio Provincial de Educación de Teruel. La respuesta afirmativa que nos han dado y, especialmente, la celeridad en el envío me han sorprendido gratamente, pero el color amarillento de las carcasas y los 6Gb de disco duro observados en el que mejor aspecto tiene no prometen unas brillantes prestaciones y posibilidades de trabajo.
Además, el desbarajuste final del trimestre, con las evaluaciones, alcanzar los puntos programados en cada área, concluir los procesos y unidades iniciadas.
El año pasado, por estas fechas, se gestaban los alborotos de las escuelas (en Aragón una, y en Murcia otra, creo) que no pretendían celebrar el festival o que no pensaban adornar navideñamente las aulas. Yo me extrañaba de la gran presencia religiosa de esta celebración en la escuela, que incluso llevaba a los maestros a participar en villancicos y otros ritos en el propio festival. Este año se plantea similar situación, por lo que probablemente habré de explicar que yo no puedo cantar el “beben y beben” por cuestiones ideológicas.
Han llegado a clase dos ordenadores como respuesta a la solicitud que realicé hace unas semanas. Uno lo cede la comarca del Matarraña y el otro el Servicio Provincial de Educación de Teruel. La respuesta afirmativa que nos han dado y, especialmente, la celeridad en el envío me han sorprendido gratamente, pero el color amarillento de las carcasas y los 6Gb de disco duro observados en el que mejor aspecto tiene no prometen unas brillantes prestaciones y posibilidades de trabajo.