viernes, 20 de abril de 2007

PAGA EXTRAORDINARIA.

He abierto la ventana del salón, y me he encontrado una carta. Ya ven que bestias somos aquí: las cartas se lanzan a las ventanas, nada de buzones de correo.

La envían tres zagales de mi clase. Además de la amable inscripción, en su interior incluyen sesenta céntimos de euro, a veinte por cabeza.

Este mes pasaré menos apreturas. Del corazón, claro.