viernes, 25 de abril de 2008

DEL DEMONIO.


Jaime está plantando calabacines y lechugas, así que, por evidente dejación de funciones, esta semana el blog ha estado en estado cuasivegetativo.

Ya sé que prometí hace unas semanas dejar la prensa diaria, por el tema de la salud. De todas maneras, llegan algunas cosas que es imposible obviar: en entrevista del viernes, 18 de abril de 2008, en plena contraportada (la página que más me gusta) Heraldo se marca un pedazo de entrevista a un exorcista. Primera pregunta: "¿En cuantos casos de exorcismo ha intervenido?" - "Honestamente, no lo sé. Recibir gente para orar por ella o para discernir su caso es algo que hago todos los días. Pero de todas estas personas, los casos de posesión demoníaca que encontramos son poquísimos. Una media de tres o cuatro al año (...) el sufrimiento aceptado con alegría es una fuente de gracias". ¿Y no encuentran personas de un nivel cultural, humano, o humorístico más elevado para aprovechar la página?.

En fin, manifiesto mi total solidaridad con el demonio por el injusto tratamiento que se le suele dar en los medios de comunicación.

Mientras tecleaba la "n" anterior ha entrado el cartero, y me ha entregado una carta certificada. La abro y es un libro (el Sistema Solar) de Jaime para los niños de clase. Dice "Para que tus niños estudien el maravilloso (no sé por qué entrecomilla ésto) cosmos en su propia lengua". También pide perdón por su ausencia en el blog. Si es de esta manera, regalando libros para los niños, daremos por buena la plantación de lechugas.

Por otra parte, y ya no sé si es paradójico o no (quizá sea efectivamente lo corriente y ordinario, lo aceptado sin ambigüedades), cuesta encontrar hoy un rinconcico de periódico que trate el problema mundial de la subida de precios en los alimentos básicos y el inminente riesgo de millones de muertes de personas hambrientas. Mientras, Occidente entero, a través de gestores como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, echan números, calculan a cuánto sale el muerto, comprueban si se puede rentabilizar de algún modo la situación, y seguimos caminando, que el balance sale positivo. Creo que pasaremos a la historia como las personas acomodadas que no levantaron un dedo ante situaciones terribles y atroces.

Doy un pequeño salto, y acabaré diciendo que sigo disfrutando de las clases de Educación Física como nunca antes. En cada sesión se producen varios momentos maravillosos que me siguen reafirmando en la idea de considerar ésta área como aquella con mayor potencial educativo. La semana que viene acabaremos la unidad y trataré de explicarme mejor.

lunes, 21 de abril de 2008

ASALTO ESCOLAR: NUEVAS EXPERIENCIAS.

Tras escuchar con sorpresa en estos dos años las noticias de robos que se sucedían en las escuelas de los alrededores, hoy, finalmente, nos ha tocado a nosotros.

Esta mañana, al llegar, hemos comprobado que la puerta de acceso desde el patio estaba abierta. Al bajar las escaleras, y temiendo que algo raro pasaba, también hemos visto abierta la puerta del despacho (y rota, como luego se ha comprobado). Al asomarnos, zaca!, como en las películas: ficheros por el suelo, informes rotos, la caja del dinero vacía, todas las puertas de armarios salidas y con documentos colgando, y un ordenador portátil, una cámara de fotos, y otra de vídeo ausentes.

Robar está mal, siempre se ha dicho, pero robar en una escuela me parece terrible, algo que, de no ser ateo convencido (por cierto, pueden ver ésto), creería que conduce directamente al peor de los infiernos.

En todo caso, es para pensar, puesto que las escuelas rurales tienen una dotación tecnológica cada vez mayor y más apetecible para los cacos (varios portátiles, cámaras, proyectores, etc.), mientras que las medidas de seguridad son nulas: puertas que se abren con un golpe, edificios aislados (en las épocas de frío en los pueblos pequeños a partir de las 17h no queda ya nadie prácticamente en las calles...).

Así ha transcurrido la mañana, con policía judicial y guardia civil por la escuela. Un desastre.

jueves, 17 de abril de 2008

FENTI. MÁS MOMENTOS NESCAFÉ, MARIANO.


Fenti, así pronunciado, o de manera similar, significa en árabe “¿me entiendes?”, o algo parecido.

Pensaba escribir de unos libros, de unas cosas de animalitos (como me reprocha Jaime), y cuatro peripecias escolares, pero tengo una nueva sonrisa, y siendo que escasean no es cuestión de obviarla:

Subía a por el pan a última hora de la tarde y como suele ser habitual he llegado tarde. Pan congelado otra vez. Ya de vuelta he visto un grupo de niñas en una callejuela y me he acercado a saludarlas. Eran las tres niñas árabes recién llegadas hace unas semanas y dos niñas de mi clase. Una de las primeras, de primero de primaria, ha venido corriendo y me ha dado un gran abrazo mientras me decía “hola José Luis”. Después de ésto, el breve saludo se ha convertido en más de media hora jugando con ellas. En primer lugar era sorprendente cómo se entendían entre todas (han jugado juntas todos los días). Y más aún era comprobar la cantidad de juegos que conocían y enseñaban las niñas de Marruecos: en esos treinta y pico minutos he visto cinco o seis juegos diferentes, con sus retahílas, sus cancioncillas, su teatro previo a la acción, etc. Creo que no conocen la Nintendo, ni la Salsa Rosa, ni los Serrano (hace ya más de un año que no la veo y no puedo nombrar programas de moda actuales), lo que parece traducirse en una riqueza de juegos populares notable. Como colofón, muchas de esas retahílas, o fórmulas previas, ¡las decían en castellano o catalán!. Por ejemplo, en un juego de pillar, inicialmente han asignado colores a los participantes, contaban hasta veinte, etc, en castellano. Y cuando he amenazado con irme a comprar queso, me sujetaban de la mano mientran gritaban “vine José Luis, vine José Luis”, ¡ésto en catalán!. Finalmente mi amiga me ha dado otro estupendo abrazo y se ha despedido hasta mañana.

En definitiva, me he reído muchísimo, he aprendido unas cuantas cosas, y he disfrutado con unas niñas recién llegadas que maravillan con su esfuerzo por aprender y su alegría.

Y ayer otro niño subió a casa para que le prestara un libro de astronomía para principiantes que me compré hace poco. Este niño ha quedado hipnotizado por la belleza y fascinación del tema espacial, por lo que la astronomía es uno de sus principales intereses estos días (esta mañana explicaba a un compañero cómo una estrella puede acabar siendo una nube de neutrones, que, por otra parte, no sabía qué demonios eran). El caso es que mientras yo buscaba el libro se ha quedado observando unas pocas fotos en la estantería (padres, novia, grupos de mis antiguas clases de gerontogimnasia, …, ya saben…) y me ha preguntado: “José Luis, ¿y no les echas de menos viviendo tanto tiempo solo?”. Cara de circunstancias. “Pues claro, compañero”.

Ayer vimos http://www.alucine.com/ y surgieron dudas, siempre dudas. Varios quedaron pensando: “si es verdad que en el movimiento de traslación la tierra avanza a treinta (30) kilómetros por segundo (que ya cuesta creerlo), ¿cómo es posible que no oigamos el terrible ruido provocado por tal velocidad?. Hoy, al llegar de entrenar, otro niño se ha acercado y me ha dicho que no nos habíamos acordado en clase de resolver la duda. Así pues, mañana lo intentaremos. Que tengan buen día.

martes, 15 de abril de 2008

PLATÓN Y UN ORNITORRINCO ENTRAN EN UN BAR…

…Es el título de uno de los libros que componen el nuevo atracón bulímico que cada pocas semanas tiene lugar en la librería. Luego llega el cierto arrepentimiento al pensar que probablemente no podré leer todo lo comprado, pero, por otra parte, también supone un incentivo para dedicar más tiempo a tal actividad (que está resultando, con diferencia, la más satisfactoria de los últimos tiempos).

Este libro es uno de esos aperitivos filosóficos, al estilo de “Filosofía para Bufones”, que tan placenteros me resultan. Aquí los autores afirman que los mecanismos internos del humor, de los chistes, son los mismos de la filosofía. Más aún, que ambas cosas son finalmente lo mismo. Por ello, se traza un recorrido por las principales doctrinas, autores, etc, en base a dicha clave humorística (filochistes). Por ejemplo, a cuento de la esencia y los elementos accidentales de las cosas:

Cuando Thompson cumplió los setenta, decidió cambiar completamente su estilo de vida para vivir más años. Se sometió a una dieta muy severa, daba largas caminatas, nadaba y tomaba el sol. En tres meses, Thompson perdió cinco kilos, redujo quince centímetros el perímetro de su cintura y aumentó doce centímetros de pecho. Esbelto y bronceado, decidió dar el toque final a su aspecto con un corte de pelo deportivo. A la salida de la peluquería, le atropelló un autobús.
- ¡Dios mío! – gritó cuando yacía moribundo - ¿Cómo has podido hacerme esto?
- A decir verdad, Thompson – dijo una voz que procedía del cielo -, ¡no te he reconocido!

O éste, respecto al razonamiento por analogía:

Un anciano de noventa años va al médico y dice:
- Mi esposa, que tiene dieciocho años, está embarazada.
- Le voy a contar una historia – responde el médico -. Un hombre fue a cazar pero, en lugar de una escopeta se llevó un paraguas por error. Cuando, de pronto, le atacó un oso, el hombre blandió el paraguas, disparó y el oso cayó muerto.
- Eso es imposible – dice el anciano -. Al oso le debió de disparar otra persona.
- ¡Pues eso digo yo! – concluyó el médico.

O, a propósito del racionalismo optimista de Leibniz:

- El optimista piensa que éste es el mejor de los mundos posible. El pesimista teme que así sea.

Para la escuela un ingente cargamento también, fruto de la autofinanciación emprendida en clase. Además, se han juntado con un par de cajas donadas por una clienta de la tienda de mis padres (una madre que tan pronto consigue libros, como un par de bicis para alumnas inmigrantes recién llegadas, o información sobre una oposición), por lo que las dos primeras horas de clase han sido hoy una gran fiesta lectora. Y creo que este año ya he conseguido que la actitud general de los niños hacia los libros y la lectura sea de alegría, curiosidad, e interés; lo que siendo algo que se forja en un plazo no breve, me resulta enormemente satisfactorio. Mañana nombro los libros, por si hay interesados en conocerlos.

Antes del recreo también ha dado tiempo a continuar el torneo de ajedrez que tenemos en marcha (otra aventura para hablar buen rato; imaginen cinco partidas de ajedrez simultáneas, con dos jugadores y un juez en cada mesa, con un silencio sepulcral y todos los niños atentísimos y concentrados, …). Y después del recreo una clase de EF impresionante, con unas acciones de los niños magníficas, plenas de dificultad, belleza, originalidad … (…gimnasia rítmica), y un trabajo por parejas que implicaba observación, crítica, reflexión conjunta, …, y que han llevado a cabo de una manera digna de elogio.

Sí, ha sido una buena mañana. Por cierto, llevo varias semanas soñando andanzas que ocurren mientras vivo en Ansó. He de solucionar ésto pronto.

viernes, 11 de abril de 2008

PASEANDO POR LAS ESTRELLAS.

En primera instancia pediré disculpas públicas a mi hermano virtual, ahora que ni telefónica nos asiste: unos virus muy malos me han tenido ocupado.

Una frase que leí hace unos días no sé dónde: “lo ideal de un sistema educativo serí­a que además de estudiar, pudiéramos aprender”. Me parece estupenda.

El estudio del Universo nos conecta sin remedio con las grandes preguntas. La grandeza de sus cifras, hallazgos, evidencias, nos sitúan en una minúscula y ridícula situación y, lo más importante en relación a sus implicaciones escolares (y en todas las demás): creo que son los mejores ingredientes para fabricar caras de estupefacción, caras de “ohhhhh, madre mía”. Además, si este tema es ofrecido de primera mano por un científico de primerísima fila, que además posee el magnífico don de la capacidad divulgativa, imaginen el resultado. Carl Sagan, claro (La Diversidad de la Ciencia; Cosmos; Un Punto Azul Pálido; etc.). Por eso el tema está gustando tanto en clase, y varios niños ya tienen claro que dedicarán su vida a la astronomía. Algunas de nuestras sorpresas:

- En nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay unos cuatrocientos mil millones (400.000.000.000) de estrellas, siendo nuestro Sol una (1) de ellas.
- En el Universo se estima la existencia de más galaxias que estrellas hay en nuestra galaxia. Ya hicimos el cálculo: aproximadamente, más de ciento sesenta mil trillones (160.000.000.000.000.000.000.000) de estrellas.
- El Universo tiene una edad de unos catorce mil millones (14.000.000.000) de años (algunos estudios actuales lo consideran un poco más joven).
- A su vez, la edad de nuestro planeta es de unos cuatro mil quinientos millones (4.500.000.000) de años.
- Hace unos cuatro mil millones (4.000.000.000) de años que comenzó la vida en la Tierra. ¿Imaginan esos quinientos millones (500.000.000) de años en los que no existía la vida sobre la Tierra?.
- Unos seis mil millones (6.000.000.000) de años le quedan a nuestro Sol antes de agotar su combustible, convertirse en una gigante roja, y engullir a Mercurio, Venus, y probablemente la Tierra (hemos considerado no preocuparnos, dadas las escasas probabilidades de seguir por aquí).
- Si en la habitación en la que ahora están entrara su padre, a continuación su abuelo, inmediatamente después su bisabuelo, y así sucesivamente, ¡en dos semanas entraría a la sala su primer antepasado cuadrúpedo!.

Y así hasta el infinito. Un placer para el pensamiento, para encontrar nuestra verdadera medida, y de paso disfrutar del milagro, que no es religioso: el de estar aquí en medio de todo este jaleo.

¿Da para pensar un rato?

Y la semana próxima volveremos a salir al encuentro de la luna. Quedaremos una tarde, Pablo nos prestará su telescopio pajarero, e intentaremos que este año nuestro satélite no escape y nos permita admirar sus hipnóticos cráteres. Por cierto, el maravilloso señor Sagan afirma que “mirar al cielo produce la más intensa sensación posible de sentido cósmico”. Eso intentaremos.

Buen viaje galáctico.

jueves, 3 de abril de 2008

LA TRINCHERA ESTÁ ARDIENDO.


Cuando uno está tan fuera de lugar como yo, no pasa día sin pensar en las ideas propias, sin pensar: “la madre del cordero, ¿por qué no haré las cosas más sencillas?, buena parte del problema tiene que estar en mí”. Por eso consuelan algunos encuentros, charlas, correos o, como en este caso, una breve entrevista a Umberto Eco en la que puedo reconocer muchos pensamientos compartidos: este señor nombra a su abuela, sin cultura alguna, como motor de su pasión por la lectura, y a una maestra, la señorita Bellini, como “una de las personas que más ha influido en su vida” (en un solo año de docencia), y como “la persona que les estimuló para escribir, para contar, a ser espontáneos”. O del profesor de filosofía “que podía interrumpir la clase para hacerte escuchar a Wagner”.

Umberto Eco también compara nuestra época con la caída del Imperio Romano, y afirma que los jóvenes hoy apenas tienen posibilidades para transformar, para provocar cambios, debido en buena parte “a la globalización y la pérdida de las ideologías”, a no ser que ocurra como hace mil quinientos años “con el nacimiento de las órdenes monásticas: te encerraban en el monte, en un convento, e intentabas salvar la espiritualidad y el conocimiento que pudieras mientras el mundo se desmoronaba. Hoy puede haber jóvenes que van al desierto a poner en práctica una vida ecológica. Eso es lo máximo que se puede hacer: no cambiar el mundo, sino retirarse del mundo”.

Me hace sentir cierto escalofrío comprobar cuánto se identifica este blog con esta idea de retirada.

Hace unos días repartimos las revistas realizadas en el segundo trimestre. Estas publicaciones supusieron la opción de autofinanciar con un trabajo escolar las iniciativas que estaban en el aire al comenzar el curso y que no contaban con excesivo apoyo de ninguna parte: ordenador para nuestra aula, dotación de libros para la biblioteca de clase, materiales para la idea de las madres lectoras, etc. En todo caso, tuve muchas dudas en mezclar una actividad de los niños con un asunto económico, pero a la vista de las necesidades y las ventajas, repartimos las revistas entre los niños pensando en recibir un euro y medio de cada una. El medio euro sufragaría aproximadamente lo invertido en fotocopias, y con el euro esperábamos comprar seis o siete libros para la clase cada trimestre. El problema lo encuentro cuando cada día recibo a través de los niños más quejas de los familiares por el precio e incluso los hay que no han creído necesario ni quedarse un solo ejemplar como recuerdo de aquello que un día hizo su hijo. Esta actividad, como otras, requiere cierto esfuerzo que parece compensarse al ver el resultado, la motivación de los niños por escribir, las felicitaciones que les dan los vecinos del pueblo, etc., pero cuando, otra vez, parece que nado contra corriente y que lo que yo veo como algo magnífico en la formación de los niños, el resto de implicados lo ven como una pérdida miserable de tiempo, o una tontería, pues ya no sé bien en qué dirección tirar.

Hoy hemos abordado un punto que el currículum deja a decisión del claustro: las asignaturas suspendidas con las que un alumno necesariamente deberá repetir. Evidentemente han surgido opiniones que valoraban la importancia que cada uno atribuye a cada asignatura. Yo he manifestado que consideraba la Educación Física tan importante como cualquier otra, si no la que más. He sido el único con esta opinión, y el resto de maestros la colocaban en las posiciones y prioridades tradicionales. ¿Qué hacemos dedicando tantos ratos a hacer de esta (y otras) asignatura algo digno, algo importante para la vida de los niños, si finalmente todo se resume en saber matemáticas y lengua?. Lo dejaré aquí.

Jaime tuvo que reconocer ayer que por conocer todas las características del virus de la gripe, ésta no deja de doler.

Y actualizo con algo bonito: hace cinco minutos he acabado una clase de Conocimiento del Medio dedicada a Universo. Hemos apurado diez minutos más como casi siempre. Un niño antes de irse se ha acercado, me ha agarrado la cabeza para llegar a darme un beso, me lo ha dado y me ha dicho: gracias José Luis, en esta clase he aprendido más cosas que en todos los años anteriores juntos. Y lo que realmente maravilla es la espontaneidad de un niño para manifestar sus sentimientos.