jueves, 20 de diciembre de 2007

CHASSSS, PFFFFFFSSSS, …, ABRACADABRA PATA DE CABRA.

Es tarde. Hoy he asistido a mi primera comida navideña como maestro. Busco una música adecuada para la representación que los niños harán mañana en el salón de actos del pueblo. Necesito unos efectos para acompañar unos encantamientos sobre leche merengada, árboles con helados, y gitanos que cantan Sarandonga en castellano y en inglés, y que deben estar escondidos en alguna recóndita y endemoniada carpeta en las tripas de Windows (los sonidos, me refiero), y necesito una música para acompañar un momento emotivo. Ésta última la acabo de encontrar: será La Última Rosa del Verano, la melodía que acompañó hace setenta años a Ramón Acín, el maestro de Huesca. La melodía de la caja de música. Mañana sonará en Peñarroya de Tastavins. Así que, Víctor, sobre las 19:30 nos acordaremos de ti.

Estamos a punto de finalizar la impresión de las revistas Palabras Mágicas. Hemos hecho cien ejemplares y cada niño distribuirá tres o cuatro entre sus familiares y amigos. Creo que los niños están muy orgullosos de este material, y yo, al ser la primera cosa escrita de la que soy responsable, también siento una importante alegría. Es una publicación de treinta y dos páginas realizadas de manera íntegra por los niños, y de un modo voluntario al 90%. La hemos realizado siguiendo los consejos de los amigos del CRA Algars (con más tradición en estos asuntos), haciendo un montaje sobre láminas A3 e imprimiéndolo posteriormente, de modo que el formato es realmente el de una revista (la grapadora para abarcar el A3 también he de agradecerla a estos compañeros). Por cierto, para sondear los ánimos, hoy he anunciado que la semana próxima borraría el blog escolar Palabras Mágicas, puesto que ya hacía varios días que nadie escribía nada, y todos han preguntado alarmados qué rayos estaba diciendo, que de eso nada. Así pues, el asunto va bien.

Seguiré buscando efectos de encantamientos, y añado una cita que ha aparecido de repente por aquí. No tiene nada que ver con lo anterior, pero me gusta e ilustra algunas de mis creencias y cavilaciones, y también parece una foto certera de la sociedad occidental. Creo que es de Buda:

"Los hombres, que pierden la salud para juntar dinero, y luego pierden el dinero para recuperar la salud y por pensar ansiosamente en el futuro, olvidan el presente de tal forma, que acaban por no vivir ni el presente ni el futuro, viven como si nunca fuesen a morir, y mueren como si nunca hubieran vivido".