jueves, 29 de junio de 2006

Dado que la Santa Compañía Española de Teléfonos y Robos, otras veces Timofónica, está a punto de dar tijeretazo a mi humilde conexión, como si de la desconexión de un enfermo terminal se tratase, debo aprovechar para despedirme de todas las personas que por aquí se han asomado.

Descubrir pueblo precioso, trabajo perfecto, conocer niños fantásticos, meter la pata varias veces, encontrarme con muchos y variados maestros, recibir ayudas y consejos desde http://gurrion.blogia.com/, desde el CPR de Huesca, desde http://www.victorjuan.net/, desde el colegio César Augusto de Zaragoza , desde los comentarios de los amigos catalanes, leer muchos libros, disfrutar de la naturaleza, de la vida tranquila, del deporte, del mejor pan que he probado, de la Borda Chiquín y Arracona, de la Posada Magoría, de las visitas de mis tíos, de mi novia, de mi hermano, de mis padres, de Raúl, casi encontrarme con el Oso. Linza, Zuriza, Chimeneas, Charles Dickens, Veral, fotos, ardillas, Matamachos, sarrios, ERPAS, CRIET, Tablet, Ramón y Cajal, jabalíes, padres de niños, Belagua, Tina, La Isla del Tesoro, La Historia Interminable, ovejas, Desde el Vientre Materno, Os Chotos d'Embún. Susana, Lucía, Guille, Julia, Diego, Raúl, Esther, Sergio, Andrea, Lena, Leire. ¿Un sombrero o una serpiente que tragó un elefante?. ANSÓ.

Ya hemos dado el primer paso. Jaime y yo iniciamos el camino hace ya un tiempo, y hoy estoy muy contento de poder seguir, aunque alejados, nuestra travesía de manera bastante paralela.

Me despido hasta el inicio del próximo curso, aunque escribiremos algunas notas sobre nuestra aventura ciclista pirenaica.

Muchas gracias a todos por la atención.

martes, 27 de junio de 2006

No puedo ser ajeno a estos trances nacionales. Primero fue la faraona del cante, y ahora la selección. De nuevo un país en vilo; dicen que todo un país pendiente de un mismo sentimiento, en pleno éxtasis, supongo, como Santa Teresa de Jesús. Pues hombre, que unos tipos, por no excesivo sacrificio ni esfuerzo, ganen 100 millones de pesetas por barba, no acaba de parecerme del todo justo. Y ya puestos, tampoco entiendo la noticia de apertura de los informativos radiofónicos del mediodía: “el Presidente Zapatero ha llamado al seleccionador nacional para desearle suerte”. Olé. Pues lo mismo: si esto es lo que más nos preocupa, probablemente merecemos todo lo que nos ocurre.

Por otra parte, semejante acontecimiento me permite constatar, considerando que medio país estaba frente a la televisión, que por la tarde he sido uno de los tipos más afortunados del lugar. A modo de despedida he recorrido algunos de los impresionantes lugares que la naturaleza me ha ofrecido este año, y el sentimiento de felicidad, tranquilidad, armonía, ha sido indescriptible. Creo que todo el mundo debería tener la opción, una vez al menos, de estar en lugares parecidos y sentir cosas similares. Quizá la Educación Física tenga algo que ver con esto.

En la Escuela ya esta prácticamente todo recogido y ordenado, dispuesto a que, tras un respiro, de nuevo comience la historia y todos esos materiales sean un pretexto que dé pie a tantos descubrimientos, sentimientos, emociones.

Últimamente me llegaban voces que afirmaban no echar nada de menos a los niños, estar muy contentos porque, por fin, las clases estuvieran vacías. Hoy José Luis, un maestro con larga experiencia, me ha preguntado qué tal estaba. Le he dicho que un poco triste por el final de curso, y me ha respondido con un gesto y dos o tres palabras. Es bueno y reconfortante encontrar maestros que sienten parecido.

domingo, 25 de junio de 2006

El pasado viernes llamé al director de mi nuevo destino para que me anticipara algunos asuntos. Es una cuestión extraña esa llamada, ya que supone un primer paso hacia un año lleno de nuevos descubrimientos y situaciones. El primer paso de un nuevo trayecto.

Lo más relevante se refiere a que tengo casi todas las posibilidades de ser tutor de 1º y 2º de Primaria. Además, sólo daría Educación Física a este grupo. Doble lectura negativa: por una parte hubiera preferido un grupo de mayor edad, porque el día a día con ellos me resulta mucho más rico y gratificante; y por otra parte, ni siquiera poder dar mi especialidad a otras clases supone estar todo el curso con un único grupo, lo que creo que también redunda en una menor riqueza de experiencias, menor aprendizaje, en definitiva.

En la cara positiva debo señalar que seré tutor, y es algo que hubiera sentido muchísimo no ser. Ya he dicho otras veces que con la tutoría este año he disfrutado y aprendido muchísimo. También, y aunque no me guste, trabajar con la citada edad me permitirá tener una visión ya completa de toda la franja de edad que abarca la Educación Primaria, lo que me parece muy positivo e importante.

En la escuela hay unos 35 niños, y en mi clase 8, siendo 2 de 1º y 6 de 2º, entre los cuales hay un niño con discapacidad psíquica.

Pisoteando uno de mis principios vitales, esta semana voy a iniciarme en el juego. Debo informarme si aún se sigue jugando a la Primitiva, Bonoloto, Quiniela, El Niño, galgos, etc., puesto que debo acertar rápido con alguna de ellas para facilitar mi ansiada vida en un pueblo. Incluso Paula comienza a estar de acuerdo conmigo. Y es que sólo hay que ver la cara de los niños jugando por las calles, o disfrutar de vistas (y el pan) como las de hoy a 10’ de casa.

jueves, 22 de junio de 2006

FIN: VOLUMEN I y II.

FIN: VOLUMEN I y II (maneras de sentir).
Hace un año estábamos a punto de empezar las oposiciones. Hacíamos entrenamientos específicos de examen en la biblioteca, leíamos los temas mirándonos fijamente a los ojos, exponíamos frente a nuestros alucinados compañeros de piso (...), hacíamos series de velocidad en la escritura con un boli recortado para aminorar su peso (sí, lo siento, boli tunning), recibía las últimas llamadas de las personas que sufrían conmigo y querían ayudarme, respirábamos los humos y el calor zaragozanos entre folio y folio, nos enfadábamos por asuntos trascendentes como la limpieza o la compra (siempre marcas "dedo" o "pájaro", por supuesto).

Hoy, de alguna manera, se ha cerrado un primer bucle. El primer curso ha acabado. Entre medio hay muchas cosas y muchas personas. Me acuerdo ahora de fallos, y de muchas anécdotas. Pero, sobre todo, me acuerdo de personas. De las que ya estaban, o de las que han pasado por aquí. Con todas ellas, y con Ansó, la experiencia vivida ha sido un placer infinito. Por primera vez puedo pensar razonablemente que las diversas, y titubeantes muchas veces, decisiones que me han llevado hasta aquí han sido acertadas y (muy) afortunadas. Acabo el curso sintiéndome muy feliz siendo maestro.

Mañana varios alumnos vendrán a la escuela para hacerme compañía y para ayudarme a recoger. Algunos han dicho que el curso ha pasado en un suspiro, y otros que estaban un poco tristes como yo porque esto acabara. En fin...


FIN: VOLUMEN II (o cada tonto, unos más que otros, con su tema)

Hoy, a las 9:30, he acudido a la escuela, he abierto la puerta, y he descubierto todos los agujeros que quedan a la vista cuando las voces de los niños ya no suenan. Soledad pura. He comenzado a recoger y organizar los materiales para que el próximo profesor no deba hacer de detective los primeros días, buscando cada cosa que necesita, y he puesto música.

Ha comenzado sonando “In my Heart”, de Moby, que nos ha acompañado durante el curso en muchas actividades, como el teatro de navidad u otros momentos especiales. En ese momento ha aparecido el nudo. El famoso nudo en la garganta. Y con él he estado, con muchas sensaciones e imágenes pasando por la cabeza (no soy capaz de describirlas como merecen), hasta que ha venido Raúl, y luego Diego, y luego …, a pasar un rato de la mañana y a hacerme compañía. Estos seis días que quedan hasta el próximo viernes son días de ordenar, de recoger, de tirar cosas hechas durante el curso, de evocar. Y el caso es que todo me produce pena.

La madre de una alumna muy querida, a la que recordaré mucho tiempo, me ha regalado, con una bonita dedicatoria incluida, el libro “O Catón, replegando as tradicions ansotanas”. Este libro supone algo parecido al broche final de mi estancia en Ansó. Va directamente al baúl del maestro (el que lleva en su cabeza y le acompaña a todas partes; el maestro va con todo, decía otro). Baúl que estoy seguro volverá al punto de partida.

martes, 20 de junio de 2006

Los detalles, un roce, una entonación, una mala palabra, un estado de ánimo, una curva. El equilibrio entre lo estable y lo incierto.

Me doy cuenta que Jaime ya dijo hace unos días que había comenzado a despedirse de grupos. Pienso, de nuevo, en la suerte que tengo de ver a todos mis alumnos hasta el último minuto de clase del curso; incluso ya han avisado casi todos que vendrán los días siguientes a jugar a ping-pong, a leer, o simplemente a dar un poco de mal.

Cuando comenzamos con el Blog partíamos con la idea de intentar dejar patentes las diferencias que pudieran existir entre su escuela y la mía. Lo decíamos con total inocencia, la de aquellos que no saben qué se van a encontrar en el camino. Pero creo que finalmente ha quedado muy definida la diferencia entre ambos centros, y en niveles tan diversos como organización y gestión, trato entre compañeros, relación con los alumnos, posibilidades de acción del profesor, etc.

Para este final de curso tenía preparada una sorpresa para mis alumnos. Había preparado una especie de regalo para cada uno, pero por un fallo técnico probablemente no lo pueda entregar. Habían sido varias noches preparándolo y, sobre todo, una gran ilusión en dárselo. Estoy intentando solucionarlo, pero pinta mal el asunto. Si hay cerca algún técnico en fotografía, o alguien tiene un amigo...

También hay otra cosa curiosa estos días: durante el curso he vivido y aprendido tantas cosas nuevas que estoy ahora intentando hacerme con todas ellas, bien sean materiales o ideas, porque sentiría mucho no poder apoyarme en ellas para poder hacerlo un poco mejor en próximos cursos. Son libros que han marcado momentos magníficos, temas que han generado buenos trabajos, actividades de lengua regaladas por Mariano Coronas, o de Educación Física aportadas por mis compañeros Quico, Ibón, Nuria o Mari, cosas que los alumnos, queriendo o sin querer, me han mostrado, etc; espero poder echar todo al baúl.

Tras las sucesivas fases de incredulidad, enfado, resignación, ..., ahora comienzo a sentir cierta curiosidad e interés en mis alumnos de curso próximo. Incluso a veces me sorprendo imaginando ya algunas caras y algunas situaciones.

viernes, 16 de junio de 2006

3 días de clase.
Del mundo del P.A. y el N.M. me gustaría hablar, pero no tengo fuerzas.
Lo más bonito de estos últimos días son las clases de Educación Física, donde con alumnos de 6 a 14 años estamos recorriendo algunas bonitas zonas de nuestro entorno. Me gustaría que vieran algunas imágenes de los lugares por los que vamos, las zonas que son capaces de atravesar niños de seis o siete años, los paisajes que recorremos, ...; yo no sé cuánto de bien lo estaré haciendo, pero lo que sí aseguro es que dificilmente puedo quedar más contento de cómo están transcurriendo las sesiones y de lo que están aprendiendo los alumnos, que todo el día siguen practicando por el pueblo con sus amigos.
El domingo se celebra una carrera de orientación en Linza, muy cerca del pueblo. Este deporte reune, a juicio de muchas personas, unas maravillosas condiciones desde el punto de vista educativo, en referencia directa a la Educación Física. Como en las clases habíamos trabajado algunas cosas de este deporte, y tratando de ampliar la experiencia "a la vida real" intenté que los alumnos de la escuela se animaran a participar. El resultado ha sido que, de unos 20 niños disponibles, el domingo participarán 13, lo que me parece una auténtica maravilla, y me hace estar bien orgulloso de una escuela con tal nivel de iniciativa.
En esa prueba trabajarán en equipo, harán grandes esfuerzos por interpretar el mapa, correrán un buen trecho, y disfrutarán de la naturaleza, y de un buen plato de migas al acabar. Creo que no se puede pedir más.
Pienso en esto y recuerdo algunas frases que pronuncié en la oposición. Me anima comprobar que algunas cosas van adquiriendo forma y sentido.
Por cierto, otro motivo de pena por mi marcha tiene que ver con el nacimiento del grupo de trabajo Pintacoda, donde, con muchos compañeros ejemplares, seguro hubiera aprendido a ser un poco mejor maestro. Espero, al menos, mantener el contacto.

miércoles, 14 de junio de 2006

YO CREO TENERLO CLARO

Como este es un tema recurrente y yo soy bastante pesado, en los últimos años lo he comentado con mis profesores de BUP y COU, con profesores de magisterio, con entrenadores deportivos, y hasta con compañeros monitores de comedor.

Según mi añorado profesor de COU, J. Faci, cada curso era menos trabajador, y estaba dispuesto a argumentarlo y defenderlo ante quien fuera. Decía que no tenía que ver con que cada curso era distinto, y que él aún no era un viejo desconectado de la sociedad.

Según entrenadores deportivos, año tras año se encuentran con auténticas joyas y portentos físicos, pero niños y niñas de 12, 14, 16 años se ríen cuando hablan de cosas relacionadas con el sacrificio, la lucha, la superación, etc. Comparan con sacrificios, cargas de trabajo, esfuerzos y renuncias, …, de grupos de hace 10 o 15 años y les entra la risa floja.

Aunque me desvío un poco: en el comedor escolar, cuando llegaba un niño adoptado de países del este o similares, los primeros días daba gusto verle comer. Con todo el respeto, me recordaban cuando mi abuelo echaba cada tarde la comida a los animales y éstos la engullían sin siquiera dejar acercarte, dejando el cuenco impecable, reluciente. Esos niños, a los pocos días, ya empezaban a hacer tonterías durante la comida, y a la semana ya habían comprendido que si no comían bien, papá y mamá estarían allí para darle unas buenas chucherías en cuanto tuviese el mínimo apetito. Es decir, se comenzaban a parecer a esos niños a los que esta estúpida sociedad había eliminado incluso el instinto de supervivencia, y a los que monitores como Jaime tenían que introducir el yogur hasta las mismísimas entrañas porque no sabían ni tragar (niño de 4 años que sólo tomaba papillas y pures porque así a los papás les resultaba todo más sencillo).

Podría dar muchísimos ejemplos, y situaciones concretas, y generales, pero creo que no merece la pena. Pienso que, en general, el estado de necesidad de las personas es el que marca su actitud y comportamiento ante la vida. Y entre las condiciones fáciles actuales para vivir hoy en día, y los estímulos de elementos como la televisión (ole por la muñeca hinchable de los serrano y la madre que los parió; y creo recordar que eran 4 horas de media al día por español) las personas no tienen demasiadas ganas de pelear. Hoy el Lazarillo de Tormes sería un tipo raro.

Seguro que un sociólogo aportaría elementos de análisis relacionados con los vertiginosos cambios de la sociedad española en los últimos 40-50 años, pero a mí me basta con recordar al niño (80%) que dejaba su plato de borraja y su pollo guisado para guardar en la basura, al que mamá esperaba con el bollicao y las patatas fritas a las 17h, y al que posteriormente papá daba 10 euros para que con sus 8 añitos administrase y dejará satisfechas sus necesidades durante esa tarde.

En el mundo real, estoy cansado del mundo del P.A. y me siento muy inútil con un baremo que simplifica y resume el trabajo de mis alumnos con ese P.A. o con el temido N.M.
Jaime es de la liga antimensajes sentimentales, pero me permitirá recordar que me quedan minutos en estos parajes ...

lunes, 12 de junio de 2006

Estos días atrás, de manera bastante inocente, utilicé el Blog como rudimentario medio de comunicación con algunas personas, puesto que los canales habituales estaban saturados. Incidencias en el sistema ajenas a la empresa, dijo la operadora. Pido disculpas a los lectores habituales por este cambio de tercio sin previo aviso.
Quedan 8 días (escrbr con la tecla i rota es muy complcado; dejo aquí unas cuantas por si, en adelante, faltara alguna: iiiiii) para acabar las clases. Y parece que fue ayer. Tengo los sentimientos de los grandes momentos, de esos de los que después recuerdas con una viveza y precisión especiales.
Hace unos días comenté algunas sorprendentes habilidades de algunos niños para encontrar información de lo que estuviéramos tratando en clase en ese momento. Estos días, la querida Julia me está demostrando otra habilidad, consistente en diagnosticar el estado de ánimo de las personas de un sólo vistazo: "Hoy José Luis está contento", o lo contrario, son palabras con las que iniciamos las clases muchas mañanas. Y siempre acierta, la traidora.
Me zambullo ya mismo en informes de evaluación, ERPAS (¿qué serán?), y boletines de evaluación, con la única esperanza de acabar pronto y de que semejante cantidad de papel deje a alguien contento y satisfecho.
(como Paula me ha robado el ordenador, no podré añadir esta semana ninguna de las fotos que tanto me gustan).

viernes, 9 de junio de 2006

jueves, 8 de junio de 2006

“Es importante mantener la memoria para saber quienes somos”

Tuve un profesor de filosofía, el señor Azagra, que consiguió enseñarme caminos hacia dudas, cuestiones, preguntas, etc. que aún hoy me acompañan y me acompañarán siempre. Consiguió que esa reserva inagotable de preguntas sin respuesta que la filosofía implica esté frecuentemente rondando mi cabeza.

Cuestiones sobre la omnipresente muerte, sobre la felicidad, sobre la religión, sobre la propia vida, sobre su sentido, hacen que me considere una persona que continuamente está confuso, y que rara vez se ve capacitado para hablar con autoridad sobre algo.

Pero ocurre, a veces, que dentro de una cierta estabilidad de esa continua confusión (mi rutina) ocurre algo que aniquila cualquier certeza que tienes sobre el mundo que te rodea. Ocurre, miras al suelo, miras al cielo, intentas encajar piezas, pero éstas se van deshaciendo conforme las intentas colocar. Lo peor de todo es que he llegado tarde a la partida y ya estaba todo patas arriba. Sucesos tan improbables que ni los había podido considerar remotamente.

Hoy me da igual ser maestro en Ansó, en Fuenlabrada, o en Bogotá. Creo que incluso me da igual ser maestro. Una de las cosas que más quería y que deseaba que jamás cambiara se está rompiendo.

En Ansó los niños siguen siendo felices y el final de curso transcurre sin sobresaltos, rodeados de papeluchos y boletines que rellenar.

Perdimos un trozo de nuestras vidas.

martes, 6 de junio de 2006

El blog ha servido durante el curso para comprendernos mejor a nosotros mismos. Ha servido para expresar sentimientos intensos, situaciones bonitas o complicadas.
También ha servido para enviar algunos guiños, algunas palabras de complicidad, que la persona adecuada sabía descifrar en algún lugar. Unas veces la novia, otras la madre, un hermano, un amigo, ...
He leído algunas veces que hay quien escribe porque no tiene bien claro el modo en que decir las cosas. Recuerdo muchas cartas y notas escritas durante años pasados, cuando un nudo de sentimientos apretaba la garganta y no había otro al que contar la historia. Hojas manchadas de lágrimas.
Hay veces en que los sentimientos, la lógica, los hechos, y otros ingredientes se mezclan dando lugar a un revoltijo de dudas y confusión. Sólo quiero enviar un abrazo, dar ánimos, y desear que todo se solucione del mejor modo posible. Ojalá pudiera hacer más.

lunes, 5 de junio de 2006

Por fin he podido mostrar a Paula en qué consiste el día a día en Ansó. No mostrar el lado turístico del fin de semana, sino el ritmo lento, natural, armónico, de un lunes como hoy. 45' después de acabar las clases, acabando el postre y sin fregar, ya teníamos a varios niños abajo esperando para ir con la bici, arreglar varios pinchazos, salir a pasear. Hemos dado mil vueltas, descubierto y redescubierto otros tantos lugares, y todo ello con muchos niños que te hacen sentir contento al ver su alegría.

Creo que Paula empieza a intuir por qué he sido tan feliz este curso en Ansó.

EL lunes pasado subiendo un puerto con muchas pulsaciones y la mente aturdida vi a unos tipos por la carretera, con caballos, con un gallo, perros, una cabra, ..., y lo conté a los alumnos. Hace dos días llegaron al pueblo. Salieron de un poblado Navarro con destino a ninguna parte, con el afán de conocer y vivir. Hoy nos han hecho una obrita de teatro-mimo-clown para todos los niños de la escuela. Y toda la tarde han estado jugando con los alumnos, montándoles en los caballos, contando historias de cómo viven, etc. Otra de esas anécdotas que te recuerda que el mundo es mucho más rico y diverso de lo que solemos ver y creer.

Sigo apurando y disfrutando cada segundo que me queda en este lugar, aunque cada día con la certeza más clara de que, del modo que sea y cuando sea, he de volver aquí.

jueves, 1 de junio de 2006

FILOSOFÍA, FEOS, Y MÁS.


Pero, cuando todos se mueran, o cuando yo me muera, ¿qué es lo que se siente?, ¿qué significa no sentir nada?, no entiendo qué significa no sentir nada.
No sé. Me gustaría poder comprobar qué hace esta niña dentro de 10 años, cuando haya podido desarrollar una mente tan despierta como para tener pensamientos de este tipo a sus 11 años. Lena es la mejor lectora que voy a poder encontrar en mi carrera docente.
Leire sin embargo estará llegando a Cuba. A su corta edad tiene una cantidad de experiencias, viajes, amigos, que también incitan a pensar en su bonito futuro. Recién apasionada de la revista Muy Interesante. Y con capacidad para localizar en un minuto un artículo que ilustre o aporte una frase a casi cualquier tema que estemos tratando en clase.
Sergio ha descubierto la lectura este curso, y, además, es el mejor deportista de toda la Comarca. Tampoco creo que encuentre otras facultades físicas como estas en 50 años.
Y los otros siete...
Está claro, Víctor, que los del próximo año serán mucho más feos.