lunes, 31 de marzo de 2008

SORPRENDERSE.


Este tercer trimestre constituye un buen momento escolar puesto que facilita las excursiones, tratamos asuntos relacionados con animales, plantas, el universo y, en definitiva, contenidos atractivos para los niños y, en este caso, el maestro (esto no es difícil en ninguno de los dos casos).

En la línea de intentar acercar la realidad hasta la escuela y mostrar algunas maravillas bien cercanas y generalmente ignoradas, el domingo, nuestro amigo Carlos Lastanao, un naturalista sorprendente y al que escuchar es un placer, me entregó insectos palo e insectos hoja para la clase cuando visitamos la exposición que mostraba en el municipio de Zuera. Estos animales pertenecen a la orden de los fásmidos, o lo que es lo mismo: “fantasmas”, en relación a su increíble capacidad de camuflaje. Hoy los niños los han visto y conocido, y he aprovechado para abordar otros contenidos relacionados.

Aunque no creo que para preocuparse, sí me ocurre últimamente que muchos de los asuntos que tengo preparados para la escuela no acaban resultando como tenía previsto, y me queda la sensación que no han ilusionado o sorprendido, o despertado el interés de los niños como era de esperar. Parece que cada día que resulta un poco más complicado encontrar esta inquietud y curiosidad. Ocurre con el blog, con libros, revistas, cosas de animales, fotos, …

Y los enfados. Hay niños en permanente estado de nervios, de enfados, siempre con malas respuestas y gritos para los compañeros. Cuando estas actitudes se suceden en una jornada me agotan y me hacen sentir profundas ganas de marchar a casa. Parece lógico pensar que estos modelos de comportamiento se adquieren en el ámbito familiar. En todo caso, la convivencia de la clase se ve seriamente perjudicada. Al final, un niño me ha dejado estupefacto cuando en medio de clase, mientras unos compañeros estaban despistados de la explicación, se dirige a ellos con tono amenazante gritando: “al final cobraréis”. Lo inquietante ha sido la naturalidad y firmeza con la que lo ha dicho. En fin, mañana más.

jueves, 27 de marzo de 2008

ALGUNAS TRIBULACIONES. TAMBIÉN DOS NIÑAS NUEVAS.


Tenía hasta hace unos segundos una torre de quinientos periódicos en el sillón. He decidido tirarlos. Llevaban algunos allí varios meses esperando a que les extrajera (quizá pudiera decirse “extirpara” en este caso) algunas noticias para la escuela, para analizar en clase con los niños, y otras para mí, como documentos adjuntos a los acontecimientos que la raquítica memoria intenta retener. Llegan a casa cuando no tengo tiempo de revisarlos en la escuela. El asunto es que he comenzado a pasar páginas y no hago sino comprobar que es siempre lo mismo: las mismas noticias, los mismos problemas, los mismos atropellos, los mismos beneficiados. Cada tres o cuatro ejemplares se salva una noticia de un escritor, de ciencia, de naturaleza, de..., así que han ido todos a la basura. Cuando una página muestra las penas de la mayor sequía en cien años y en la otra sale Biel y sus megaproyectos, por decir algo, y cuando ésto no es esporádico sino que los despropósitos abundan por doquier, pues sólo me quedan ganas de eso, de tirarlos y cerrar otra ventana más al mundo exterior.

Creo que sigo volviéndome loco. Leo “La Especie Elegida” de Juan Luis Arsuaga y vuelvo a tener mareos y a sentir que cada página me transforma hasta el punto de ser alguien diferente cada capítulo. Las últimas lecturas creo que me han convertido, en pocos meses, en otro muy distinto. En este caso, la dimensión geológica (la de los millones de años) en la que se inscribe el relato dota a nuestra existencia de una trivialidad sólo comparable a lo milagroso de la misma. Quizá si en la conciencia colectiva tuviera mayor presencia este carácter casual, maravilloso, preñado de hechos fascinantes e insólitos, de nuestra existencia, la conducta de la sociedad no estaría tan representada por comportamientos abusivos, soberbios, y prepotentes respecto al mundo en que vivimos.

Un señor decía anoche en la radio (“La Noche Menos Pensada” es un gran programa de Radio Nacional, aunque emitido a horas propias de pecadores) que si nuestra atontada sociedad, la de la tele y las compras y las bodas a ciento veinte euros el cubierto, viera y sintiera un instante la situación real y auténtica de muchas personas de los países del tercer mundo, probablemente ya siempre le acompañaría un sentimiento atormentado en su conciencia. Yo mientras sigo educando niños para que mantengan los engranajes de la maquinaria económica europea (algo así dice el nuevo currículo).

Y en lo que atañe al objeto del blog, a la escuela han llegado dos niñas de Marruecos, una de ellas a mi clase. Es su primer contacto con la cultura occidental, por lo que la comunicación entre nosotros está casi completamente impedida. En todo caso, me encanta esta situación por el reto y motivación que supone y, más aún, en cuanto a la dosis de integración, respeto, colaboración, etc. que exige a nuestras mentes, tantas veces anticuadas y propias de la época de las cruzadas. Cada cinco minutos me imagino en un mundo nuevo, medio solo, y teniendo que aprender, ipso facto, árabe. Y no acaba de parecerme sencillo.

jueves, 13 de marzo de 2008

SIN NOTICIAS DEL CIELO. ALTERNATIVA A LA RELIGIÓN (CATÓLICA).


En la clase de alternativa a la religión el maestro y sus alumnos siguen apartados en un rincón oscuro de la escuela mientras la mayoría de niños reciben en el aula su dosis de dogmas por vía intravenosa.

Hace unas semanas, tras valorar el trabajo que hacemos en ese tiempo (cincuenta minutos cada semana con tres niños), decidí probar a hacer algo que acababa de leer: algo parecido a religión comparada, o historia de las religiones, o filosofía de las religiones. Un único objetivo: intentar dar un poco de luz a una materia que representa un auténtico agujero negro en la mente de los niños. Así pues, con pequeños trabajos intentamos extraer algunos fundamentos (ya sé que suena paradójico) de las religiones y posteriormente establecemos un diálogo para establecer algunas conclusiones.

Es otra batalla perdida, puesto que las tradiciones, las inercias escolares, la educación familiar, …, tienen una fuerza terrible. En todo caso, sólo pretende ser un instante para que el pensamiento crítico, la capacidad de reflexión y de cuestionar la realidad, encuentre un huequecico entre miedos y temores infundados, amenazas, mentiras, e ideas impuestas por obra y gracia de la fe.

Hoy una niña con raíces profundamente religiosas me contaba que había preguntado a su abuela acerca del lío de dioses y religiones repartido por el mundo, sobre la increíble existencia de tantas y tan variadas. La respuesta de la abuela fue tajante, elevando a la religión propia como la buena y desechando de un plumazo las demás, que se convertían así en meras religiones subordinadas. Por una parte, me consuela poder tener alguna relación con esas pequeñas bombillas que se encienden, de repente, en la mente de los niños para cuestionarse y comprender el mundo; por otra parte, es desoladora la capacidad de los adultos para cortar violentamente esta necesidad interrogativa de los niños para convertirse en adultos liberados de ataduras irracionales.

Acabaré con algunos genios implicados en el asunto: Voltaire afirmó que “quienes pueden hacer que creas absurdos pueden hacer que cometas atrocidades”; B. Russell por su parte indicó que “mucha gente preferiría morir antes que pensar. De hecho, lo hacen”. “El cristianismo, así como el Islam, enseña a los niños que la fe indiscutida es una virtud (…), y creo que todos deberíamos hacer una mueca de dolor cuando oímos que un niño pequeño es etiquetado como perteneciente a una religión particular u otra. Los niños pequeños son demasiado jóvenes como para decidir sus puntos de vista sobre los orígenes del Cosmos, sobre la vida y sobre la moral. El propio sonido de la frase niño cristiano o niño musulmán nos debería dar tanta dentera como las uñas arañando una pizarra”, R. Dawkins (en la obra maestra El Espejismo de Dios, con un capítulo dedicado a la relación entre los niños y la religión).

Y Víctor Hugo para concluir: “en todo pueblo hay una antorcha –el maestro-; y un extintor –el sacerdote”. Creo que hoy la antorcha la llevaría un científico con mayor dignidad.

lunes, 10 de marzo de 2008

I JORNADAS COMARCALES PRAXIOLÓGICO-LIBERTARIAS. PRINGADOS DE ACEITE.

Con el aforo completo, cubiertas todas las plazas ofrecidas en la convocatoria, acaba de ser clausurado este encuentro entre Jaime y el que escribe. El objetivo era tan sencillo como poner en común algunos cursos, experiencias, debates, etc., últimamente vividos y marcar unas líneas comunes de trabajo para intentar ser mejores maestros y aportar a nuestros alumnos lo que esté en nuestras manos.

La primera sensación es la del universo por descubrir: el mundo recién vislumbrado de la praxiología nos ofrece muchos caminos: revisamos apuntes de la carrera, algunas publicaciones y ponencias, y decidimos establecer un calendario para confeccionar algunas herramientas necesarias, principalmente para sistematizar nuestro trabajo diario (descripción de las situaciones de aprendizaje, información recogida tras su desarrollo, etc.), o para diseñar una programación anual para cada curso de primaria lo más racional y coherente posible.

Un dato curiosísimo: muchos de los contenidos revisados de apuntes de la licenciatura han cobrado sentido hoy mismo. Es decir, en el tiempo en que estudiábamos la carrera no sólo no entendíamos el contenido concreto de la asignatura en cuestión, sino que directamente estábamos perdidos y no sabíamos ni de qué hablábamos (ahora somos consciente de esta ignorancia, aunque la nota de la asignatura fue notable o sobresaliente), por lo que me parece digno de reflexión este hecho, tanto para el profesor (¿puede pretenderse intencionadamente sembrar una semilla que germinará al cabo de 5 años?) como para los alumnos. Por otra parte, también pienso los niños: si ésto puede ocurrir con estudiantes universitarios en su quinto año de carrera, implicados en la causa, que lo hacen voluntariamente y con gusto, …¿a qué conduce la obsesión tan manifiesta de transmitir y evaluar (y castigar en el caso oportuno) contenidos teóricos y abstractos a los niños de primaria?.

Lógicamente el encuentro también ofrece algunas peripecias, unos cuantos libros (leeremos en breve la Historia de Erika), y un buen plato de jamón, chorizo, lomo y queso (con trenza de Almudévar como postre; todo a mi cargo) En cualquier caso, es reconfortante poder sacar un rato para trabajar con Jaime en ilusiones e ideas compartidas.

La vida del maestro está unida a la carretera y sus peligros. Nuestra compañera Marisa, una maestra especial, tuvo un accidente la semana pasada al salir de la escuela de Beceite, así que sólo podemos enviarle ánimo y deseos de recuperación.

Y para acabar, ¿saben que no existe ni un átomo en nuestro cuerpo de aquellos que lo formaban hace unos años?. Desde lo más íntimo, desde el mundo cuántico, somos seres absolutamente distintos. Bien vale un pensamiento.

jueves, 6 de marzo de 2008

¿HAY VIDA EN LA ESCUELA?.


Cojo prestada la idea del infinito valor de la EF (de un tipo concreto de EF) para educar a los niños a través de experiencias reales, a través de la vida real, no de experiencias artificiales, para dar título al artículo y para señalar la idea central de lo que sigue:

Deseo hoy hacer algo muy sencillo. Señalar simplemente dos actividades muy concretas realizadas en el aula. Escribir y escribir de tantos asuntos, y en varios sitios a la vez, da lugar a dejar de lado en este blog algunas actividades concretas del aula que me parecen muy importantes.

En primer lugar, el blog de los niños, Palabras Mágicas, ha recorrido un camino durante estos meses como para hacer una valoración magnífica. Además, no sustituye otras actividades, sino que constituye un trabajo que prácticamente en su totalidad está hecho de manera voluntaria por los niños en tiempos de ocio o en huecos libres durante la jornada escolar. En el primer trimestre generó la revista que tantas satisfacciones reportó. Además, cuando al comenzar el segundo trimestre les dije que lo eliminábamos, que parecían haber perdido el interés, me mandaron a paseo y decidieron, tras deliberación, tomar ellos el mando. A partir de ese momento, y ya hace tres meses, los niños han gestionado sus turnos para escribir, han elegido sus temas, buscado la información, corregido sus escritos, se han ayudado entre sí, y me han pedido ayuda cuando la han necesitado. Así pues, lo hecho este segundo trimestre tiene aún mayor valor, y hay algunos artículos realmente magníficos. Por otra parte, también los niños de infantil y primer ciclo han podido plasmar allí algunas de sus experiencias.

En segundo lugar, lo que la foto que encabeza el artículo representa. Hace algunas semanas, Abel, maestro de Perdiguera, y yo promovimos el contacto epistolar entre nuestras clases. Nosotros escribimos la primera y hace dos días llegaron sus respuestas. El momento en que cada niño recogía su carta era magnífico: aplausos, emoción, nervios, risas, amor... la vida, la VIDA REAL; leímos cada una, en unos minutos pidieron comenzar a responder de nuevo y los sobres se fueron llenando de palabras, de folletos, de sentimientos, de fotos, de preguntas, de dibujos, de respuestas, de ilusión. Al final, los niños venían hasta mi mesa con auténtico interés por corregir su escrito y acabarlo de la mejor manera posible, y la mayor parte de las cartas constituían un maravilloso ejemplo de lo que eran capaces de hacer, lo cual trasciende y supera completamente las actividades que suelen considerarse propias de las asignaturas de lengua o conocimiento del medio. La vida real en la escuela.

lunes, 3 de marzo de 2008

NI UN SEGUNDO MALGASTADO. QUE CADA INSTANTE SEA PLENO DE INTENSIDAD.


“…cerca de las cuevas que habitaron los hombres prehistóricos antepasados de José. Y José lo mira: no le teme a nada y le teme a todo. Es viejo. Pierde fuerzas. Le preocupan el invierno, la nieve, y el viento. Pero no se asusta. Hace lo que tiene que hacer en cada tiempo. Forma parte de la montaña, como los enebros, las águilas, las abejas o los quejigos”.

Hoy es un mal día. La vieja señora de la guadaña. Me desconcierta observar la quietud absoluta donde antes había ágil movimiento, donde antes se mezclaba con pasión esa especie de receta milagrosa y fascinante que es la vida dando lugar a algo maravilloso. En todo caso, sirva para hacerme un poco más sensible, si cabe, ante nuestra infinita suerte (y responsabilidad).

Este blog cuenta desde hace algunos días con nuevos visitantes. Sean bienvenidos. El lugar, en esencia y no estoy seguro, simplemente responde a cierta necesidad interior de contar. De contar para entender y para comprendernos. Tanto como entender y comprender no: más bien para calmar el desasosiego de lo contrario. Suelen aparecer fallos, emociones, decepciones y alegrías.

El sábado finalizó el curso de EF organizado por el CPR de Alcañiz. Este último fin de semana el ponente, Alfredo Larraz, trató el tema del currículum aragonés de EF y expuso su idea de programación basada en la praxiología motriz (conducta motriz, dominios de acción, principios operativos, de método, de gestión, competencia motriz, educación integral del niño, etc.). Por diversas circunstancias en poco tiempo le he escuchado varias veces y sólo puedo estar agradecido. Conocimiento y trabajo ingente, maravillosas historias de Pierre Parlebas, o del pedagogo francés de Olorón (“ustedes dirán”, “usted me enseñó a pensar”), palabras comprometidísimas en cada uno de sus sonidos con la escuela, con la mejor educación posible para los niños. Hace dos años, en Ansó, mi tierra espiritual, pensaba cada dos días que mi oficio era el más hermoso. Por diversas circunstancias, ahora no pienso tantas veces ésto. El sábado, de nuevo, durante el curso, volví a sentir que mi trabajo era el más bonito, y que era afortunado, y que ser maestro es un privilegio, y que la escuela es una buena razón para invertir una vida si ésta quiere ser plena. Todos los asistentes quedaron ilusionados. No dejen de escucharle si tienen ocasión.

Ya lo he comprendido. Mis vidas, las dos, quedan al margen de la ley y sus zarandajas. Por encima, por debajo, o a un lado, no importa. Nos echaremos al monte, otra vez, y sólo pensaremos en lo importante. Eso sí, siempre poniendo todo en juego, los sentimientos y las fuerzas. Que no haya ni un miserable segundo malgastado por lamentar. Vivir cada día como si fuera el último. Va todo en la apuesta.