jueves, 6 de abril de 2006

Ya en mis años estudiantiles me sorprendía esa variedad de estudiante que conoce al detalle todos los detalles legislativos que le amparan y en los que poder apoyarse en cualquier situación de emergencia, mortal o no.

Este año necesitaría a mi lado a una de esas personas, que me guiase en los recovecos de las burocracia, de los papeleos, de los plazos, de poder cambiar una plaza X por una comisión de Y. Dada su ausencia, sigo perdiéndome a diario.

Hoy hemos celebrado el día del árbol. Hemos plantado un fresno y un nogal cada uno. Espero comer esas nueces cuando me jubile y me saquen de casa a pasear y a tomar el sol para el reuma.

Después se ha celebrado una comida con los alumnos y los padres, donde un admirable señor nos ha hecho unas migas y unas chuletas asadas. Al tener claustro en Puente la Reina no hemos podido aprovechar la ocasión para relacionarnos un poco más, y mejor, con los padres.

Ahora he acabado unos apuntes sobre el clima, el paisaje, y la estructura de la tierra que mañana estudiaremos. Sólo queda leer un poco, dormir, y mañana un nuevo día, el penúltimo del trimestre. Segundo trimestre del camino.