jueves, 29 de mayo de 2008

LA IMPORTANCIA Y DIFICULTAD DE UN MINUTO. LOS CRUCIFIJOS.


Hoy ha sido un día desastroso en la escuela.

Niño X, lee tu escrito al respecto del tema que surgió ayer tras ver el vídeo. No lo he hecho. ¿Por qué?. Silencio. Pues hazlo tú, niño Y. Me he olvidado el cuaderno. ¿Y la agenda?. Silencio. Yo también me he olvidado el cuaderno (dice el niño W). Y yo (añade el niño Z).

Ahora multiplíquese el fragmento anterior por tres o por cuatro y entiéndase en el contexto de varias horas de clase durante la mañana. Creo que mi carácter en clase es absolutamente tranquilo, pero si hay una situación que está cerca de hacerme perder los nervios es ésta: la de niños que reiteradamente, semana tras semana, olvidan no sus deberes, sino directamente su material de clase. Y me exaspera principalmente porque no alcanzo a comprender cómo demonios una familia no puede dedicar un minuto cada día a comprobar que su hijo de ocho, nueve, o diez años ha realizado sus tareas y que ha metido en la mochila el material correspondiente para cada día. No digo estar a su lado, animar, hacer juntos, motivar, leer, …NO, simplemente vigilar; vigilar y comprobar durante un minuto. El problema que se genera para seguir lo programado, para el resto de compañeros, para el propio niño (en plena formación de hábitos de trabajo y responsabilidad), es enorme. Me parece una falta de respeto mayúscula hacia todos. Y ya no sé qué más puedo hacer.

Porque me coge muy cerca, quiero dejar constancia de la propuesta de IU que hoy se ha ido al limbo sobre la eliminación de la tradición de jurar el cargo ministerial ante el crucifijo y la Biblia. Y se ha ido al limbo, al carajo, o sabe dios dónde, porque partidos como PSOE, PP, CIU, PNV, no la han apoyado. Sólo quiero añadir una breve opinión: que un partido como el PP no la apoye, pues bueno, son sus convicciones. Me parece una pobreza científica y cultural, pero son coherentes. Pero que un partido no lo apoye en contra de su ideario, aduciendo que están a favor pero no hace falta tanto, que la sociedad se autorregula, y con la mirada puesta únicamente en no disgustar a posibles votantes, pues me parece una canallada y una muestra de ausencia de principios éticos, dignidad y valentía de los que manejan buena parte de los logros y dinámicas sociales. Sólo me faltaba escuchar al ministro inmoral de turno añadiendo que ya son muchas las escuelas donde el crucifijo no preside la clase. Qué avance social e intelectual, colega. En mi caso, en la escuela no hay todavía dos cristos presidiendo la educación de treinta niños porque yo los guardé hace dos años en un armario. Considero inconcebible que estas formas y tradiciones religiosas tengan un peso tan importante en las instituciones públicas y en la educación. Pero es una cruzada imposible porque no da votos (puede quitarlos) y, además, hace pensar.

Iba a añadir un texto de Leo Bassi, humorista poco amigo de medias tintas, pero mejor lo guardo para otro rato.

El monte sigue estando precioso, con olor, sonido, y color insuperables. Otro día, lo de las fotos (por cierto, Pablo, pasa el tiempo, ¿no?) .