Veo a la abeja tan feliz…y me da una terrible envidia. Coger su madera para fabricar su panal, llevar su vida de obrera, de zángano, o de reina, quién sabe, y morir, tranquilamente, sin dar mal a nadie. Claro, y si un tipo hace una tontería excesiva le clavas el aguijón en un ojo.
Cada día me vuelvo más raro, y lo peor es que estoy tremendamente orgulloso de ello. No sé si esto será normal. Paula siempre que se enfada me dice que he cambiado mucho en los últimos tiempos (me lo dice desde que la conocí). Como para no cambiar, con ocho viviendas, mil conocidos, diez trabajos, numerosas desventuras y patadas en el culo. Y demasiados fallos.
Situaciones como las de ayer donde estoy rodeado de tipos felices a los que no era capaz de seguir la charla, la broma, el motivo de la risa fácil. Incluso una charla espontánea donde me acuchillaron el rincón más sentimental de las tripas. Desconcierta ser la nota que desafina.
Echo de menos alguien con el que marcharme al monte por la tarde y esconderme hasta las clases de la mañana siguiente. Un maqui educativo, o algo así.
Hoy he recibido un dvd de Ecologistas en Acción titulado Mi Último Valle, con un corto y algunas opiniones sobre la destrucción, para unos, y suerte para la supervivencia (esto es lo de Maquiavelo, pero da igual), para otros, del Pirineo.
Sí, también lo de Telefónica, pero ni merece la pena. En una línea este mes me han cobrado veinte euros extras por error, y en la línea de Peñarroya me han facturado el dúo adsl y llamadas. No saben los pobres que en Peñarroya no existe el adsl. ¡No hay preinstalación en el pueblo!. Supongo que me lo cobran porque les traiciona la buena intención de que sí lo hubiera. He llamado a la moza robótica y ya me ha dicho: reclama, buen mozo. Cuando me pasaba con otra operadora, le he comentado: tranquila maña, no te preocupes y no me pases, que me doy por jodido (y me ahorro el pérdida de tiempo).
Cada día me vuelvo más raro, y lo peor es que estoy tremendamente orgulloso de ello. No sé si esto será normal. Paula siempre que se enfada me dice que he cambiado mucho en los últimos tiempos (me lo dice desde que la conocí). Como para no cambiar, con ocho viviendas, mil conocidos, diez trabajos, numerosas desventuras y patadas en el culo. Y demasiados fallos.
Situaciones como las de ayer donde estoy rodeado de tipos felices a los que no era capaz de seguir la charla, la broma, el motivo de la risa fácil. Incluso una charla espontánea donde me acuchillaron el rincón más sentimental de las tripas. Desconcierta ser la nota que desafina.
Echo de menos alguien con el que marcharme al monte por la tarde y esconderme hasta las clases de la mañana siguiente. Un maqui educativo, o algo así.
Hoy he recibido un dvd de Ecologistas en Acción titulado Mi Último Valle, con un corto y algunas opiniones sobre la destrucción, para unos, y suerte para la supervivencia (esto es lo de Maquiavelo, pero da igual), para otros, del Pirineo.
Sí, también lo de Telefónica, pero ni merece la pena. En una línea este mes me han cobrado veinte euros extras por error, y en la línea de Peñarroya me han facturado el dúo adsl y llamadas. No saben los pobres que en Peñarroya no existe el adsl. ¡No hay preinstalación en el pueblo!. Supongo que me lo cobran porque les traiciona la buena intención de que sí lo hubiera. He llamado a la moza robótica y ya me ha dicho: reclama, buen mozo. Cuando me pasaba con otra operadora, le he comentado: tranquila maña, no te preocupes y no me pases, que me doy por jodido (y me ahorro el pérdida de tiempo).