Estos días atrás, de manera bastante inocente, utilicé el Blog como rudimentario medio de comunicación con algunas personas, puesto que los canales habituales estaban saturados. Incidencias en el sistema ajenas a la empresa, dijo la operadora. Pido disculpas a los lectores habituales por este cambio de tercio sin previo aviso.
Quedan 8 días (escrbr con la tecla i rota es muy complcado; dejo aquí unas cuantas por si, en adelante, faltara alguna: iiiiii) para acabar las clases. Y parece que fue ayer. Tengo los sentimientos de los grandes momentos, de esos de los que después recuerdas con una viveza y precisión especiales.
Hace unos días comenté algunas sorprendentes habilidades de algunos niños para encontrar información de lo que estuviéramos tratando en clase en ese momento. Estos días, la querida Julia me está demostrando otra habilidad, consistente en diagnosticar el estado de ánimo de las personas de un sólo vistazo: "Hoy José Luis está contento", o lo contrario, son palabras con las que iniciamos las clases muchas mañanas. Y siempre acierta, la traidora.
Me zambullo ya mismo en informes de evaluación, ERPAS (¿qué serán?), y boletines de evaluación, con la única esperanza de acabar pronto y de que semejante cantidad de papel deje a alguien contento y satisfecho.
(como Paula me ha robado el ordenador, no podré añadir esta semana ninguna de las fotos que tanto me gustan).