viernes, 10 de octubre de 2008

DE ELUCUBRACIONES SOBRE LA CRISIS…. DE VALORES.

Buscando refugio en los pequeños detalles.

Los últimos meses de vida he desarrollado una gran preocupación por el rumbo que lleva la sociedad, por otros caminos hipotéticamente posibles, por el sentido de todos ellos. No hay nada mejor que pensar insistentemente en algo para encontrarse continuamente referencias, lecturas, ideas, que inciden precisamente sobre ese tema; por eso, los últimos libros, charlas, discusiones, me suelen conducir irremediablemente a ello. Hace un tiempo, Inde me llamaba cutre por colocar hojas de periódico como mantel, y así aprovechar para releerlas (y ahorrar en mantel). Ayer, leyendo en circunstancias no mucho más elevadas (cuya descripción no contribuiría al embellecimiento del texto) el libro de economía de BUP, encontré en su primera página el concepto de economía: “se encarga de organizar unos recursos limitados y escasos para satisfacer unas necesidades humanas infinitas”. Que cada uno analice a su gusto; a mí me parece una frase terrible capaz de explicar muchísimos hechos actuales (vean un buen ejemplo de necesidad infinita con las lolas; o en las cuatrocientas mil, pocas me parecen si se aprietan bien, que aún se pueden incrustar)

Escribiendo las anteriores palabras y pensando en economía acude a la mente instantáneamente la famosa crisis. Al respecto, quería escribir desde hace unos días sobre una atrocidad: el tratamiento de las noticias por parte de los medios de comunicación: cada día encuentro en Internet, radio, o prensa escrita, en cualquier medio sin distinción de color, la cabecera dedicada a la caída de la bolsa, la desconfianza de Perico de los Palotes en los índices de referencia económica, etc, y, escondida más abajo, en letra pequeña, la matanza de cada día. Siempre en lugares lejanos a nuestro mundo feliz, claro: quince nuevos narcomuertos en Tijuana, treinta al cementerio tras el coche bomba en Afganistán, dieciocho familias rotas por el ataque suicida en Irak, diez muertos en Pakistán, ciento veinte inmigrantes pobres y sucios que naufragan y mueren en el mar, manchándolo todo, y un largísimo etcétera. Aquí tranquilos, que la liga va bien, Fernando Alonso medita sobre la cuarta curva, y el Ibex se autoinmola, mira qué pobre. Que quede bien claro: aquí no nos acostumbramos a tales acontecimientos y pensamos que son las que cada día deberían abrir las noticias y hacernos reflexionar a todos hasta amargarnos el desayuno.

Hace unos días leía algo que sugería la idea de considerar cómo sería el mundo si todas las personas pensarán, a grandes rasgos, de manera similar a uno. Es curioso imaginar los distintos modelos de vida, de sociedad, a los que darían lugar cada uno de los modos de entender la vida de las personas. Mundos tan diferentes…