He comprobado qué significado preciso da el diccionario a melancolía. Creo que es mi palabra favorita. Creo que su sonido tan maravilloso es una razón más que suficiente para desearla, querer ser melancólico o anhelar sus efectos. Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente. Qué palabra tan perfecta que incluso su definición es bonita. Quién no desearía ser definido con palabras como profunda, sosegada, permanente. Era un tipo profundo, sosegado, permanente. Semejante definición no puede sino designar un concepto elevado y magnífico. Tristeza profunda y sosegada... tristeza otoñal, sin duda.
Frecuentemente escucho a personas vinculadas al mundo sanitario hablar de las tragedias con las que cada día se cruzan. Siempre pienso que no podría trabajar en ese ambiente de pena y dolor constante. Nuestro trabajo justamente está en el otro lado, en el de la energía desbordante y las sonrisas. Y esta creo que es mi gran suerte. Poder beber cada día un brebaje de los mejores ingredientes que la vida nos puede deparar.
En los últimos días he realizado con los alumnos de sexto varias actividades de carácter voluntario fuera del tiempo escolar. Son alumnos con buen nivel de autonomía y llenos de ganas que se prestan muy bien a este tipo de iniciativas. La participación ha sido muy buena, punto de partida básico para llevarlas a cabo. el tiempo compartido en tales situaciones permite conocer facetas de los niños desapercibidas de otro modo, más aún estando con ellos exclusivamente en las horas de EF en un colegio de dimensiones colosales. Pero la auténtica razón de su planteamiento es que cada día encuentro mayor placer en estas actividades clandestinas en las que hacemos lo que nos apetece, al margen del sistema oficial, al margen de sus malnacidos indicadores, instrumentos y criterios. Salimos a correr juntos, mejoramos nuestro control de la intensidad del esfuerzo, nuestra capacidad de autosuperación, etc., pero principalmente salimos a correr juntos disfrutando de la compañía, del esfuerzo, del viento que nos golpea con fuerza en la cara.
Y esperando la nieve en las montañas tan lejanas y tan cercanas, la luna llena inminente, y el frío que nos cubrirá con soledad y silencio, las clases de mañana, me despido una vez más.