viernes, 31 de agosto de 2007

LECTORES DEL MES. COMENZAMOS.

Tener conciencia ambiental hoy en día, independientemente de su grado o intensidad, es uno de los mayores males sufribles. Supone un continuo sufrir, lamentar, enfadar, protestar; un lamento prolongado y agotador, sin esperanza.

Dejar minuciosa constancia en el blog de estas preocupaciones supondría dedicación exclusiva, así que, resignado, me conformo con citar de vez en cuando algunas especialmente sonadas y dolorosas. Sin ánimo de mucho: al menos, como en otros casos, de no aportar otra actitud indiferente y despreocupada.

Aquí pueden observar algunos lamentos frente al proyecto de construcción de un teleférico en Sierra Nevada. No hace falta concretar demasiado: desmontes infames en zonas protegidas, urbanizaciones imposibles, euros a unos pocos bolsillos, etc.

Aquí encontramos un pueblecito de ciento cuarenta habitantes donde se pretende construir ocho mil viviendas, tres campos golf (¿tendrá algo que ver golf con golfo?), etc, etc, etc. Entre otros pequeños obstaculillos, el proyecto se incluye en una de las zonas forestales más ricas de Ávila, en la comarca de la Moraña, con especies tan emblemáticas y en situación delicadísima como el águila imperial. Aunque a ésta ya se le ha caído el nido del árbol los últimos años. Será que no sabe hacerlo; seguro que no tiene que ver con…; por otra parte, por ahí aparece el eterno enfrentamiento de personas que defienden estas actuaciones por el futuro del pueblo, que critican a los otros por hablar desde la comodidad urbana, etc. Me parece que la solución a esta discusión tan extendida en los pueblos que poseen cierta riqueza medioambiental se encuentra en un plano al que actualmente resulta imposible acceder, tan alejado de lo generalmente esgrimido, defendido o criticado, que ni lo nombro. Estamos tan alejados de esa isla que ya ni se intuye en el horizonte.

Y finalmente, una reseña sobre el dragado del Ebro, que marcha viento en popa. Igual el estamento europeo tiene una sensibilidad diferente al zaragozano o aragonés.

Como ya he dado a entender muchas veces, leo la revista Muy Interesante desde hace muchos años. Como la hemos utilizado en la escuela durante estos últimos tres cursos, tanto la versión adulta como la junior, pensé hacer unas fotos con los alumnos, escribir un breve relato, y enviarlo para la sección El Lector del Mes, calificativo con el que hemos sido elegidos para el número 316 del mes de septiembre. Quizá el mayor honor sea acariciar con nuestra foto la pagina contigua en la que aparecen las luminosas palabras de Antonio Muñoz Molina. Así que si quieren ver una clase sonriente, preocupada por conocer el mundo, y contenta por los descubrimientos que cada día se producen, cuesta tres eurillos y está en su quiosco. Para nosotros será una feliz manera de reencontrarnos.

martes, 28 de agosto de 2007

PALMIRA PLÁ.

Antes de dormir cumplo el ritual y miro algunas páginas. Mal. Encuentro la noticia de la muerte de la maestra Palmira Plá.

Apenas sé sobre ella y sobre la educación. Apenas sé nada. Apenas sabía de su casa en Cretas, el pueblo de Jaime.

Hace pocos días acabé de leer Por Escribir sus Nombres, la novela de Víctor Juan sobre lo que pudo ser y no fue, sobre lo que fue y no pudo no ser. La novela de Paco Ponzán y Palmira Plá. También la leyó Paula, y ya me hablaba del valor de esa maestra luchadora.

Como aprendices de maestros, sentimos profundamente la muerte de esta persona de referencia para aquellos que intuyen que esta profesión significa poner muchas cosas en juego.

viernes, 24 de agosto de 2007

CASI AHOGADOS.


La abeja se salvó. Quizá por sus ganas de vivir. No todos pueden (podemos) decir lo mismo.

jueves, 23 de agosto de 2007

BACTERIA QUE COGE, BACTERIA QUE MATA. VIVIR A CONTRAPELO.


"Bacteria que coge, bacteria que mata", así de malísimo es el cloro zaragozano según el jefe del Servicio de Ciclo Integral del Agua del Ayuntamiento de Zaragoza. Y eso son argumentos técnicos.

Me sorprende lo del agua en Zaragoza (aquí otro ilustrativo artículo): la irracionalidad de una ciudad desmesurada como ésta provoca hechos tan increíbles como que su agua sea apenas bebible, y que tenga que pasar unos procesos previos que parecen de Star Trek. Por otra parte, y a la vez que dicen que el agua zaragozana es muy rica y se echan frente a los fotógrafos un gran trago, glup, glup, glup, cual Fraga en pleno baño playero, también dicen que se va a coger agua de Yesa para que estemos todos más tranquilos. Ésta es buena, pero ya cogemos otra. El crecimiento de la ciudad hace venenosa el agua circundante y la solución consiste en coger otra. Me sorprende. ¿A alguien se le ocurre pensar que algo falla en el modo de vida cuando el agua está de este modo?; ¿alguien piensa en que quizá no todo vale cuando los efectos relacionados con un elemento vital como el agua son éstos?; ¿qué pasará cuando las grandes plataformas logísticas o industriales (todas son las más grandes de Europa, qué bien) funcionen a todo trapo?. Por otra parte, al alcalde en funciones estos días, el señor Gimeno, también canta aleluyas por este sistema de canalización desde el Pirineo. Justo de esos sitios donde viven esos que hace poco su compañero llamaba pueblerinos. Y finalmente, sobre las implicaciones de todo esto en el recrecimiento de Yesa: respecto al mismo, "nuestro problema es garantizar el abastecimiento" (de Zaragoza, se entiende). No obstante, anotó que "nunca el Ayuntamiento de Zaragoza ha estado en contra del recrecimiento, y seguimos en esa línea". Esto es sensibilidad y solidaridad. El enésimo rizo del rizo.

Para la escuela, ya estamos haciendo algunos fichajes. Hay negociaciones con un par de personas que aportarán grandes cosas a mitad de curso, con unos cuantos libros que no rebajan sus pretensiones económicas, y con un programa, cortesía de Guillermo, que nos permitirá viajar a unos cuantos años luz de la tierra y bailar con las estrellas. También hemos iniciado trámites virtuales para que los niños se acerquen de una manera nueva a las palabras.

He de hablar con él. Parece una confabulación de ambos, sabedores de mis dudas existenciales. Estoy seguro que inicialmente esos libros tenían otro contenido, pero, al acercarme a ellos y abrir sus páginas, rápidamente las palabras se diluyeron y transformaron en aquellas que yo quería, y no debía, leer. Supongo que el señor Osuna, a bordo del OCCIDENTE, será amigo de Cipriano Algor, el alfarero: “(…) pero te equivocas. Éste no es mi mundo en absoluto. Yo soy ajeno a esto; me siento aquí como un inmigrante forzoso, un desterrado. (…) Yo no soy de hoy. Aunque sigo pisando la misma tierra ibérica no soy de esta España. Mi tierra natal, la de mis raíces y donde crecí, no es ésta. (…) Les pasa a muchos, pero se adaptan al molde en que nos meten, como zapatos en horma, y acaban por no darse cuenta. Incluso procuran reeducarse. Yo, en cambio, cultivo la diferencia, la conservo. (…) Mira Martinillo, aprende que todos los que vivimos a contrapelo, en un ambiente a disgusto, nos vemos forzados a llevar una doble vida. (…) Ya estoy viejo para actuar y me resigno a que la bota me pise el cuello, pero al menos no beso esa bota y protesto cuando puedo porque hay que seguir en las batallas aún sin esperanza de victoria, como repite siempre mi amigo Kolhaas” (extraído de La Senda del Drago, de José Luis Sampedro).

martes, 14 de agosto de 2007

19 DE OCTUBRE DE 2005. EL PRIMERO.


Ese día abrimos este diario electrónico, con algunas dudas y con la ilusión de lo nuevo. La idea surgió del maestro de maestros Víctor Juan, que nos instaba a utilizar esta herramienta de reflexión en nuestro trabajo cotidiano.

Las primeras líneas escritas surgieron de la lectura del precioso libro de Severino Pallaruelo, tan importante para mí. Rescato ese primer artículo escrito, con la mirada puesta en todo lo ocurrido hasta llegar a estar escribiendo ahora estas palabras:

"Para los que emplean palabras simples, para los que no se doblan ante el que manda, para los hombres y las mujeres de las sierras ásperas de España, que han vivido siempre sin reclamar nada, para quienes no piden nada y sólo solicitan un poco más si hablan de amor, para los que ignoran al estado y temen los inviernos largos, para los que , como Sísifo en su condena, han pasado la vida moviendo las piedras en las montañas, ...". Así comienza el libro "José, un Hombre de los Pirineos" de Severino Pallaruelo, donde creo haber aprendido mucho sobre la vida, sobre lo importante, sobre la sencillez, y que da pie al título, y al sentido, de este diario.
Con estas palabras comienza el camino de lo que espero sea un lugar donde reflexionar y poder explicar a quien interese algunas de las circunstancias más especiales de mi recién comenzada vida como maestro.

Si todo va bien, también espero que la amistad que inicié hace ya 7 años (!!!) con Jaime tenga un nuevo punto de encuentro en este espacio. El tándem que hemos formado en los dos últimos años de estudio y convivencia se cerró este año al ser destinado él a Cataluña y yo al Pirineo Aragonés. El escribir los dos puede suponer un contrapunto interesante entre dos entornos educativos tan distintos como el de un pueblo industrial catalán y un colegio de un CRA en un pueblecito aragonés, además de ayudarnos a mantener nuestra comunicación en la distancia.

Si finalmente hay algún estudiante al otro lado, esperamos que podamos serles de la mayor utilidad posible, acercándoles la realidad educativa hasta sus clases de la universidad, donde a muchos nos gustaría poder volver ahora para sacar mayor provecho a esas asignaturas, momentos, profesores, ..., cuyo sentido no comprendimos bien en su día.

Hasta el lunes; que les vaya bien.

lunes, 13 de agosto de 2007

OTRO IMPORTANTE ATARDECER.

La Vejez en los Pueblos

La vejez en los pueblos.
El corazón sin dueño.
El amor sin objeto.
La hierba, el polvo, el cuervo.
¿Y la juventud?

En el ataúd.

El árbol, solo y seco.
La mujer, como un leño
de viudez sobre el lecho.
El odio, sin remedio.
¿Y la juventud?
En el ataúd.

(Miguel Hernández)

sábado, 11 de agosto de 2007

SOBRE DESALOJOS, ATROPELLOS, SARAMAGO, Y LIBROS.


Encuentro, otra vez, consuelo en José Saramago. Leo la Caverna y me seducen todas las ideas que implícita o explícitamente allí se muestran. Creo que soy bastante Cipriano Algor, para quien el mundo ya va demasiado deprisa, y cuyos métodos artesanales y pensamientos sencillos no se ajustan al mundo de letreros luminosos y fabricación en cadena, a los jefes asépticos y con diferentes cursos sobre el arte de exprimir la realidad. Maldita realidad.

Otro guía espiritual inaugura en Jaca la Feria del Libro. Todo en el Pirineo son ventajas. Quizá hubiera sido necesario estar allí.

Hace dos días tuve la fortuna de dar la mano a Mariano Gistaín. ¿Se me pegará algo?.

Los acampados ya no están bajo el puente. La CHE les denunció por ocupar el cauce del río, cosa que no ha importado durante los meses que unos desgraciados polacos llevan viviendo en un agujero cochambroso en ese mismo puente. Ahora parece claro el procedimiento. Que pasen unos días para que no resuene el eco del movimiento social, y a darle a la picoleta. Los enredos de la burocracia son garantía absoluta para la impunidad en cualquier desmán: como se sacan menos de nosecuantísimas toneladas de sedimentos no hace falta estudio de impacto ambiental sino evaluación ambiental. Aún estando los terrenos sujetos al PORN, éste no se aplica porque fueron incluidos en el mismo antes de nosequé. Los trámites, procesos, papeleos, …, acaban pervirtiendo el proceso, crean una tela de araña infranqueable que posibilita cualquier acción alejada de la lógica, la justicia o lo admisible medioambientalmente. Y, finalmente, me parece que la administración se reserva la versión fina del castizo “por coj…”. En todo caso, mi agradecimiento a los acampados, por anteponer ciertos valores a sus necesidades personales, y representarnos a tantos en tan malas condiciones.

Otros títulos que sumar a la lista “por leer” son Uñas de Cristal (espectacular obra en memoria del lastimosamente desaparecido David Gómez Samitier, uno de ésos capaces de generar proyectos e ilusiones infinitas), El Clan del Oso Cavernario, Por Escribir sus Nombres, El Espejismo de Dios, La Seducción de las Palabras (años de espera), o Filosofía para Bufones (doblemente acertada compra). Casi seguro que en unas semanas o meses seré un poco mejor, …o estaré un poco más preocupado, o…seré un poco diferente.

Y despediré el último libro que me removió las ideas, con otra cita que me preocupó al leerla:

“- No sé si existe algo más importante que tener una percepción correcta del mundo en que se vive. Y sin embargo, invertimos una ridiculez y muy pocos esfuerzos en investigar si es correcta la imagen que tenemos de los objetos que nos rodean, y sobre todo, de cómo la obtenemos. ¿A ti qué te parece?.

- Creo que es completamente cierto. El cerebro efectúa muchas suposiciones y obtiene pequeñas imágenes de los ojos, pero no basta. El problema radica en que las imágenes que recibe el ojo no se corresponden en absoluto con los objetos que está mirando; no son idénticos. Por ejemplo, si miramos una mesa intuimos que es sólida y fuerte, y que podemos poner cosas encima; pero el cerebro tiene que adivinar que se trata de una mesa sólida y fuerte. El cerebro imagina un objeto real a partir de una imagen del ojo tan pequeña como un sello de correos. Me parece increíble que podamos pasar de una pequeña imagen al sentido de la realidad del mundo. Y, por supuesto, no siempre sale bien. Estoy completamente de acuerdo contigo; habría que investigar más este campo. Y se debería enseñar en la escuela, es una cuestión vital para los niños.

- En las escuelas sólo se dan respuestas. No se enseña a los niños a hacerse preguntas. Me cuesta imaginar a colegiales pensando si los demás alumnos son como los ven o, como decía Newton, cómo se pasa de la percepción del objeto a la gloria de los colores. Se ha negado a los niños, y a toda la población en general, la costumbre de cuestionar la realidad. La mayoría de la gente está convencida de que los ojos envían al cerebro la imagen fiel de los objetos”. (Conversación entre E. Punset y R. Gregory, profesor de neuropsicología de la Universidad de Bristol, en Cara a Cara con la Vida, la Mente y el Universo).

¿Y si sustituyeran la bendita religión por la filosofía?.

jueves, 9 de agosto de 2007

DICHO Y HECHO. CACEROLADA A LAS OCHO.


Mi limitada memoria aún me permite evocar el chiste del pianista maño que, alejado de su instrumento, lo agarraba bien fuerte y lo acercaba hasta la silla, en vez de, lógicamente, acercar la silla.

Parece que este caso tiene cierto parecido. El ayuntamiento parece tener cinco barcos y se ha dado cuenta que el Ebro en verano no es como ellos desean. Así pues, ante la disyuntiva de adaptar los barcos o el río, han elegido la opción B, lo que puede suponer una de las mayores atrocidades promovidas institucionalmente: adaptar todo un río, su caudal, su dinámica, sus riberas, sus puentes, …, a los barcos y los caprichos disponibles. Como se oye últimamente, parece que el asunto Expo está suponiendo una terrible carta blanca ante asuntos que exigirían irremisiblemente un mínimo debate, estudio, sensatez.

Como dije hace poco, a las primeras sospechas de rebaje de la solera del Puente de Piedra y de dragado del río (creando la necesidad periódica de hacerlo por el arrastre de sedimentos del río, alteración de la flora y la fauna,…), le sucedió un fulgurante visto bueno impropio de la lentitud administrativa (informe de impacto ambiental OK, no hay problemas con el patrimonio cultural, etc.), y hoy ya empezaban las catas, las primeras máquinas entraban al río a dejar la orilla llana y bien limpia para poder trabajar. Algunos grupos sensibles con su entorno (metan aquí a los denominados ecologistas, asociaciones culturales, y colectivos vecinales; aquí y aquí) han impedido el acceso de las máquinas y el asunto concluirá posiblemente mañana con la intervención policial y el posterior desalojo forzoso. Una treintena de personas que son algo así como la conciencia medio dormida de esta ciudad que aspira a convertirse en un nuevo mastodonte de acero y ladrillo.



Mañana a las ocho de la tarde habrá una concentración-cacerolada de protesta y reivindicación en el Puente de Piedra. Como también he escrito otras veces, que, al menos, no cuenten con nuestra desidia. Que, al menos, el lema no sea “agua y desarrollo sostenible”. Que se rían, pero no tanto, hombre. Si están contentos con todo este asunto, les felicito. Si sienten algo de disconformidad en las tripas con las formas, con el fondo, con lo que representa, lo que supone, lo que…, pues arrímense, que da mucha pena creer que se obra por algo bueno y justo y estar sólo rodeado de treinta personas.

(Las citas, los libros, y las cartas, para otro rato más apropiado).

martes, 7 de agosto de 2007

PEQUEÑAS BELLEZAS.


Viaje a la amada Alboreca. Dos citas bibliográficas importantes, y varios libros maravillosos que sumar a la lista (Víctor, ya lo tengo, que debo ser el último...). Mañana me explico, que hoy ya no existe.

Por cierto, anticipando parte de la cita: ¿podrá ser verdad que lo mejor de todo sería no haber nacido?.

viernes, 3 de agosto de 2007

ACERCA DEL UNIVERSO, DE NUESTRA REALIDAD.

Cardo Yesquero (Echinops ritro)


Aunque descontextualizadas (algunas ideas pueden resultar demasiado confusas), me permito recomendar lo aquí escrito, dado que casi nada me pertenece, sino que es una nimia muestra de algunos de los pensamientos de las más brillantes mentes actuales. He utilizado en algún momento corchetes para hacer algunas breves aclaraciones dentro de fragmentos literales entrecomillados.

He concluido, al fin, la lectura de Cara a Cara con la vida, la mente, el Universo. De nuevo la sensación de mareo, de cornada en la femoral de los conocimientos previos, de levantarme y sentirme como una especie de marciano que ya no sabe qué tiene en su cabeza, o que se encuentra un poco más cerca de la locura. Conceptos e ideas maravillosas, alucinantes, como lo del tiempo geológico, la colonización espacial, las paradojas auditivas, las vías de investigación en nanotecnología,… (y decenas como éstas), que directamente acceden a las estanterías importantes de la cabeza. Nuevas dudas, temores, posibilidades.

Y una certeza: la de corroborar la inefable, abismal, separación entre la realidad científica, que no es sino la realidad, y la realidad socio-política, es decir, la de la gente normal, la de se expresa cada día en la vida ordinaria. Me parece inconcebible que la sociedad viva, casi al 100%, de espaldas a muchas ideas que tienen, o tendrán, consecuencias gigantescas, inimaginables a priori, en nuestras vidas. Todo ello tiene una gran repercusión en mi manera de pensar y, por tanto, en mi manera de entender la escuela y de trabajar con los niños.

Resulta estremecedor leer capítulos que indagan acerca de las evidencias actuales sobre el origen de la vida (S. Miller, K. Nealson), las tribulaciones sobre la ya aceptada necesidad de colonizar otros astros (L. R. de Gopegui, Javier de Felipe, que no hablan de hipótesis, sino que ya trabajan en aspectos concretos de esta idea tan tremenda; esto ya se citó aquí hace unas semanas en palabras de S. Hawking), lo que podría llevar, en palabras de los científicos, a una muy probable escisión evolutiva de los emigrantes espaciales que generarían una nueva subespecie (¿imaginan de que estamos hablando?), la luminosidad de las palabras de Jordi Savater (catedrático de psicobiología y etología de la Universidad de Barcelona), y así sucesivamente. Es algo similar a leer pura ciencia-ficción, pero bajo la etiqueta de lo real.

Quisiera finalizar con otra idea que me resultó fascinante y a la que di muchas vueltas en sus aplicaciones contemporáneas. Viene al hilo de “la mediocre capacidad del homínido moderno para predecir su porvenir” (evidencia de investigaciones de científicos como N. Taleb, D. Kahneman, A. Tversky). Y habla el paleontólogo francés Yves Coppens, codescubridor de Lucy, la primera homínido conocida, en la sala de juntas de l’Académie des Sciences de París: “invariablemente siempre se repite la misma secuencia. En las excavaciones encontramos primero un cambio biológico producido por una mutación desconocida, y poco después aparece el cambio técnico correspondiente al cambio biológico. Mejora ostensiblemente, por ejemplo, la forma de las herramientas. Pero luego pueden transcurrir centenares o miles de años antes de que aparezca el cambio cultural que arranca de aquel cambio biológico”. Se sigue afirmando: “el cambio cultural [el que interesa, el que impregna a la sociedad] es de una morosidad casi genética. En realidad, lo único que ocurre es que la perspectiva del tiempo geológico [frente al concepto de tiempo biológico, o humano] es la propia de los cambios culturales. Los esquemas de organización social y política, la elaboración de contenidos trascendentes o, simplemente, la construcción de nuevos paradigmas de conocimiento siguen un proceso mucho más lento que los cambios técnicos o institucionales. Así cambios técnicos actuales, como el descubrimiento de la estructura del ADN [compartida casi totalmente con el resto de animales], acabará transformando nuestra relación con el resto de animales [cambio cultural asociado], aunque todavía no sabemos cuándo”.

Otro ejemplo consiste en la suposición equivocada del autor de que las primeras imágenes de la tierra tomadas en el espacio darían lugar a una gran revisión de las fronteras políticas, de los conflictos que de ellas surgen, como consecuencia de la evidencia fotográfica maravillosa (un acontecimiento cumbre en la historia del hombre) de lo artificial y antinatural de esas divisiones. Sólo hay que ver los problemas en marcha hoy por este asunto para comprobar esa nula repercusión del hecho técnico en el cambio cultural. En este sentido, se tratan varios cambios actuales que incomprensiblemente no estremecen a la sociedad ni la mueven hacia alguna parte, y que, según parece, si afectarán en un futuro, tras salvar esa nula capacidad de previsión humana basada en la ausencia de un pensamiento en torno al concepto de tiempo geológico.

El problema es que hasta que ese momento de cambio cultural llegue, si lo hace, la brecha entre lo que se conoce sobre la vida y lo que la gente conoce sobre la vida se agranda a velocidad de vértigo, y, en ese distanciamiento, se generan importantes problemas con serias implicaciones para entornos como el educativo.

“Somos la última gota de la última ola del océano cósmico”.

jueves, 2 de agosto de 2007

PUENTES ROTOS, REYES, UN PAR DE SALTOS, EL CALOR Y LOS ESPÍRITUS.


Hace unos días que comenzó a hablarse de la posible intervención en la solera del Puente de Piedra para que los barcos (¡cómo no va a haber barcos en una ciudad puntera como ahora es Zaragoza!) pudieran navegar a sus anchas. Ya saben: polémica, no pasa nada, que sí que pasa, que…; pues bien, hoy comienzan los preparativos de las obras. Vaya con la administración, como corre cuando interesa. Por otra parte el pepé lo lleva a los tribunales, supongo que sin argumentos ideológicos claros, por esa obligación que tienen de llevarse la contraria, pero algo es algo, y ya me duele decir esto de los amigos de acebes y zaplana (sí, ya, pero no la merecen). Ahora que caigo, quizá la familia real nos deleite (como aquí o aquí; tranquilos que ésto no atenta contra nada) con una travesía de puente a puente con el Bribón. Eso sí que sería bonito; ya imagino a todos en proa saludando al pueblo llano, a don Jaime y doña Sofía jugando con el ancla, a doña Leticia, casta ella y sin pecado alguno, besando el limpio aire zaragozano, don Felipe, doña Leonor de las altas cumbres, don Juan Carlos izando y arriando velas, don Froilán de todos los santos del cielo bendito, don…, el vulgo llorando, rasgándose los ropajes, en pleno deleite y éxtasis colectivo, ...puede ser una idea para los de El Jueves. Y mientras, los del ayuntamiento podrían ir cobrando por hacer fotos, o por mirar, y el cuerpo de élite de la policía local poniendo multas a todo el que se mueva.

Dando un pequeño salto llegamos a Rusia, y allí ocurren cosas como éstas, donde podemos leer “los servicios federales en la lucha contra el tráfico ilegal de drogas seleccionaron a unos 100 adolescentes con experiencia criminal o adicciones a las drogas para incluirlos en este programa disciplinario durante las vacaciones de verano”. Distinto concepto de campamento. Seguro que así llevan a esos niños por la senda de la bondad (ya saben que ahora el ejército casi no mata, sino que es una especie de oenegé que ayuda a los pobrecicos organizar su vida, da caramelos a los niños, etc.) y cuando sean mayores ya no tendrán ganas de pegar a sus hermanos, e incluso cederán el asiento en el bus. Seguro que no tendrán nada que ver con mafias, ni mercenarios, ni asesinos a sueldo, ni asuntos turbios con espías.

De nuevo aquí, el otro día estando con mis abuelos (ya sólo dos…) salía por la tele el recurrente y manoseado tema del calor. Igual que en invierno cuando sale un capullo en un puerto de montaña retransmitiendo en directo el frío que hace y la nieve que cae, el peligro mayúsculo de congelación, el país paralizado y en alerta supermáxima (y todos los teleabducidos piensan ay dios qué frío y que miedo). Pues lo mismo pero con el calor. Entonces mi abuelo me preguntó si yo pensaba que realmente hacía mucho más calor que antes. Él decía recordar a su padre trabajando en pleno verano de sol a sol en el campo, y que le contaba que cuando acababan de cocer la comida (bajo un árbol, claro), la olla seguía hirviendo durante un largo rato. Piensa que su padre pasó más calor que ese que ahora retransmite en chanclas desde la playa marbellí, pero, a fuerza de tanto repetirlo, ya casi tiene dudas. Igual su padre era un flojo. Éste es el problema, que cuando uno recibe miles de mentiras, tonterías, medias verdades, simplezas, a lo largo del día, se pierde la noción de qué es cada cosa, qué es verdad, y qué merece la pena. Supongo que ello es aplicable a casi cualquier asunto.

En el buzón donde llegan cada semana las preciosas cartas de los niños de Peñarroya, e incluso de algunos que no son alumnos míos y que también se animan a escribirme (recuerden eso que nombró Mariano: lo que supone que alguien piense en ti, se siente, haga un esfuerzo por organizar sus pensamientos para compartir algunos contigo, …), también llegan otras cosas. Supongo que tendré que poner un segundo recipiente conectado con el vertedero municipal, o con alguna incineradora:

Primer regalo: “Lo invitamos cordialmente a la asamblea de distrito de los testigos cristianos de jehová. Entrada gratis”. Señala que en la asamblea se explicará cómo seguir a Cristo nos ayudará a oponernos al diablo (pobre), a enfrentarnos a los problemas de la vida, a mejorar la vida familiar, a acercarnos a dios, y a conseguir la vida eterna. Todo esto en un ratico y gratis. Cómo para faltar.

Segundo regalo: “Profesor Suare. Gran vidente, médium competente africano. Soluciona todos los problemas en 72 horas. Especialista en retorno inmediato y definitivo de la persona querida. Quita el mal de ojo. Cualquier problema de pareja. Puede ayudar en la salud, en los concursos, y a mejorar en el deporte, los negocios, impotencia sexual, problemas familiares y de trabajo. Resultados rápidos y garantizados 100%. De 8 a 22h”. ¿Hace falta que diga algo?. En todo caso, si se animan, pregunten a Jaime o al que escribe, porque hace un par de años también nos llegó, por fortuna, la referencia del profesor Tuba, que afirmaba solucionar todo y “trabajar con los espíritus más rápidos”. Hombre, puestos a mejorar la impotencia o la cotización en bolsa, mejor hacerlo con espíritus ágiles, porque hay cada vago…

Por la noche trato de ponerme algún antídoto: “Los humanos hemos creado sistemas de representación de la historia de la vida en que la evolución conduce y culmina en nosotros, aunque los mamíferos complejos (un insignificante número de especies), probablemente, no son tan importantes si tenemos en cuenta la historia de la tierra en su conjunto (…). El otro gran error que cometemos es creer que somos los reyes de la Tierra y que tenemos derecho a decidir su futuro. Y como no tenemos poder para hacerlo, no nos preocupamos por los problemas que causamos a otros organismos, otras especies, o al entorno. Es un error trágico con consecuencias potencialmente muy peligrosas. Deberíamos ser un poco más modestos y reconocer que todos somos una especie unificada y que tenemos menos poder del que creemos; seguro que entonces todo iría mejor” (Stephen Jay Gould, fallecido en mayo de 2002, fue paleontólogo de la Universidad de Harvard y la primera referencia científica en su ámbito de trabajo).