Hace unos meses nombré algo sobre posibilidades de colaboración con la educación en zonas desfavorecidas. Trataré de contarles acerca de este asunto.
En primer lugar, me gustaría aclarar un punto importante. En el mundo de la ayuda a los desfavorecidos, a países pobres, etc, hay información y sentimientos muy difusos. Incluso conceptos de límites imprecisos como caridad o justicia. Hace unos días leí en un blog amigo que su opinión (la del escritor) sobre un tema polémico se basaba en la sencilla frase de Peter Singer “Do they suffer?” En resumen, que si hay sufrimiento y podemos evitarlo, hagámoslo. Dicho esto, hagan la transferencia con el tema sobre el que escribo y llegarán a mi visión del asunto: ¿puedo ayudar a que alguien sufra menos? En caso afirmativo lo hago y las demás cuestiones serán secundarias. Seguro que gobiernos u otras instituciones tienen en sus manos cambiar una situación global, pero si yo puedo colaborar en que una persona sufra menos durante un tiempo ¿por qué pensarlo?
Cuando traté el tema, algún comentarista se interesó e incluso quedó con dudas ante algunas cifras y datos. Entonces preferí no contestar hasta conocer mejor la respuesta.
El lugar que dio pie al escrito es Orissa, un estado en el noreste de la india, en la costa de la bahía de Bengala y que se encuentra entre los más pobres de la India e incluso del planeta.
En este estado indio las cosas tienen poco que ver con el mundo que tenemos en la cabeza los que pasamos la vida por esta parte la Tierra. Por ejemplo, y de forma breve, el sistema de castas está muy vigente y da lugar a desigualdades tremendas, la mujer ocupa un escalón social a la altura del subsuelo, la dote matrimonial que ha de pagar la familia de la novia implica terribles daños para la familia, para la mujer y para cualquier niña hasta el punto de ser su nacimiento una gran desgracia, el sistema sanitario es limitadísimo e inaccesible para la gran mayoría, la malaria causa muchas muertes, la desnutrición entre los niños es muy frecuente, muchas personas no tienen trabajo ni la posibilidad de la agricultura, pues las tierras difícilmente les pertenecen y, por acabar, el sistema educativo oficial es inaccesible para los niños de una región rural y muy alejada de los grandes núcleos de población.
Ahora mismo pienso en la noche que ya está a mitad en ese lugar, imagino a las personas, los ruidos, los olores, las vidas y los mundos de unos y de otros…y no acabo de creer que vivamos en un mismo planeta. No acabo de entender que exista una vida tan distinta e injusta, una vida que ahora mismo está transcurriendo, que en este instante está siendo vivida por millones de personas.
Desenfocada y cosas peores, pero esta sonrisa era obligatoria en el blog
Tuve la oportunidad y fortuna de poder conocer en directo ese lugar y comprobar el trabajo que la ONG india SMSS realiza: creación de orfanatos para niños sin familia (niñas en un 99% de los casos), centros de acogida para mujeres abandonadas, programas contra la desnutrición infantil, creación de centros de salud para atención básica, programa de microcréditos para mujeres, o programas de educación no oficial para que los niños obtengan los saberes más elementales y quizá en el futuro puedan acceder a la educación estatal oficial (¿y quizá a una vida remotamente parecida a la nuestra?) El gobierno indio colabora en alguno de estos ámbitos, pero, en general, no se involucra en la mayor parte de ellos.
Así que vi los niños de los centros escolares que se mantienen con 30 euros al mes, conocí a algunos de sus maestros, vi los orfanatos con 50 niñas abandonadas por sus familias por ser niñas, vi a las mujeres que intentan ganarse la vida con una máquina de coser adquirida con un microcrédito, o conocí los poblados donde una semana medían en el programa contra la desnutrición infantil a una niña de 3 años y la semana siguiente no aparecía porque había muerto por culpa de la malaria y de la falta de cuidados básicos.
En España, en Zaragoza, la pequeña organización Amigos de Orissa colabora con la india SMSS en los programas que les he nombrado en lo relacionado con la financiación, impulso de proyectos o formación de personal.