lunes, 6 de octubre de 2008

DE DIOS Y SUS CASTIGOS, SIENDO LA BUROCRACIA UNO DE ELLOS.

Castejón, tras el incendio. Monte negro y mudo.

He estado largo rato escribiendo, pero no me gusta lo que ha salido, así que lo dejamos para el fin de semana, que nos visita menos gente.

No puedo resistirme a difundir la santa voz del santo padre, quien hoy ha indicado que “los pueblos ateos serán castigados por Dios”. Mejor que no lo diga muy alto, pues ya se sabe que esos ateos acostumbran a pecar en distintas facetas del ser, y quién sabe si no van a coger gustillo al castigo, los muy viciosos.

El Servicio Provincial de Zaragoza ha estimado oportuno no pagarme septiembre hasta el mes próximo, así que durante octubre me alimentaré por medio de fotosíntesis, y no gastaré ni en pensamientos. Autótrofo, la soledad ya incluso alimenticia. La burocracia todo lo puede.

Una agradable sorpresa para acabar. Cuando las teclas de Jaime están en huelga indefinida, el inicio de curso es costoso, la ciudad horrible, …, mantener vivo este cacharro resulta complicado muchos días. A pesar de todo, y no sé por qué, siento la necesidad de seguir escribiendo. Y con estas dificultades a cuestas, llega hoy un comentario de Pilar, una señora a la que di clase de gerontogimnasia hace cinco años en Huesca, que dice que me ha encontrado buscando información sobre Pirineo de Boj, de Enrique Satué, que se alegra de haber llegado hasta aquí, y que le gustaría saber de mi vida. Me pregunta también si me acuerdo de esas clases…; cómo no me voy a acordar de esas clases, de ellas, y de Huesca.