domingo, 10 de enero de 2010

IDEAS PREVIAS A UNA SEMANA QUE COMIENZA Y POSIBLES INSTRUCCIONES PARA SU CUMPLIMENTACIÓN.

Piedras realizando el esfuerzo de mantener la posición. Algunas ya sucumbieron.

Si alguien necesita una algún tipo de sacudida en la conciencia, quizá pueda sentirla leyendo a Rodolfo Llinás, neurobiólogo y uno de los más reputados científicos internacionales en la actualidad. Pueden abrir boca con esta entrevista o con estas otras.

Tras leer asuntos sobre la conciencia, el alma, el cerebro, y el resto de sus explicaciones nítidas y precisas, cuesta trabajo volver al mundo real (¿real?) y encarar nuevamente el esfuerzo por dar sentido a las cosas. Al menos sin sentir la extraña sensación de ser un extraño dentro del propio cuerpo. Supongo que los surrealistas Cronopios y Famas de Cortázar colaboran en la ensoñación.

Hace tres días comencé una sesión comentando a la auxiliar que acompañaba al grupo mi sorpresa absoluta por el torbellino de emociones, situaciones extrañas y variadas, nudos en el estómago, y palabras entrecortadas que suponía trabajar en ese centro. Ella sonrió y respondió que cada día hacía más indescifrables mis mensajes. También hace unos días una compañera me dijo que nadie está preparado para trabajar en educación especial, que lo único útil consiste en una actitud de aprendizaje constante y convencimiento para implicarse hasta las entrañas y trabajar más de lo habitual. Y quizá se entiendan mejor estas dos anécdotas al considerar que durante los últimos cinco días de trabajo han ocurrido cosas como que un niño como un ratón, de cinco años, me pidió a mitad de sesión, absolutamente serio, si le podía dar cerveza; otro niño sufrió una crisis epiléptica en mitad del recreo; una de las clases consistió en estar continuamente levantando niños del suelo, pues tenía más ganas de dormir que de moverse; en varias ocasiones mantuve charlas con compañeros en las que por los temas peliagudos tratados estuvimos conteniendo las lágrimas durante un tiempo; rellené un informe que servirá a un médico para decidir si debe dar medicación a un niño con posible hiperactividad; con varios niños sin comunicación oral mantuve una conexión especial es la piscina, donde la comunicación se resolvió con la mirada, las sonrisas, y las caricias; recibí golpes variados, cientos de besos, muchos abrazos y decenas de bromas; tuve miles de reuniones para tratar distintos casos individuales y plantear mis objetivos con los alumnos de dos clases. Y algunas otras cosas para finalmente llegar al viernes, acudir a la cama a las nueve y considerar seriamente si tendré fuerza para llegar a final de curso.

Todo esto tras considerar que nuestra conciencia, nuestra alma, el yo, nosotros, no es sino un estado funcional concreto de un conjunto de neuronas cerebrales que actúa acompasadamente. Unas neuronas que simplemente se encargan de dirigir un organismo al parecer creado a voluntad de los genes (egoístas) con el único objetivo de su autorreplicación y supervivencia. Creo que ya puse ahí arriba lo de “si alguien entiende algo…”.

Haití, información y colaboración: Cruz Roja; Intermón Oxfam, Médicos sin Fronteras.

LA VERSIÓN FRUSTRANTE DEL ETERNO RETORNO O EL VOLVER A EMPEZAR CADA DÍA DESDE EL PRINCIPIO.

Sabinas, Beceite y al fondo el Pirineo. Hacia atrás, el mar. La vista es maravillosa.

He estado a punto de desvelar un humilde y subconsciente secreto, pero no es momento. Es necesario esperar a mayo. Entonces iré al lugar concreto, les haré una foto bien hermosa, la pondré aquí y les contaré la historia. Y luego, si ella quiere, abrirá la puerta con olor a madera.

En la escuela ya estamos en el segundo trimestre. Han pasado fatigosa y, a la vez, rápidamente cuatro meses de curso, y ahora avanzamos por el que debería ser un trimestre en el que ya están bien asentados los cimientos del curso. Sin embargo, siento que estoy igual que el primer día, que cada sesión es un reto inabarcable, que no sé bien qué haré con esta clase o con aquella, que los compañeros ayudantes en la sesión no observarán sentido en lo que hacemos. Lo realizado en el primer trimestre y en el curso anterior, no son sino intentos desesperados de salvar el día, la semana, y el mes. Al no haber un soporte administrativo y curricular para el área de educación física en educación especial, al no tener la formación necesaria para atender a necesidades y niños tan diferentes, al no haber apenas bibliografía específica, no soy capaz de articular y cimentar una asignatura coherente que me permita una progresión seria y rigurosa, y por eso siento cada semana, cuando llega el domingo y pienso qué puedo hacer, que vuelvo a construir un castillo de arena provisional para cinco días, que será derribado de nuevo el viernes, y que no me ofrecerá demasiada ayuda sobre qué hacer la siguiente semana. Dicho de manera más clara, pues cada día mi lenguaje se está enredando al mismo ritmo que mis pensamientos, cada lunes vivo la misma incertidumbre e idéntico desasosiego que el anterior. Mi trabajo de hoy no me sirve apenas como apoyo para el de mañana. Y esto resulta absolutamente frustrante.

Y ahora seguiré pensando qué hacer dentro de diez horas. Que trabajen bien.

LA MUERTE.


Supongo que no es una de las imágenes más bonitas que he mostrado en el blog (no inclinen la cabeza hacia la izquierda, pues en formato vertical el rostro de la oveja aún resulta más expresivo), pero ha sido necesario incluirla dada mi fascinación por la vida y, en consecuencia, por la muerte. Las lecturas de los mejores filósofos y científicos muestran un panorama desolador para el que busca algún tipo de aclaración sobre el misterio de estar vivos, de morir, de existir y de no existir. Lees creyendo que alguien te mostrará una idea luminosa, como en tantos otros temas, pero finalmente comprendes que nadie la escribirá porque todos compartimos la misma y terrible confusión, aún expresada de muy distintos modos; religión, por ejemplo. Por eso, la contemplación de esa oveja que en unos minutos desapareció engullida por los buitres pirenaicos o de cualquier otro ser vivo que ya ha perdido el atributo vital me causa conmoción y atracción.

Los átomos que formaban su cuerpo ahora formarán parte de otro y su conciencia de oveja habrá desaparecido con cada uno de ellos. Pienso…y me acaban resultando ridículas la mayor parte de las ocupaciones y preocupaciones que uno tiene a lo largo de día.

En todo caso, no añadiré más, pues en nuestra civilizada cultura occidental la muerte resulta asquerosamente sucia y es mejor esconderla mientras podemos.