El picador está al llegar; además, llueve.
Desde que conocí a Profesor en la Secundaria he tenido la suerte de disfrutar de su pensamiento elaborado, con el que siento enorme sintonía; también creo que compartimos un sentimiento similar (¿complejidad?, ¿desconcierto?, ¿desasosiego?, ...) ante la vida. Firmaría muy gustosamente su última entrada.
A Entrenómadas también la conocí hace ya un buen montón de años. Allí he podido descubrir joyas poéticas, sensibilidad ante las injusticias variadas de nuestro tiempo y una actitud valiente y decidida para afrontarlas. Lo último que debo agradecerle es escribir sobre el poeta Iván Rafael y su página Voz de Tiza. Pueden disfrutar de poemas tan certeros y profundos como Somos tontos, Y así con todo, Un poema no sirve para nada, o Terroristas. También podemos ver reflejado nuestro mundo de ego y vanidad en La conjugación del verbo yo:
Presente de indicativo:
Yo soy
Yo eres
Yo es
Yo somos
Yo sois
Yo son
Afronto en la escuela, también fuera de ella (serán unos días animados), una semana abrumadoramente difícil. Tras casi diez años de intentar ser maestro, hace unos días, tras distintas desavenencias, por primera vez me entregaron por escrito una serie de imposiciones que atentan contra la más básica razón escolar. Un defecto o virtud personal, según quién valore o cuándo se analice, consiste en mi incapacidad genética para aceptar condiciones que considero claramente injustas. En consecuencia, me negué a aceptarlas y me seguiré negando en los siguientes pasos por los que el proceso me lleve. Ahora mismo, tras acabar estas líneas, comenzaré otras para intentar justificar mi posición. Estoy profundamente convencido de mis razones, pero también muy inseguro: la escuela no es un buen lugar para confiar en lo razonable, en lo pedagógico y en lo real. Más bien es un barco gigante que zozobra a merced de maestros preocupados por trabajar cada día un poco menos, o de personas con poder de decisión que piensan en toda suerte de circunstancias con una excepción, los niños, obsesionadas hasta lo patológico con generar papeles y papeles que no sirven para absolutamente nada, más allá de amargar la vida y desgastar a los maestros. Desconozco a qué tipo de penalizaciones o problemas me enfrento. Será una buena opción para analizar hasta qué punto el sistema se rige en base a preceptos que se justifican por su propia naturaleza normativa, aún en los casos más flagrantes de lejanía respecto a lo razonable y justo. Que tengan una buena y aceptablemente animada semana.
1 comentarios:
Suerte en tu lucha quijotesca
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