domingo, 20 de julio de 2008

CAMINOS INSPIRADORES.

Me encanta El Roto.


Viva el pan de Ansó, y sus panaderos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El roto es imprescindible, como el pan, sobre todo si es de Anso.


Me voy corriendo a comprar pan congelado y con sabor a ladrillo urbano. Lastima...



Bwsa,


M

Anónimo dijo...

Viva¡¡¡

Anónimo dijo...

Hola Nómada.

Estoy pensando que con el frenazo en la construcción y toda la cantidad de ladrillos que deben estar preparados para cumplir su función, quizá no vayas desencaminada y nos los metan en el pseudopan que comemos. Ésto explicaría, en parte, que el precio de la barra se parezca cada día más al del metro cuadrado, e incluso podría ser la clave de su excelente dureza al menor descuido.

La comparación entre el pan que comíamos hace diez años y el que comemos ahora creo que es buen indicador del camino que lleva la sociedad.

Paro, que me enrollo. Aprovecho para volver a nombrar y recomendar el libro que publicó hace menos de un año El Roto.

Pablo, ya sabes los ingredientes: buen olor, vista sobrecogedora, sonido agradable, pan auténtico,...ahora haz la receta!

Un abrazo.
José Luis.

Anónimo dijo...

Es genial. Genial.

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