viernes, 15 de febrero de 2008

DOCTRINA DEL SHOCK. SE OFRECE MOZO PARA RECADOS HASTIADO DE ESTE MUNDO.

Tras el Huracán Katrina, el número de escuelas privadas en el estado americano asolado de Nueva Orleans experimentó un aumento mayor del 100% (de 7 a 31 escuelas privadas), justo al revés que la predominante hasta entonces escuela pública (de 123 se pasó a 4). Y cuato mil setecientos profesores fueron cesados en sus trabajos. Ésto parece ser fruto de la aplicación de la teoría Friedman, según la cual un desastre natural o terrorista, o una guerra, suponen una oportunidad magnífica para que el capitalismo depredador haga uso de sus garras. Del mismo modo, el atentado de las Torres Gemelas, la Guerra de Irak, o el tsunami de Sri Lanka (donde los promotores inmobiliarios ya comenzaban a construir sus hoteles cuando aún quedaban cuerpos putrefactos de los pescadores que hasta entonces suponían un estorbo para el desarrollo especulador), han generado tremendos beneficios para las grandes multinacionales que se frotan las manos ante la impunidad que el lógico estado de caos y miedo genera. La Doctrina del Shock. Una sobrecogedora lectura del libro de Naomi Klein. Cierras el libro, coges aire si puedes, y vuelves a pensar que el mundo es otra cosa distinta a lo que te parecía treinta minutos antes.

El otro día un visitante, a través de un comentario, nos ofrecía otros puntos de vista del currículum de EF. Una perspectiva amable y favorable. Bien, llevo un rato (no demasiado, pues sería mortal) continuando un pequeño trabajo pendiente en torno al mismo y se plantea una disyuntiva: o me conciencio para empezar a resignarme ante la ingente cantidad de aspectos sin sentido y exigidos por la vía del imperativo categórico que observo en mi trabajo, o pienso en otra cosa.

Aún creo que el currículum es una broma, y que algún técnico en currículum del Ministerio aparecerá algún día en la escuela con un matasuegras y un gorrito al grito de “inocentes!”.

Algunos de los contenidos de la EF en el currículo aragonés para el primer ciclo de primaria (no hablo siquiera de un análisis mínimamente exhaustivo). Niños de seis y siete años, y recuerdo que hablamos de EF:

- Motivación hacia la lectura y la actividad física a través de los cuentos motrices. Valoración del cuento como recurso de disfrute y juego.
- Valoración del juego como medio de disfrute y de relación con los demás.
- Adopción de conductas seguras al actuar como peatón en las salidas por el entorno del
colegio.
- Movilidad corporal orientada a la salud.
- Acondicionamiento físico general en situaciones de juego, especialmente mantenimiento y
mejora de la flexibilidad.
- Desarrollo y control de la motricidad fina y la coordinación viso motora a través del
manejo de objetos y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

¿Hace falta seguir?. Para este cachondeo, mejor la supresión de la asignatura, lo pienso sinceramente. Que nos pongan a leer para cumplir la nueva imposición de los 30’ diarios. Madre del amor hermoso.

Busco trabajo (que implique racionalidad y aire limpio, nada más).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

pues nada a ver si es verdad que dejas tu trabajo que otros ¡estaríamos deseando tenerlo!!

Anónimo dijo...

Hola,
lo mejor siempre está fuera del programa. Lo más importante lo he aprendido en las extra-vagancias (en ese delicioso vagar por afuera). No es demasiado importante el currículo oficial. Afortunadamente.
Hay que aprender a vivir y a jugar con eso. Lo oficial y lo importante. Por una parte, la planificación, secuenciación, listado de objetivos -de todos los tipos-, contenidos -de todos los tipos y por otra parte lo importante. Por una parte las reuniones y los documentos y, por otra parte, lo importante.
Ante cada situación siempre me preguntó ¿qué haría Paco Ponzán?
No quiero dejar aquí mi respuesta a esa pregunta, pero sigue adelante. No te entretengas, no te distraigas. Piensa siempre en lo importante, en aquello que será importante para los niños y niñas de tu escuela. Lo demás... rutina policial.

Anónimo dijo...

Hola Víctor.

Aún me creas más dudas. Si pienso en qué haría Paco Ponzán, o cualquier persona que luchó por una escuela racional, una educación para la libertad, no creo que aguantaran la cantidad de tiempo estéril y decisiones estúpidas que aquí tomamos.

Listas y listas de objetivos, secuenciaciones, contenidos, desgloses, papeleo, burocracia, decisiones impuestas por la autoridad de turno, ...y finalmente no se puede dedicar tiempo a lo importante, que si no me equivoco son los niños y las clases que preparamos.

En todo caso, claro que me gustaría conocer tu respuesta a esa pregunta.

Este viernes estoy con Jaime en Huesca escuchando a los grandes maestros de la Educación Física. Igual podemos saludarte si estás allí.

Un abrazo y hasta pronto.
José Luis.

Anónimo dijo...

Hola,
Ponzán era un tipo irreductible. Y un guerrillero. Tuvo que sortear infinitas dificultades. Y aprovechó cada palmo de terreno que le regaló la vida.
En esta profesión tienes que pasar algunas horas sentado, analizando documentos en los que no siempre es fácil creer, redactando textos que no siempre alguien leerá, pero no es menos cierto que esta profesión te permite convocar a los niños en la plaza para ver como la luna estrena la noche, o salir a fotografíar la primavera en los campos, o leer poemas, o contar un cuento o dejar que un niño tome tu mano, o te mire o te diga "Gracias". Todo al margen del programa.
un abrazo

Anónimo dijo...

Supongo que a José Luis, que también me parece que es un tipo irreductible aunque a menudo se le pasa por la testa la idea de tirar la toalla, lo que le pasa es que se le llevan los demonios cuando ve que el sistema educativo, en lugar de marchar acompasado a lo que es el día a día de la clase (que, efectivamente, es lo importante y lo bello de esa profesión vuestra admirable), marcha a su bola, en dirección diversa cuando no evidentemente opuesta.

Y, como hombre irreductible, con corazón y con hígados, necesita rebelarse contra eso. ¿Cómo materializar esa necesidad de rebelión? Ah, eso es lo que precisamente, me parece, comparte con nosotros...

Yo, José Luis, no tengo referentes a los que acudir... y sí esa misma inquietud.

Anónimo dijo...

Hola Víctor e Inde.

Inde, muchos días me siento como un auténtico inútil. Y, yo no elegí ésto, tengo gran dificultad para amoldarme, adaptarme, resignarme, ante situaciones que creo equivocadas (lo que es un gran problema considerando el mundo en que vivimos). Claro que se me puede acusar de que no soy nadie para marcar qué es lo adecuado; sólo puedo argumentar que mi referente y prioridad siempre son los niños y lo que se hace realmente en las clases con ellos. Y, ahora sí puedo asegurar, hay muchísimas decisiones, reuniones, imposiciones, que no comparten conmigo esta prioridad, ni se acercan a ella, o ni siquiera la contemplan.

Efectivamente el blog supone un pequeño desahogo. Aunque me parece que me mojo más de la cuenta y acabo arrepintiéndome.

Un saludo.
José Luis.

Publicar un comentario