Sólo es una manera de decirlo surgida de…las cerezas lingüísticas del pensamiento (Grijelmo y la Seducción de las Palabras) para referirme a la Escuela con Mayúsculas (creo recordar que los versos de arte mayor se señalaban con dichas mayúsculas).
Apenas unos minutos para quejarme por la falta de tiempo (aún tengo tiempo para quejarme), y para no dejar sin aplaudir dos asuntos:
CRIET: lo visitamos el jueves. Cenamos con los niños y los maestros. Los niños son felices, como siempre allí. Los maestros nos recibieron magníficamente, como siempre allí. Sorpresa, estaba Abel, llegado desde Los Monegros, desde Perdiguera, para reencontrarse con compañeros del curso pasado y con muchos de sus ex-alumnos. Cinco horas de coche un día normal de trabajo para esos reencuentros. Abel y yo compartimos muchas visiones, ideas, ilusiones y sueños. La diferencia principal radica en que él es un tipo alegre, optimista, generoso con todos, con el que resulta fácil estar cerca. Al acabar el bingo y la discoteca (un lugar de perversión…), mientras se acercaba el momento de dormir, varios niños comenzaron a llorar y a pedir que volviera a ser su maestro. Abel salió con el corazón encogido y yo, mero espectador, sentí una mezcla de pena y alegría, siendo la última causada por comprobar esta evidencia de un maestro comprometido con su trabajo y de unos niños que le responden, a su modo, en consecuencia. Me siento afortunado por haberle conocido.
Ayer y hoy curso con Alfredo Larraz. Qué decir. Cómo explicarlo. Las palabras de Alfredo son luminosas, tranquilizadoras, plenas de ilusión y de motivos para emprender caminos. Creo que todos hemos sentido la necesidad de darle las gracias por el rato compartido, y todos hemos salido de allí con ganas de retomar las clases el lunes, o ya mismo, y tratar de ser un poco mejores maestros, de parecernos un poco más a todo lo que hemos aprendido los dos días, de intentar hacer mejores a nuestros alumnos. Creo que todos esperamos ya la llegada de la siguiente entrega del curso dentro de un mes. Menudo regalo y qué suerte.
5 comentarios:
CRIET. suena a onomatopeya.
Y para no ser tan superficial dire, que recuerdo el dia que la maestra de mi hermana comunico a sus alumnos que dejaba la escuela,buff
Como lloro mi hermana, realmente sintio esa separacion mucho.
Es bonito comprobar que todavía existe gente que cree en la Escuela con mayúsculas y que se esfuerza por construirla.
Si cundiese el ejemplo....
La Escuela: ese sitio donde he sido tan feliz, trabajando en un colegio de educación especial, con unos niños maravillosos que me han enseñando a ser mejor persona, más feliz, más risueña; que con una sonrisa suya se me dibujaba a mí otra pero con tendencia al infinito; que me acostaba con ganas de que pasara la noche rápidamente para poder estar ahí con ellos al día siguiente.Ya se ha terminado, era una susititución de un mes;una lástima, me iba con un nudo en la garganta y al final ya no aguanté el llanto; me emociono de solo pensar en esos niños, en ese olor, en esa música matutina con la que entraban a a las aulas. No sé lo que me deparará el futuro pero quisiera no separame demasiado de esos pequeños grandes seres; Un experiencia mágica, Paula.
Hola a los tres, muchas gracias por vuestras palabras.
Paula, es emocionante compartir también ilusiones en torno a la escuela. Ahora seguro que entiendes mejor algunas de mis cosas.
Saludos (y un beso para la tercera).
José Luis.
Muchas gracias por esas bellas palabras, amigo.
Un abrazo sincero, cálido, eterno.
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