sábado, 28 de abril de 2007

UN DOLOROSO ATARDECER.

No estaré orgulloso de esta semana. No la colocaré en la lista de méritos de las próximas oposiciones. Ni siquiera la nombraré en el blog. Esta semana he sido un extraño en la escuela.

También mi cabeza ha sufrido un retorcimiento brusco y terrible. Quizá nunca logre recuperarme. De hecho, ya sueño con el momento. Lo entreno cada día, lo siento, lo saboreo, lo imagino, lo huelo, y sigo, dolorosamente, sin comprender nada.

El Galacho de Juslibol me regaló esta imagen la semana pasada. Quizá sea lo mejor que puedo ofrecer.

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