miércoles, 2 de agosto de 2006

Ecuador de vacaciones superado.

Ya han comenzado los pensamiento sobre qué encontraré, qué caras tendrán, cómo serán las familias, cómo será mi vida, quién me visitará y dejará buenos recuerdos para el futuro, ¿seré buen maestro?, ¿seguirá yendo bien la vida?, ...

Mariano Coronas habla en su Blog de la Guerra, o lo que sea, del Líbano. Allí mueren cada día decenas de niños.

No sé qué pensar. Es un tópico lo de qué pena me da, fíjate lo desgraciadicos que son, etc..., mientras vemos el telediario; lo que me preocupa realmente es lo acomodados que estamos en nuestras ciudades, las pocas ganas de luchar por unos cuantos valores. Últimamente he dicho varias veces que me gustaría haber vivido hace 35, 40, 50, años. La gente se ríe de mí, e incluso algún abuelo (y siempre tienen la razón; ojalá tuvieramos claro esto más veces) me dice que estoy tonto, que cuando pasara hambre o miedo una noche, igual cambiaba mi forma de pensar. Pero el asunto es que me gustaría vivir en una época donde se luchara, de verdad, por cosas importantes: el comer, sobrevivir, la familia, los derechos, la dignidad, los amigos.

Me gustaría que la sociedad compartiese un malestar continuo ante tantas barbaridades, injusticias, desgracias, y fuera capaz de hacer algo más que llevar una pancarta unos cuantos metros. Una sociedad a la que le dolieran tanto las guerras, los pobres, los niños que trabajan, los niños y madres que son comidos por las moscas mientras agonizan, ..., que no permitiera que políticos, empresarios, o quien sea, miraran hacia otra parte. Remedios de verdad, de los que buscan soluciones a toda costa.

Y otra vez pienso en la televisión, gran hermano, gran superviviente de la isla, gran serrano, gran UPA Dance, y la madre que los parió. Ah sí, y en el anuncio de la revista Lola, o algo así ("yo sólo pienso en la revista Lola, y lo demás me la suda", reza el slogan del anuncio; bárbaro, impresionante). La televisión que da la dosis de morfina diaria a toda una sociedad. Ya me da igual que me digan bruto y radical. Me da asco vivir con estos valores y este comportamiento social.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, José Luis:

¡Qué te voy a decir! Uno escribe muchas veces para quitarse la rabia que lleva dentro, aún a sabiendas de que lo que cuenta no va a tener ningún efecto. No sé si terapéuticamente vale la pena utilizar ese sistema de descarga. Yo creo que sí funciona un poco, porque si no qué hacer ante tantas animaladas, ante tanta mierda... El sentimiento de impotencia y de desasosiego lo tienes igual con la visión calamitosa de los incendios, con las imágenes de los muertos y heridos, de los escombros de tantos conflictos; con la de los chorizos que se apropian de lo ajeno y que especulan con el suelo y con el futuro del territorio y con tantos otros... Y no es necesariamente pena; es dolor interno porque las cosas sean tan lamentables cuando podrían ser más amables, más justas. En realidad se trataría de cambiar la conjugación de unos verbos por otros... Los intereses confesables y los inconfesables determinan los modos de actuación, por encima de planteamientos éticos, sostenibles o racionales.

P.D. No sé si leerás esto, pero aprovecho para preguntarte por tu dirección postal actual para enviarte El Gurrion. Ya me dirás.

Anónimo dijo...

Hola Mariano.

Por designios de nuestro señor de las telecomunicaciones, Telefónica, no he podido leer este comentario hasta hoy día 16 de agosto.

Te escribiré ahora para indicarte la direción postal.

Saludos.

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