jueves, 10 de noviembre de 2005

Ya llegan los problemas.
Han estado agazapados, esperando hasta ser suficientemente grandes como para asaltarme y hacerme temblar de miedo, y de dudas...
El problema se llama concurso de traslados. Siempre he pensado que una vez que apruebas deberías pasar una segunda oposición que confirmase tus dotes para rellenar papeles de este tipo. Siempre intento dejarlo para última hora, con el ánimo irracional de que el tiempo hará que, por alguna extraña razón, no deba rellenarlos. De hecho, estoy escribiendo ahora, antes de mi hora habitual, en ese intento de posponer el solemne acto.
Pero el problema auténtico se encuentra en que tengo, por una parte, una maravillosa novia terriblemente arraigada en la maldita Zaragoza y, por otra parte, una gran ilusión en poder seguir, y acabar, mis días en un lugar como el que me encuentro: Ansó, donde tengo casi todo lo que necesito para ser feliz.
En lo referente al trabajo, que es lo propio del blog, y aunque tengo corta experiencia, creo que tiene poco que ver con el de la ciudad. Aquí los niños son 30 ó 500 veces más felices que los de la ciudad, más sanos, más alegres. El trato con ellos es de momento magnífico, familiar. Los compañeros de trabajo, en muchos casos, comparten ilusiones, inquietudes.
El año pasado me cansé de ver niños y adolescentes que caminaban (es un decir, porque iban siempre en autobús, o coche) tristes a la escuela, entre ruidos, tráfico, y que, al acabar, se dirigían a sus casas de igual modo, sin relación con los compañeros, sin posibilidad del juego propio de su edad. Aquí casi todo es diferente.
Cuando vuelvan a leer esto, a saber dónde estará mi futuro. Y mi felicidad...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola.
Soy una de las alumnas de Victor Juan que esta estudiando Magisterio.
No se si es el momento adecuado para decirte esto, pero solo quiero que sepas que te animo a seguir escribiendo las sensaciones,inquietudes... que te surjan a lo largo del curso porque a las personas que estamos al otro lado nos sirve de gran ayuda.

Leticia.

Anónimo dijo...

Hola Leticia.

Es un placer y un halago para Jaime y para mí que alguien lea lo que vamos escribiendo, que no es sino una buena porción de nuestra vida.

Esperamos que alguna idea, experiencia, ..., os sirva de ayuda durante el curso.

José Luis Capilla Lasheras.

Anónimo dijo...

Hola, soy María, una esudiante de primer año de magisterio infantil de Huesca.
He estado leyendo vuestros comentarios para hacerme una idea de como vivís el día a día en la ecuela, en esos dos lugares tan diferentes.
Personalmente me interesa mucho,José Luís, lo que vayas comentando de Ansó, puesto que soy una chica de Huesca y siempre he estado muy unida al Pirineo, y precisamente en Ansó, uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados del Pirineo,tenemos una casa. Así que me gustaría que siguieramos en contacto y me fueras contando tus experiencias. Tengo pensado al acabar infantil empezar con educación física, me encanta el deporte( es fundamental incitar a los niños y niñas para que el deporte siempre este presente en sus vidas) y además lo veo importante de cara a trabajar en algún pueblo del pirineo.Poco os puedo decir puesto que son mis primeros días en esto de la enseñanza, sólo espero aprender de mucho de vosotros.De todas formas ya os iré preguntando cosas conforme vaya adquiriendo más experiencia.

Vuestra nueva lectora: Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola María.

Pues sí, Ansó es un pueblo realmente maravilloso. Eso es un problema ahora que estoy decidiendo si intento quedarme o intento marcharme.

La educación Física es muy importante, a mi juicio, pero yo creo que lo es más en la ciudad, donde las posibilidades de jugar, de moverse, de los alumnos son muy limitadas en muchos casos. Además, generalmente cuando sean mayores, en la ciudad, tendrán un trabajo más sedentario.

José Luis Capilla Lasheras.

Anónimo dijo...

Respecto a la Educación Física en infantil, creo que el conocimiento del mundo por parte de estos niños se efectúa básicamente a través de su cuerpo, de su motricidad, por lo que favorecer esta circunstancia es importante.

Y respecto al deporte femenino, es un tema para hablar largo y tendido. Hay un caso que considero reseñable: el colegio zaragozano Doctor Azúa, donde las clases de Educación Física no funcionan especialmente bien, pero el nivel de las extraescolares, en participación, calidad de los monitores, carácter educativo, etc, y especialmente en lo referido a las alumnas, es auténticamente ejemplar.

Anónimo dijo...

Hola.

En cuanto a la importancia de la educación física de cara a trabajar en pequeños pueblos, me referia a que en ellos hay más demanda de profesores con mayor níumero de especializaciones, ¿qué opinas sobre ésto?.

Pienso igual que en el hecho de que en las ciudades hay que fomentar más la actividad física. Sobretodo en los que se refiere a las niñas, que parece que el deporte no les causa tanta aficción. Lo se porque en mi entorno lo he vivido. Muchas veces he animado a amigas mías a hacer algún deporte, pero nada muy pocas.
Yo creo que depende de la educación que hayas recibido en tu entorno familiar, en la escuela, luego en el instituto, que si no han sido estimuladas en el jercicio es dificil. Por eso uno de mis objetivos sería intentar promover el deporte en las niñas.
Me he interesado mucho por este tema gracias a mi padre, que en su trabajo no se cansa de animar a las madres de niños y niñas a que sus hijos practiquen algún deporte. Le parece fundamental el habituar a los niños al deporte para su salud. Me habla mucho del problema actual de la obesidad en los niños y de como combatirla.

Por otro lado me gustaria dedicarme de aquí a algunos años a estudiar en profundidad la educación física en infantil, el habituar a los niños desde pequeños en el hábito saludable del ejercicio. Yo creo que este tema puede dar mucho de sí, ¿ que te parece a tí?.

Yo me quedaía en Ansó, no me cansaré de decir lo precioso que es, por no hablar de sus alrededores que si te gusta el montañismo, la naturaleza o el esquí de fondo...Y la communicación con Hecho va a mejorar considerablemente con el arreglo de la carretera. Desde luego comprendo que te sea díficil decidir que hacer.

María Pardos.

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