Un poco de aire y a volar
Hoy he realizado una tarea pendiente con las entradas anteriores. Desde 2005 hasta hoy. Inevitablemente, he leído fragmentos de aquí y allá, y he sentido la vergüenza de siempre al leer lo escrito en el pasado. También he sentido alegría al ver danzar en esas cuatrocientas entradas tantas personas, ideas y palabras, libros, niños, emociones, incertidumbres sobre lo que estaba por venir, e impresiones sobre lo que finalmente llegó.
He acabado pensando qué estaré escribiendo dentro de un mes, de cuatro meses, de un año. Qué palabras saldrán de esta cabeza desde la que se supone estoy escribiendo. Qué nos estará preparando la vida para ofrecernos dentro de un tiempo, cuánto se parecerá a la previsión que tenemos ya hecha, cuántos sustos aguardan su momento, cómo será el escenario en el que seguiremos actuando...; siempre preguntas.
Que pasen buenos días, a la vuelta del viaje les muestro lo que vieron mis ojos.
3 comentarios:
Que vaya bien, si.
Me gusta el título de tu post y las preguntas que te haces. Está bien eso de interrogar al futuro; la putada es que las respuestas, la mayoría de las veces, no se ven venir, simplemente nos caen encima.
Un saludo
Mariano
Lamima, muchas gracias por tus buenos deseos y tus visitas.
Mariano, el futuro es mágico. La vida entera es mágica. Pensar en el futuro me deja aturdido. Me desconcierta pensar en las miles de cosas que están a punto de sucedernos, buenas y malas, terribles o fantásticas, en un año o en un segundo, y que irán moldeando, o sacudiendo, nuestro comportamiento y personalidad.
Hablando del futuro, es increíble pensar que, de aquí a un tiempo (creo que unos meses, aunque no estoy seguro) ninguno de los átomos que ahora nos componen seguirán estando en nuestro cuerpo: ¿qué carajo somos?
Que sigan cociéndose las respuestas, que nosotros seguiremos haciendo preguntas. Es lo único que nos queda.
Un fuerte abrazo a los dos.
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