jueves, 2 de marzo de 2006

Ayer oí que un señor había tirado al metro a una joven, por lo que había perdido una pierna. En el juicio se utilizó, con éxito total, el atenuante de que el tipo no estaba en sus cabales. Y es cuando uno se queda pensando si está tonto. ¿No es evidente que alguien que tira a otro , sin mediar palabra ni conocerle, al metro, no puede tener jamás la mínima salud mental?.

También ahora está muy de moda lo del acoso escolar, bulling para los académicos. Además, como la TV está tan interesada en el asunto, pues parece que es algo que han descubierto los medios de comunicación. En la escuela se ha comentado un poco el asunto estos días. Y todos hablan de la gravedad y complejidad del asunto. Yo, en mi afán de llevar la contraria (Jaime), no veo sentido a tal revuelo. Sólo veo que es una consecuencia lógica de la sociedad. No creo que el problema o la solución haya que buscarlos en la escuela. Me recuerda a los intrincados debates sobre las drogas en los jóvenes. Y resulta que los adultos que debaten el problema celebran el final de la reunión con un brindis y un puro, tras las copas de rigor.

Magisterio cambia de aires. La convergencia europea creo que se llama. Cuatro años de carrera, un practicum, sólo dos especialidades (primaria e infantil), y las especialidades convertidas en "menciones" que se eligen durante la carrera. Creo que estos son algunos de los principales rasgos. Me pregunto si habrá algún cambio en lo esencial.

Mariano Coronas me manda la revista Gurrión. Aún no la he leído entera. Me preguntaba si suscribirme o no, pero inmediatamente me he avergonzado de tal pensamiento. Una revista que nació el mismo año que yo, y sigue contando cosas, 25 años en el camino, demuestra tener muchas cosas que han de ser leídas. Además, es una revista que nace en el Pirineo, en Huesca, y qué voy a contar. Estas tierras me están brindando muchos de mis días más felices.

Hoy no he dado clase. Hoy los niños se han ido a esquiar. O eso creo. Mañana hablaré de esto.