jueves, 14 de octubre de 2010

OCURRENCIAS PARA UN APOCALIPSIS ENTRAÑABLE Y DIVERTIDO.

Ahí, por la derecha, ya se aprecia la llegada del fin del mundo.

Si finalmente el asunto torero se integra en el ministerio de Cultura, tendremos la evidencia incuestionable de que el fin del mundo es inminente y la humanidad ha entrado en una espiral de estupidez sin freno ni remedio.

Por mi parte, supongo que en los currículos educativos tendrán que incluir el toreo: historia, arte y estética de la faena, héroes de ayer y hoy; supongo que yo acabaré haciendo unidades didácticas sobre el Juli y el Muchachito de la Puebla. Y ensayaré con los alumnos el manejo del estoque y el capote.

Supongo también que la SGAE tendrá que estar al tanto y cobrar la tasa correspondiente a todo el que lleve cuernos o derivados, e incluso al que se atreva a exclamar un "olé" en contexto distinto al taurino.

Qué divertida es la vida.