lunes, 5 de mayo de 2008

INFORTUNIO Y SEQUÍA MENTAL.

Creo que desde hace cerca de tres años, los que llevamos asomándonos por aquí, nunca había tenido problemas para encontrar un motivo para escribir: mejor o peor, una noticia, un suceso, unas palabras, siempre sugerían unas líneas para comenzar.
Hoy no ocurre ésto, y me temo que conozco el motivo. No lo digo puesto que no me deja bien parado. También tiene que ver con el tiempo.

Ya entrados en mayo, todas las ideas que han ido fluyendo durante el curso, muchas atropelladamente, y que aún no he podido llevar a cabo, se van amontonando y exigiendo su hueco en el espacio escolar. Al comenzar el curso y cada trimestre se creaban los “haré…” y ahora, por razones diversas, intento organizarme para cumplir aquellos que realmente aportarán, creo, algunas cosas a los niños. Además, también se dan otras circunstancias que no facilitan lo anterior, como unidades de conocimiento del medio (fauna, botánica, …), EF (bicicleta), lengua (filosofía…), …, que requieren una preparación y una logística más costosa que las anteriores.

Mayo también me está permitiendo echar la vista atrás y ver ya cierto camino recorrido, de modo que es posible evaluar algunas de las acciones ya desarrolladas. La biblioteca, la revista trimestral, el blog, las madres lectoras,…; y creo que la sensación con la que acabaré este curso respecto a mi trabajo no será tan buena como esperaba al comenzar con estas y otras ideas.

Para acabar, y para absoluta sorpresa (mejor no hablar de la suerte o el infortunio), puede que próximamente se reduzca drásticamente mi kilometraje semanal a motor. Espero que sea así ya siempre, pero de otra manera, claro. Y ya me explicaré.