domingo, 19 de octubre de 2014

RITMOS.

Siempre he sentido que puedo mantener dignamente en marcha un par de asuntos. Cuando se presenta un tercero o un cuarto tengo la certeza de que debo establecer prioridades o algunos de ellos va a sufrir escasa atención. Es lo ocurrido con la escritura durante este curso.

Trabajo y vivo en uno de los lugares más asombrosos y deslumbrantes de todos los posibles. La persona que mejor me conoce dice siempre que tengo mucha suerte, bien sea para aparcar, bien para asuntos menos mundanos. Y seguramente tendrá razón. Tras un tiempo de otras cosas, vuelvo a sentir cada día los ritmos naturales: la luz menguante, el frío que gana espacio, las noches estrelladas y silenciosas, el agua que corre cada día ajena a Bankia y otros productos de la marca España.