lunes, 3 de abril de 2006

Perdonen la falta de ideas, de palabras.

Llevamos unos días durmiendo poco, viajando mucho, y, además, hemos estado con el Profesor Otto Lidenbrock y buscando a Gurb.

En cuanto el espíritu se haga cargo del cuerpo y retomemos el control de la realidad volveremos a contar alguna historia con ánimo de ser coherente.

El hombre araña parece que ya se ha marchado. Vuelvo a respirar tranquilo y ser feliz.