martes, 19 de agosto de 2008

SOBRE DÍAS AFORTUNADOS.

El fin de semana pude asistir a la feria del libro de Jaca. Allí José Luis Sampedro presentaba La Ciencia y la Vida, escrito junto al cardiólogo Valentín Fuster y con la colaboración de Olga Lucas. Fue la primera vez que escuchaba a este autor, y lo mejor que se me ocurre decir es que espero no sea la última: palabras radiantes cada instante. También me pregunto cómo puede funcionar el mundo tan mal en tantos aspectos habiendo personas así. Imagino que los políticos no tendrán tiempo para leer.

Posteriormente también acudimos a la caseta en la que firmaba libros. Aunque me daba bastante vergüenza y me sentía como una especie de fan de algún grupo musical adolescente, fue tremendamente emocionante estrecharle la mano, compartir unas breves palabras, y marchar con su firma en varios libros que supongo enseñaré a muchos visitantes en los próximos años. Aprovechamos para comprar Escribir para Vivir, otra de sus obras escrita a modo de autobiografía.

Estar en el Pirineo significa saborear una vida llena de intensidad. Unos pocos días dieron para ver magníficos ciervos campando por verdes laderas, visitar la ermita de Iguacel, en el valle de la Garcipollera, aprovisionarse de pan ansotano para hacer frente al pseudopan venenoso urbano, conocer y disfrutar de la desbordante belleza de la subida a Lizara, o salvar a un apurado pollo de buitre leonado que aparcó en un zarzal poco apto para despegues (con la aceptable contrapartida de un cuerpo lleno de arañazos, una sudadera rota, y que el mareado buitre me vomitara encima). También acercarnos hasta algunos rincones que permiten actualizar los recuerdos y no olvidar anécdotas y sentimientos.


Hablando de pan, acabo de abrir la página del departamento de educación aragonés, y me encuentro que la última noticia tiene que ver con el pan que tanto nombro. El currículo del técnico en panadería y repostería ya está publicado. Me sorprende tanta normativa, que precisamente corre paralela a la degradación del oficio tradicional. Espero que las prácticas sean en los pueblos donde aún lo hacen de verdad.