viernes, 27 de marzo de 2009

AUTISMO.

En marcha el milagro de las nueces, las bellotas, los membrillos, ...

Antes de comenzar este curso no sabía prácticamente nada sobre el autismo. Ahora, tras siete meses en un centro de educación especial, sé dos cosas: trabajar con niños autistas es terriblemente difícil y profundamente sorprendente.

Durante la formación universitaria, apenas estudié generalidades sobre este trastorno: el frecuente retraso mental asociado, los problemas comunicativos y emocionales o la necesidad de rutinas claras y elementos anticipatorios. La comunicación es probablemente el asunto más complejo, y aquí podemos observar niños que se comunican con bastante normalidad a través de una especie de ordenadores, otros que lo hacen a través de fichas estructuradas en tableros de comunicación, o los que manejan el lenguaje oral con mayor o menor funcionalidad.

En este campo de la comunicación he conocido sorpresas mayúsculas: el niño que, tras varios meses sin decir palabra, se pone a repetir las palabras que su tutor le indica a través del micrófono, el niño que responde la fecha cada mañana a través de su artilugio electrónico navegando entre carpetas y subcarpetas hasta llegar a la respuesta correcta, o el niño que repite sistemática e infinitamente las mismas fórmulas gramaticales y las mismas palabras cada día.

Por otra parte, los alumnos con la capacidad comunicativa más restringida son los que plantean un mayor reto pedagógico: por una parte es dificilísimo transmitirles las actividades, las intenciones, los sentidos de las tareas, y, por otra parte, resulta frustrante (más aún sin contamos con inexperiencia) captar sus mensajes, puesto que un lloro o un grito puede significar desde “el agua está fría”, hasta “no me encuentro bien porque tengo miedo”, pasando por “no quiero hacer esta actividad y preferiría hacer mis tareas rutinarias”.

Quizá la cara más mediática del autismo sea la representada a través del cine por niños con autismo que tienen muy desarrolladas algunas capacidades. La realidad se muestra con mayor aspereza, pero no es infrecuente encontrar algunas facultades inusualmente elevadas. En concreto, podría contar el caso de un niño que me preguntó el primer día de curso mi dirección (calle, portal, puerta), plaza de garaje, marca y modelo de coche, etc. Al cabo de varios meses, en febrero creo, escuché algunas palabras de una conversación entre adultos y al acercarme me indicaron que, si quería sorprenderme, preguntara a este niño por mis datos. Él repitió escrupulosamente la calle en la que vivo, el portal, la plaza de garaje, …, del mismo modo que puede repetir los datos de buena parte de los trabajadores del centro (unos cincuenta). También tiene en su cabeza una copia fiel del callejero de la ciudad, y de los autobuses que pasan por cada una de sus calles. Igualmente puedes sorprenderte cuando copia un dictado en el ordenador a la velocidad normal de la conversación, cuando maneja ventanas y programas informáticos con una velocidad mareante, o cuando una de sus páginas de navegación puede ser un chat de una radio polaca. Estos grupos resultan desconcertantes, y trabajar contenidos propios de educación física con rigor está representando, hasta la fecha, un imposible.

La ONU ha declarado el día dos de abril Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Estamos llegando a un punto en el que cada día es el “Día” de cincuenta mil causas y asuntos, por lo que, a mi juicio, se pierde buena parte del sentido. En todo caso, leer la noticia me ha permitido describir someramente esta realidad que tan cerca vivo este curso y compartirla con vosotros.

domingo, 22 de marzo de 2009

LAS FLORES AUSENTES.

Esencia absoluta de belleza.

Dicen que es primavera. Yo no lo sé, puesto que en la agradable vida de la ciudad de tamaño medio (eso dicen) no se pueden sentir los ritmos de la naturaleza. Siempre es de día gracias al milagro de las prolíficas farolas, y siempre se siente una temperatura similar. Se apagan las calefacciones y rápidamente se encienden los aires acondicionados. Las flores no abundan, y los pobres árboles presos de un entorno tan triste hacen lo que pueden (lástima de árboles plantados apresuradamente para la Expo que ahora agonizan sin cuidado alguno). Los nuevos parques cuentan con las llamadas farolas de efecto bosque. Unos churros metálicos torcidos que recrean en la mente del arquitecto algo similar a lo que corre por mi cabeza cuando pienso en los hayedos de Zuriza y Linza, produciéndole, supongo, un placer semejante.

Cuando hablo con amigos o personas que han sido ajenos a mi vida en los últimos años o meses, y surge el tema de vivir fuera de la ciudad, de mis planes (o ilusiones, no sé) de vivir en un pequeño y bello pueblo de vida tranquila y natural junto a mi familia, todos se ríen y me miran con aires entre incrédulos y compadecientes (de los que me rodean, imagino). Pero qué dices, eso es una tontería y es imposible. No saben que los imposibles son una de las principales motivaciones para moverse cada día.

Y como en la ciudad andamos muy escasos de materia vegetal, nos despediremos hoy con unas flores, aunque sean del mal (dudaba entre varios, así que elegí el del querido protagonista). Vidas tortuosas y agitadas, como tienen que ser:

LOS BÚHOS.

En los tejos que les cobijan
están los búhos alineados,
dioses ajenos que disparan
su roja mirada. Meditan.

Sin moverse se quedarán
hasta esa hora melancólica
en que, empujando al sol oblicuo,
al fin se instalen las tinieblas.

Al sabio enseña su actitud
que en este mundo hay que temer
el movimiento y el tumulto;

el que se embriaga de una sombra
que pasa, siempre es castigado
pues deseó cambiar de sitio.

C. Baudelaire.

Para el próximo escrito, mi pequeña primavera, representada por el milagro de la germinación de los nogales, los membrillos y los robles.

miércoles, 18 de marzo de 2009

SOBRE JUZGAR Y LAS BELLAS IMÁGENES PREMIADAS.

“No juzguéis” es una gran enseñanza recogida de los casi tres meses que llevo practicando yoga. En esta disciplina, a través de la que pretendí acercarme a formas y prácticas orientales que tanta atracción habían generado en diversas lecturas, se persigue el conocimiento personal, el equilibrio y control de las diversas emociones que afectan al cuerpo, la concentración y la atención, y muchos otros aspectos que un buen conocedor de la materia podría describir mejor que yo. En el proceso seguido se hace gran hincapié en centrar la citada atención en uno mismo, en atender y percibir las sensaciones sin emitir juicio de valor sobre ellas ni sobre los demás, intentando alejarnos de ese constante observar y valorar o enjuiciar que hacemos cada instante del día sobre otras personas y cada uno de sus actos. Un sorprendente medio de trabajo de tales aspectos, por ejemplo, lo representa la inmovilidad desarrollada por medio de distintas posturas o ásanas.

Digo lo anterior porque ayer me acosté a una hora poco prudente para poder redactar un artículo que me salía del alma sobre la campaña de la Conferencia Episcopal en su particular defensa de la vida en la que aparecía una demagógica y poco afortunada comparación entre la protección de los bebés, el aborto, etc. y las medidas de protección del lince ibérico. Del mismo modo, con las declaraciones llamativas del Papa sobre el uso del preservativo en África y sobre los ritos religiosos africanos. Hoy, con ese “no juzguéis” en la cabeza, prefiero eliminar lo escrito y transitar otros senderos. Por lo mismo, aunque me gustaría porque no entiendo hacia dónde vamos, dejaré de escribir sobre Gran Scala, sobre las pista de Fórmula Uno con casinos, pistas de golf y demás zarandajas para la preciosa comarca del Sobrarbe, sobre la corrupción política que está acabando con la riqueza medio ambiental española a base de urbanizaciónes y campos de golf (cuando acaban en la cárcel, los que acaban en la cárcel, la naturaleza ya ha sido arrasada), y sobre otros temas con unos protagonistas que no puedo entender de ningún modo.

En su lugar, y puesto que él no lo contará, una noticia familiar que nos hace muy felices. Seguiré manteniendo el blog como medio de difusión no oficial de sus premios y andanzas: Pablo ha ganado el primer premio en el XV concurso de fotografía matemática “Andalán”. También el viernes expuso el trabajo recientemente ganador del primer premio en el V concurso de medio ambiente José Manuel Falcón en la sede de ANSAR. Allí todos quedaron muy sorprendidos por el interesante trabajo expuesto y por la gran presentación realizada. Por todo ello, enhorabuena.

Aquí están las fotos presentadas en el concurso, cuyo premio fue otorgado a la foto de la hoja “Dibujando la Naturaleza: fractales”.


domingo, 15 de marzo de 2009

LOS TRAYECTOS ESCOLARES Y SUS NIÑOS.

Nada, sólo un sueño.

Convirtamos en imagen el trayecto que recorre cada maestro desde su casa hasta la escuela cada mañana. Observemos cada uno de los elementos de la imagen: qué sentimientos se reflejan en su cara, cuánta luz hay en el ambiente, qué elementos aparecen en el paisaje, a qué huele en esos instantes, qué indumentaria viste, a qué velocidad avanza hacia su destino, qué medio de transporte utiliza, qué caras muestran las otras personas con las que comparte instantánea, …

Puedo describir con fidelidad absoluta mis cuatro experiencias docentes a partir de estos trayectos realizados cada mañana desde el lugar de dormir hasta el lugar de trabajar: recuerdo unos trayectos oscurísimos, negros y asustados; recuerdo trayectos verdes y sonrientes, en compañía de alegres caminantes, paseos empedrados hasta mi clase con olor a madera; recuerdo también otros desplazamientos más empinados, con solicitud de mayor esfuerzo, acompañado de niños y de gorriones, golondrinas y vencejos que anunciaban el prometedor comienzo de la vida un nuevo día; y ya comienza a formar parte de la memoria un nuevo camino extraño, confuso, en el que no acierto a observar las montañas, el cielo amplio, o los pájaros, y en el que comparto trayecto con algunos niños que se apresuran, aún dormidos, hacia su escuela cercana, mientras sus padres apuran el primer cigarro del día.

Quizá sean esos niños lo más significativo de mi foto. Son niños que se dirigen a una escuela contigua a la mía, y que cada día han de cruzar veinte carreteras, ir acompañados de un adulto para evitar peligros, caminar por una estrecha acera que cede el espacio urbano al dominante automóvil, y observar antes de comenzar su jornada un lienzo compuesto por edificios enormes, tiendas, coches y asfalto.

Pienso en los niños que me acompañan en cada una de las cuatro imágenes y creo que una diferencia sorprendente media entre las vidas de unos y otros. Permítanme indicar, al menos, que hay algunas maneras de comenzar el día más afortunadas que otras.

miércoles, 11 de marzo de 2009

LUZ DE SUEÑOS, LUZ SOÑADA.

Comienza el instante.

No sé bien cuando comenzó la fascinación; quizá en los atardeceres por los caminos oscenses cercanos a la Ermita de Salas, en las apuradas últimas horas del día refugiado en los Galachos de Juslibol, probablemente en los senderos encantados de Ansó, entre hayas y hadas, o también en el ocaso de muchas tardes en Peñarroya, embrujado por el magnético ulular del cárabo. No lo sé, pero existe una hora del día en la que algo de dentro entra en íntima conexión con algo de fuera: en la naturaleza (es un milagro de tipo campestre), cuando el sol ofrece sus últimas luces, surgen unos instantes efímeros donde los elementos del paisaje parecen fundirse, el tiempo parece aminorar su ritmo, y el silencio representa el sonido dominante. El rojo, el azul, el marrón y el verde se adueñan de los pinceles, y combinándose ofrecen un espectáculo onírico. El frescor que anuncia la noche se une a los olores puros y nítidos de los vegetales y la tierra. Sensaciones cálidas y envolventes. Entonces me siento parte de algo magnífico, siento una gran calma y armonía.

Ya saben que no sé mucho de nada, y nada de casi todo, siendo generosos, por lo que las dudas me asaltan en cada pensamiento, especialmente si surge de profundos abismos, pero…¿No es esa luz, ese instante, una razón suficiente para ir en su búsqueda, para sentirlo cada tarde?, ¿realmente existen razones más poderosas para gobernar nuestras vidas que aquellas razones profundamente ligadas a las emociones, los sentimientos, las ilusiones y los sueños?. Creo que la mayor parte de las cosas que hago durante el día obedecen a consensos sociales, a dinámicas establecidas, a obligaciones de distinto tipo, y cada vez menos a cuestiones que, simplemente, me cautivan y dan sentido a esto del vivir.

Pablo cumple dieciocho años; edad que le sitúa en un cruce de caminos muy interesante que le permitirá guiar su vida a través de nuevos parajes. Ojalá que, una vez elegido el sendero, puedas apreciar esa luz magnífica en cada uno de sus tramos. Y felicidades.

Marciano Ansotano.

domingo, 8 de marzo de 2009

DE CUANDO LAS LETRAS COLGANTES SIGNIFICAN EL ENCOGIMIENTO DE ÓRGANOS VITALES EN LO CONCERNIENTE A LAS EMOCIONES Y LOS SENTIMIENTOS.

De vuelta a la escritura. A continuación, unas líneas de hace unas semanas escritas en oscura disposición:

Estoy en la cama. Sobre mi cabeza, en el techo, descansa una gran P. P no de pena, ni de pulga, ni de pino: P de Paula. Lleva allí casi diez años, cabeza abajo, y nos volvemos a encontrar. Maldito encuentro. También vuelvo a encontrar a viejos habitantes del barrio: los hombres de cara granate que se dirigen al bar para recibir su dosis diaria de alcohol y nicotina, la señora del portal contiguo a quien su marido pegaba, los tipos de mi edad que atormentaban a sus compañeros de clase en mis primeros años de escuela. Caras que estaban aletargadas en mi memoria y que ahora reaparecen con las arrugas y el pesar que añaden diez años de existencia pesada y difícil. Caras viejas, tristes y cansadas.

Palabras Sencillas desapareció hace ya unos días, y siento de nuevo la necesidad de encadenar pensamientos en forma de palabras escritas. Ya no son palabras sencillas porque, si las palabras explican el mundo (el de fuera y el de dentro), apenas puedo explicar nada, y si algo puedo contar será en forma de palabras surgidas en un nacimiento laberíntico, tortuoso, dubitativo hasta el extremo. Serán, más bien, las palabras de un marciano, las de un caminante que queda asombrado ante cada nuevo elemento que surge en su camino y que ninguna explicación puede expresar. Serán también las palabras de un maestro que nada enseña; un maestro farsante, que acabó, sin saber demasiado bien cómo, en clases ante un ciento de niños y que esforzadamente consigue sembrar un par de dudas y estimular algunas inquietudes.

Ahora pausa, puesto que el corazón encogido dificulta incluso en movimiento de los dedos al teclear. Dormir es un día más la mejor opción; “todos los beneficios de la muerte, pero sin el pequeño inconveniente”.

Marciano Ansotano (E.A.A.)