martes, 28 de agosto de 2007

PALMIRA PLÁ.

Antes de dormir cumplo el ritual y miro algunas páginas. Mal. Encuentro la noticia de la muerte de la maestra Palmira Plá.

Apenas sé sobre ella y sobre la educación. Apenas sé nada. Apenas sabía de su casa en Cretas, el pueblo de Jaime.

Hace pocos días acabé de leer Por Escribir sus Nombres, la novela de Víctor Juan sobre lo que pudo ser y no fue, sobre lo que fue y no pudo no ser. La novela de Paco Ponzán y Palmira Plá. También la leyó Paula, y ya me hablaba del valor de esa maestra luchadora.

Como aprendices de maestros, sentimos profundamente la muerte de esta persona de referencia para aquellos que intuyen que esta profesión significa poner muchas cosas en juego.