lunes, 17 de noviembre de 2008

ÁTOMOS FUGACES AL ATARDECER.


Hace unos meses me encandiló la idea de que cada átomo de nuestro cuerpo formó parte de una estrella hace unos cuantos millones de años. Según otras ideas, el aire que respiramos o el agua que bebemos contienen átomos y moléculas que ya han sido bebidas y respiradas por seres vivos en el pasado; dinosaurios, por ejemplo, indicaba el autor del libro.

En el atardecer, contemplo el Moncayo y siento que algunas de estas formas de ordenación de la materia que por allí deben de pulular explican una buena parte de lo que soy.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pasé por aquí y escuché tus palabras. Me quedé pensando.

Anónimo dijo...

Hola Joselu.

Sobre este tema hay ideas sobrecogedoras, impactantes, desconcertantes.

Hablo de memoria (en mi caso significa que no hay que fiarse demasiado) para añadir otra que aún puede hacer pensar más: los átomos que forman nuestro cuerpo son totalmente diferentes a los que formaban nuestro cuerpo hace un tiempo (no recuerdo si meses o años). Somos 100% diferentes físicamente. ¿dónde está entonces nuestra identidad?, ¿de dónde surge nuestra conciencia?,... y tantas otras preguntas.

El problema de este tipo de preguntas consiste en que nadie conoce la respuesta, aunque hay quien afirma que la duda, la simple pregunta, ya supone un progreso, aún sin respuesta.

Un saludo y gracias por tu visita.
José Luis.

Anónimo dijo...

Contemplando así el Moncayo, all atardecer, no me extraña que te hagas ésas y otras preguntas...puro misterio.
Un saludo

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