El roble, el guardián de la sabiduría del bosque, y el otoño que ya ha llegado, aunque los que vivimos en zonas industriales apenas lo advirtamos. Un saludo cordial.
Creo Joselu que una de las principales pérdidas de la ciudad consiste en vivir ajena a los ritmos naturales: los de las estaciones, los de la noche y el día (las nuevas farolas hipersostenibles zaragozanas dan lugar a un día eterno de 24 horas), etc.
El bosque de robles dueño de las hojas de la foto es un espectáculo marvilloso para los sentidos.
Bueno, en mi calle que es muy mestiza tengo palmeras. No tienen la belleza del roble, pero son elegantes. Algo lejos de su origen están, pero me gustan.
3 comentarios:
El roble, el guardián de la sabiduría del bosque, y el otoño que ya ha llegado, aunque los que vivimos en zonas industriales apenas lo advirtamos. Un saludo cordial.
Creo Joselu que una de las principales pérdidas de la ciudad consiste en vivir ajena a los ritmos naturales: los de las estaciones, los de la noche y el día (las nuevas farolas hipersostenibles zaragozanas dan lugar a un día eterno de 24 horas), etc.
El bosque de robles dueño de las hojas de la foto es un espectáculo marvilloso para los sentidos.
Un saludo.
José Luis.
Bueno, en mi calle que es muy mestiza tengo palmeras. No tienen la belleza del roble, pero son elegantes. Algo lejos de su origen están, pero me gustan.
Un abrazo,
Marta
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