“No juzguéis” es una gran enseñanza recogida de los casi tres meses que llevo practicando yoga. En esta disciplina, a través de la que pretendí acercarme a formas y prácticas orientales que tanta atracción habían generado en diversas lecturas, se persigue el conocimiento personal, el equilibrio y control de las diversas emociones que afectan al cuerpo, la concentración y la atención, y muchos otros aspectos que un buen conocedor de la materia podría describir mejor que yo. En el proceso seguido se hace gran hincapié en centrar la citada atención en uno mismo, en atender y percibir las sensaciones sin emitir juicio de valor sobre ellas ni sobre los demás, intentando alejarnos de ese constante observar y valorar o enjuiciar que hacemos cada instante del día sobre otras personas y cada uno de sus actos. Un sorprendente medio de trabajo de tales aspectos, por ejemplo, lo representa la inmovilidad desarrollada por medio de distintas posturas o ásanas.
Digo lo anterior porque ayer me acosté a una hora poco prudente para poder redactar un artículo que me salía del alma sobre la campaña de la Conferencia Episcopal en su particular defensa de la vida en la que aparecía una demagógica y poco afortunada comparación entre la protección de los bebés, el aborto, etc. y las medidas de protección del lince ibérico. Del mismo modo, con las declaraciones llamativas del Papa sobre el uso del preservativo en África y sobre los ritos religiosos africanos. Hoy, con ese “no juzguéis” en la cabeza, prefiero eliminar lo escrito y transitar otros senderos. Por lo mismo, aunque me gustaría porque no entiendo hacia dónde vamos, dejaré de escribir sobre Gran Scala, sobre las pista de Fórmula Uno con casinos, pistas de golf y demás zarandajas para la preciosa comarca del Sobrarbe, sobre la corrupción política que está acabando con la riqueza medio ambiental española a base de urbanizaciónes y campos de golf (cuando acaban en la cárcel, los que acaban en la cárcel, la naturaleza ya ha sido arrasada), y sobre otros temas con unos protagonistas que no puedo entender de ningún modo.
En su lugar, y puesto que él no lo contará, una noticia familiar que nos hace muy felices. Seguiré manteniendo el blog como medio de difusión no oficial de sus premios y andanzas: Pablo ha ganado el primer premio en el XV concurso de fotografía matemática “Andalán”. También el viernes expuso el trabajo recientemente ganador del primer premio en el V concurso de medio ambiente José Manuel Falcón en la sede de ANSAR. Allí todos quedaron muy sorprendidos por el interesante trabajo expuesto y por la gran presentación realizada. Por todo ello, enhorabuena.
Aquí están las fotos presentadas en el concurso, cuyo premio fue otorgado a la foto de la hoja “Dibujando la Naturaleza: fractales”.
Digo lo anterior porque ayer me acosté a una hora poco prudente para poder redactar un artículo que me salía del alma sobre la campaña de la Conferencia Episcopal en su particular defensa de la vida en la que aparecía una demagógica y poco afortunada comparación entre la protección de los bebés, el aborto, etc. y las medidas de protección del lince ibérico. Del mismo modo, con las declaraciones llamativas del Papa sobre el uso del preservativo en África y sobre los ritos religiosos africanos. Hoy, con ese “no juzguéis” en la cabeza, prefiero eliminar lo escrito y transitar otros senderos. Por lo mismo, aunque me gustaría porque no entiendo hacia dónde vamos, dejaré de escribir sobre Gran Scala, sobre las pista de Fórmula Uno con casinos, pistas de golf y demás zarandajas para la preciosa comarca del Sobrarbe, sobre la corrupción política que está acabando con la riqueza medio ambiental española a base de urbanizaciónes y campos de golf (cuando acaban en la cárcel, los que acaban en la cárcel, la naturaleza ya ha sido arrasada), y sobre otros temas con unos protagonistas que no puedo entender de ningún modo.
En su lugar, y puesto que él no lo contará, una noticia familiar que nos hace muy felices. Seguiré manteniendo el blog como medio de difusión no oficial de sus premios y andanzas: Pablo ha ganado el primer premio en el XV concurso de fotografía matemática “Andalán”. También el viernes expuso el trabajo recientemente ganador del primer premio en el V concurso de medio ambiente José Manuel Falcón en la sede de ANSAR. Allí todos quedaron muy sorprendidos por el interesante trabajo expuesto y por la gran presentación realizada. Por todo ello, enhorabuena.
Aquí están las fotos presentadas en el concurso, cuyo premio fue otorgado a la foto de la hoja “Dibujando la Naturaleza: fractales”.
3 comentarios:
No has juzgado sobre los temas citados, pero todos los que lo hemos leído, nos hemos hecho nuestro juicio y más vale callar porque lo que nos sale es demasiado iracundo. Ese empeño por no juzgar es un ideal ético del pensamiento oriental, pero qué difícil aplicarlo a lo que nos rodea que reclama constantemente nuestros juicios. Y es bueno que estén ahí. Y los monjes budistas birmanos bien que opinan sobre su corrupto régimen y la falta de libertad, igual que el Dalai Lama que denuncia la opresión del Tibet, sin rabia, sin rencor pero con claridad. Las fotos muy interesantes. Me gustan.
Gracias Ansotano
Hola Joselu.
Siempre he sido muy crítico (ya me llamaba "el crítico" mi profesor del lengua de COU), y muchos artículos que he escrito que hablan de naturaleza, de la ciudad, de la sociedad, creo han pecado de ese espíritu crítico que parte de un juicio previo. Ahora creo que esa actitud es un error; en buena parte, al menos.
Pienso también que ese ideal ético oriental del "no juzgar" tiene mucho que ver con pretender el cambio y la mejora social a través del desarrollo y el perfeccionamiento personal individual, no de grandes medidas, de grandes tecnologías, etc. Me parece un camino más digno y con más sentido. En ello estamos.
Anónimo, de nada.
Un abrazo para ambos.
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