jueves, 6 de noviembre de 2008

UN PAR DE IDEAS Y UNA ATROCIDAD.

Sobre costumbres y culturas, a mí me hace pensar un rato:

Me acaban de recordar una idea del libro de Sampedro y Fuster "La ciencia y la vida" y, como me parece tan tremenda, la comparto: al hablar de prejuicios, valoración del civismo y el desarrollo de distintas culturas, ..., Sampedro indica que los occidentales nos escandalizamos ante muchas prácticas sociales de otros países y las utilizamos para autoconsiderarnos la referencia mundial, el modelo ético de comportamiento: por ejemplo, en relación a la poligamia extendida y aceptada en buena parte de África, que entendemos como una humillación flagrante de la mujer, como una inequívoca muestra de retraso social, etc. Al respecto, añade, quizá nos sonrojaría pensar qué opinan los africanos del trato que por aquí damos a los mayores, de cómo los apartamos cuando dejan de ser productivos económicamente, llegando a casos de auténtico abandono. Y así en tantas otras prácticas.

Ahora una de noticias. Ayer leí algo que me puso los pelos de punta y apenas ocupaba un rincón de una misera sección de "Breves": una niña visita a su abuela en Kismayu, Somalia. La violan, presuntamente, tres hombres. Busca protección en las autoridades tras el ataque. La declaran adúltera y la condenan a la lapidación. Así, la ejecución se comete ante cientos de espectadores que contemplan la muerte de la niña. ¿?.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen contraste entre modos de ser el que has planteado. En África nunca se abandonaría a un anciano mientras que existe la poligamia que no es vivida trágicamente en muchos casos como he podido constatar. En todo caso que exista la posibilidad de la mujer de negarse a ella si no la desea. Hay una novela de Buchi Emecheta titulada Kehinde en que se plantea esta situación.
Lo de la lapidación de la muchacha en Somalia, en las circunstancias que cuentas, es estremecedor. Quiero pensar que es fruto de un país desquiciado, abandonado a su suerte, sin estado y que se sitúa en los últimos lugares de desarrollo en el mundo. En todo caso, no tiene justificación ni explicación posible.

Anónimo dijo...

Matar a alguien es terrible, pero cuando lo hace el Estado es algo atroz. Da igual que sea en un país del primer o del último mundo. La historia que comentas es de las que le hunden a un@ en la más absoluta tristeza.
Un punto en común en casi todas las culturas del mundo es la negación de la mujer, el castigo que se le infringe.

En Irak las fuerzas ocupantes cuando van a las casas y no encuentran al hombre que buscan se llevan a las mujeres, en muchos casos a niñas. Lo han denunciado dos parlamentarias irakies.
Eso pasa y eso lo hacen las fuerzas ocupantes. En Afganistán hay historias escalofriantes.
En fin...

Anónimo dijo...

Hola Joselu y Entrenómadas.

Me siento privilegiado de contar con frecuencia con comentarios vuestros. No hay nada que añadir a la noticia. Quizá recordar, y da pánico, que hay historias escalofriantes, como decís, en tantos países en guerras permanentes y olvido constante.

Joselu, el egocentrismo cultural me parece otra de las grandes virtudes del querido navío Occidente.

Saludos,
José Luis.

Publicar un comentario