El fin de semana pude asistir a la feria del libro de Jaca. Allí José Luis Sampedro presentaba La Ciencia y la Vida, escrito junto al cardiólogo Valentín Fuster y con la colaboración de Olga Lucas. Fue la primera vez que escuchaba a este autor, y lo mejor que se me ocurre decir es que espero no sea la última: palabras radiantes cada instante. También me pregunto cómo puede funcionar el mundo tan mal en tantos aspectos habiendo personas así. Imagino que los políticos no tendrán tiempo para leer.
Posteriormente también acudimos a la caseta en la que firmaba libros. Aunque me daba bastante vergüenza y me sentía como una especie de fan de algún grupo musical adolescente, fue tremendamente emocionante estrecharle la mano, compartir unas breves palabras, y marchar con su firma en varios libros que supongo enseñaré a muchos visitantes en los próximos años. Aprovechamos para comprar Escribir para Vivir, otra de sus obras escrita a modo de autobiografía.
Estar en el Pirineo significa saborear una vida llena de intensidad. Unos pocos días dieron para ver magníficos ciervos campando por verdes laderas, visitar la ermita de Iguacel, en el valle de la Garcipollera, aprovisionarse de pan ansotano para hacer frente al pseudopan venenoso urbano, conocer y disfrutar de la desbordante belleza de la subida a Lizara, o salvar a un apurado pollo de buitre leonado que aparcó en un zarzal poco apto para despegues (con la aceptable contrapartida de un cuerpo lleno de arañazos, una sudadera rota, y que el mareado buitre me vomitara encima). También acercarnos hasta algunos rincones que permiten actualizar los recuerdos y no olvidar anécdotas y sentimientos.
Hablando de pan, acabo de abrir la página del departamento de educación aragonés, y me encuentro que la última noticia tiene que ver con el pan que tanto nombro. El currículo del técnico en panadería y repostería ya está publicado. Me sorprende tanta normativa, que precisamente corre paralela a la degradación del oficio tradicional. Espero que las prácticas sean en los pueblos donde aún lo hacen de verdad.
7 comentarios:
Estoy "flipando" contigo, ahora me sales panadero y rescatador de buitres...jajaja...en cuanto puedas escucha algo de Daniel Higiénico y rozarás la perfección!
Hola Maestrojuan.
Ya sabes que un maestro ha de ser polivalente, y lo mismo dar una clase de Educación Física, que sustituir a la monja del colegio concertado y dar lenguaje a los de tercero de la ESO dispuestos a devorarte.
Le digo a mi querida novia que lo único que puedo prometerle es una vida llena de peripecias y sorpresas. Y me mira con cara indiferente y sigue a lo suyo.
Sobre Daniel Higiénico, ya lo buscaré...pero no suena demasiado sugerente...
Un saludo.
Cuanto me alegra leerte...¡vaya que sí! Tanto como ver ese gesto ya conocido de Olga Lucas sobre su "Sampedrito" para chivarle cosas por si ha olvidado colocarse sus varillas auditivas.
Tienes razón: es imperdonable que el mundo vaya como va si en él habitan personas como Jose Luis.
Ah, y ya imagino el apuro de acercarte; a mí me pasó lo mismo, pero yo me porté aún peor porque le "robé" un par de fotillos, jajaja
¿Te gustó Iguácel?¿entraste dentro?...a mí me emocionó ver ese ábside pintado lo que no puedes imaginar. Me hubiera encantado estar sola allí muuuucho tiempo.
Mira, me ha entrado nostalgia del Pirineo y eso que Cádiz está resultando una delicia...
Besos.
Cuanto me alegra leerte...¡vaya que sí! Tanto como ver ese gesto ya conocido de Olga Lucas sobre su "Sampedrito" para chivarle cosas por si ha olvidado colocarse sus varillas auditivas.
Tienes razón: es imperdonable que el mundo vaya como va si en él habitan personas como Jose Luis.
Ah, y ya imagino el apuro de acercarte; a mí me pasó lo mismo, pero yo me porté aún peor porque le "robé" un par de fotillos, jajaja
¿Te gustó Iguácel?¿entraste dentro?...a mí me emocionó ver ese ábside pintado lo que no puedes imaginar. Me hubiera encantado estar sola allí muuuucho tiempo.
Mira, me ha entrado nostalgia del Pirineo y eso que Cádiz está resultando una delicia...
Besos.
Realmente una maravilla de puente; yo también he tenido la suerte de disfrutar del maestro.He llenado las bombonas de energía,¡¡están a rebosar!! pero no tardaré en volverlas a repostar; Un saludo, Julia
Hola Lamima.
Claro que me gustó Iguacel. La pena es que, como todo lo muy accesible hoy en día, se permite llegar hasta la misma puerta a desalmados motorizados. Estando allí, llegó un todoterreno que incluso cruzo el último paso del riachuelo, aparco a 5 metros, y de él bajaron, armando gran jaleo, dos adultos fumando a todo fumar, un niño enganchado a su Nintendo que no miró el entorno ni medio segundo, y una niña con un mp3 en cada oreja ajena al milagro del lugar. Me gustaría asomarme allí hace 800 años.
De Sampedro he acabado Escribir es Vivir, muy ameno e interesante, sobre sus circunstancias vitales y su obra. Y ahora La Ciencia y la Vida, una charla entre Sampedro y el cardiólogo Valentín Fuster, y que me está pareciendo espléndido por las ideas tan nítidas y la sabiduría que rodea todo el debate.
La nostalgia del Pirineo es un mal muy doloroso. Mortal en casos extremos.
Un abrazo.
José Luis.
Julia...
El asunto es no tener necesidad de llenar las bombonas. El privilegio consiste en vivir una vida donde cada día los colores, olores, sonidos y caricias sean puros, plenos, y eternos.
Lo demás no importa.
Yo te envío un abrazo.
José Luis.
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