En primer lugar, reverencia al maestro, a quien han concedido la medalla de honor de la Universidad Complutense de Madrid, donde fue alumno y profesor (Jaime, mira lo que dice del Imperio Romano).
En la radio, durante la cena, el tertulianólogo de turno ha indicado en charla con un responsable de Cruz Roja que es optimista, que todo va por buen camino en el tercer o cuarto mundo africano. Que dentro de poco podrán contar con un buen nivel de vida. A lo que ha añadido que “claro, no se podrán permitir el ritmo de consumo de los países desarrollados, puesto que no habría suficientes recursos”. Diría, pero no diré.
Y, evidentemente, si no hay suficientes recursos y, además, Occidente esquilma los que ellos poseen...; al hilo de ésto me llama la atención la propuesta de la UE de abastecer Europa con energía solar proveniente de paneles instalados en el Sáhara. Indicaban que el único problema, de escasa importancia, radica en montar la infraestructura para transportar la energía (en resumen, un cable que una ambos continentes). Greenpeace se ha mostrado muy feliz por la sostenibilidad que implica. Es una pena que no tenga habilidad como dibujante, porque estoy viendo con claridad la imagen que lo ilustra. Me parece la versión energética de la Pesadilla de Darwin (que sería la versión alimenticia): mientras el continente africano languidece, de sus tierras parten los electrones que darán cuerda a los focos multicolor, los aires acondicionados a dieciocho grados, y toda la tecnología en que se sustenta la vida en nuestros países.
Tras acabar con ambas noticias, el presentador se ha lanzado a los temas nacionales, siendo el primero y más importante el de Soria como primera capital con servicio de TV 100% digital (que no sé qué demonios significa e implica). Todos los entrevistados se encontraban la mar de felices por la mejora de la calidad de la imagen y lo bueno que ello era para su ciudad, y, más feliz aún, el ministro de no sé qué (aún no me he aclarado con el último cambio en los ministerios) pulsaba a la hora indicada un botón que simbolizaba la desconexión analógica. Olé su salero, la satisfacción del trabajo bien hecho. Cuando los medios dedican, en el mejor de los casos, el mismo tiempo a las primeras noticias que he nombrado que a otras como ésta última (y además se suceden en pocos segundos de emisión de manera fluida, como si tuvieran similar naturaleza) creo que no ejercen una labor especialmente pedagógica en la sensibilización de las personas ante los asuntos graves, sino todo lo contrario. Aunque cada uno califica como graves los asuntos que le da la gana.
Ahora he de responder a los niños de Peñarroya. Sus cartas van llegando, y en ellas me hablan de sus viajes en barco, los pájaros que han visto, o las excursiones que están realizando por los alrededores. Y preguntan por mi vida. A ver si alguien sabe algo.
En la radio, durante la cena, el tertulianólogo de turno ha indicado en charla con un responsable de Cruz Roja que es optimista, que todo va por buen camino en el tercer o cuarto mundo africano. Que dentro de poco podrán contar con un buen nivel de vida. A lo que ha añadido que “claro, no se podrán permitir el ritmo de consumo de los países desarrollados, puesto que no habría suficientes recursos”. Diría, pero no diré.
Y, evidentemente, si no hay suficientes recursos y, además, Occidente esquilma los que ellos poseen...; al hilo de ésto me llama la atención la propuesta de la UE de abastecer Europa con energía solar proveniente de paneles instalados en el Sáhara. Indicaban que el único problema, de escasa importancia, radica en montar la infraestructura para transportar la energía (en resumen, un cable que una ambos continentes). Greenpeace se ha mostrado muy feliz por la sostenibilidad que implica. Es una pena que no tenga habilidad como dibujante, porque estoy viendo con claridad la imagen que lo ilustra. Me parece la versión energética de la Pesadilla de Darwin (que sería la versión alimenticia): mientras el continente africano languidece, de sus tierras parten los electrones que darán cuerda a los focos multicolor, los aires acondicionados a dieciocho grados, y toda la tecnología en que se sustenta la vida en nuestros países.
Tras acabar con ambas noticias, el presentador se ha lanzado a los temas nacionales, siendo el primero y más importante el de Soria como primera capital con servicio de TV 100% digital (que no sé qué demonios significa e implica). Todos los entrevistados se encontraban la mar de felices por la mejora de la calidad de la imagen y lo bueno que ello era para su ciudad, y, más feliz aún, el ministro de no sé qué (aún no me he aclarado con el último cambio en los ministerios) pulsaba a la hora indicada un botón que simbolizaba la desconexión analógica. Olé su salero, la satisfacción del trabajo bien hecho. Cuando los medios dedican, en el mejor de los casos, el mismo tiempo a las primeras noticias que he nombrado que a otras como ésta última (y además se suceden en pocos segundos de emisión de manera fluida, como si tuvieran similar naturaleza) creo que no ejercen una labor especialmente pedagógica en la sensibilización de las personas ante los asuntos graves, sino todo lo contrario. Aunque cada uno califica como graves los asuntos que le da la gana.
Ahora he de responder a los niños de Peñarroya. Sus cartas van llegando, y en ellas me hablan de sus viajes en barco, los pájaros que han visto, o las excursiones que están realizando por los alrededores. Y preguntan por mi vida. A ver si alguien sabe algo.
2 comentarios:
Me han "chivado" que Don Jose Luis estará de nuevo por Jaca con Olga allá para el puente de agosto.
Yo no puedo acercarme porque espero estar ya de vacaciones por el sur...inténtalo. Es emocionante estar cerca de alguien como él y escucharle hablar.
En cuanto a la calidad y responsabilidad de los "informantes" de hoy en día...mejor no opino.
Saludos mil.
Hola Lamima.
Qué noticia me regalas!. Espero estar allí poniendo las orejas al lado de las palabras de este señor. Creo que si se descuida soy capaz de darle un beso y un abrazo.
Los informantes están al servicio de la madre de todas las madres: el euro, por lo que los medios de comunicación me recuerdan poco a aquéllo que en la escuela me decían que eran y representaban.
Un abrazo también para ti, aunque no estés descuidada.
José Luis.
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