martes, 7 de agosto de 2007

PEQUEÑAS BELLEZAS.


Viaje a la amada Alboreca. Dos citas bibliográficas importantes, y varios libros maravillosos que sumar a la lista (Víctor, ya lo tengo, que debo ser el último...). Mañana me explico, que hoy ya no existe.

Por cierto, anticipando parte de la cita: ¿podrá ser verdad que lo mejor de todo sería no haber nacido?.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Algo más que belleza. Ese girasol gira y gira y gira durante la noche para recuperar la posición en la que espera recibir el sol a la mañana siguiente

No puede estar seguro, pero lo espera

Anónimo dijo...

Hola Reikiaduo.

En primer lugar me maravilla encontrar por aquí a alguien que creo es buen conocedor o está unido a esa fascinante tierra ansotana de la que digo ser sentimentalmente (a pesar de los que apenas me lo permiten).

Quizá el girasol tenga más certezas que nosotros, los humanos.

Un saludo.
José Luis.

Anónimo dijo...

Hermoso girasol..me encantan.
Y, no, seguro que lo mejor de todo es HABER nacido. ¿Que no?

Anónimo dijo...

Hola Lamima.

Imagina una tierra maravillosa de colores, plena de olores, tranquila, calmada, sin ruidos, y campos enormes llenos de preciosos girasoles. Tomar la fresca por la noche, la siesta con manta, pájarillos, corzos, ...

Sobre lo otro, aún no te puedo decir. Debo leer a Cioran, que es el padre de la frase.

Un saludo.
José Luis.

Anónimo dijo...

Creo que es grande estar vivo.
Y ser consciente de ello.

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